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  • Vol. 9 No. 85 (1932)

    EL CENTENARIO DE GOETHE.  La grandeza del genio, la universalidad de los conocimientos, la fuerza creadora, es supremo encanto de una sensibilidad rica y de una imaginación potente, son los dones del gran poeta alemán, cuyo primer centenario de su muerte acaba de ser celebrado en todo el mundo civilizado.

  • Vol. 9 No. 84 (1932)

    LYTTON STRACHEY. En el período georgiano, que corresponde en la literatura inglesa al del actual rey, pocos prosistas han tomado más vuelo que Lytton Strachey, cuya muerte reciente se comenta en todo el mundo. 

  • Vol. 9 No. 83 (1932)

    LA COLONIZACIÓN DE NUESTROS CAMPOS. Uno de los problemas más candentes de nuestra actualidad agraria es la rehabilitación y la repoblación de nuestros campos. Todas las clases sociales, sin excepción, están conformes en reconocer la necesidad urgente de esta medida, aunque no todos están de acuerdo respecto del sistema y los métodos que deben adoptarse para efectuar tan deseable finalidad. 

  • Vol. 8 No. 82 (1931)

    EL ESPÍRITU DEL BOLCHEVISMO. La revolución rusa no es sólo un fenómeno de naturaleza política y económica, sino también espiritual y moral. Pero justamente la faz espiritual y moral del experimento comunista ruso es la que menos se comprende en los países de occidente. Tal compresión no se advierte ni en el odio irreconciliable contra la Rusia soviética ni en la simpatía superficial que hacia ella se muestra. Aquellos europeos occidentales que emprenden un viaje al "nuevo país" por lo común ven sólo la faz externa de la vida en la Rusía soviética y no perciben su atmósfera interna, moral y espiritual, ni tampoco la idea y el pensamiento en que esa vida se inspira. 

  • Vol. 8 No. 81 (1931)

    GOMEZ DE LA SERNA.  La obra de Gómez de la Serna es intrascendente.  Pero es de las expresiones más abreviadas del mundo moderno. De lo inesperado, de lo inaprensible en las formas usuales.  De pronto los espectadores se echan a reír como si acabaran de descubrir un sentido nuevo, en imágenes dislocadas que parecían vivir en lo subconsciente del ser...

  • Vol. 8 No. 80 (1931)

    DICTADURA Y MANSEDUMBRE.  Para mantener su predominio, un dictador favorece por turno a determinados elementos sociales: primero al pueblo, luego a la aristocracia; más tarde a la clase media. Al pueblo con algunas leyes de apariencia beneficiosa o con obras públicas; a la aristocracia con favores: puestos, comisiones políticas, cargos decorativos, defensa de sus intereses contra un comunismo inminente. A la clase media franqueándole su entrada desbordante a la burocracia. 

  • Vol. 8 No. 79 (1931)

    EL PROBLEMA ECONÓMICO DE LA ALIMENTACIÓN.  El problema de la alimentación, es de una complejidad tan grande, que interesa al economista, al biológo, al higienista, al educador, al político. Es un problema a la vez puramente científico, especulativo y un problema práctico, el más práctico de todos los problemas. 

  • Vol. 8 No. 78 (1931)

    VICUÑA MACKENNA.  Se ha rendido un homenaje muy justo al hombre extraordinario que fué Vicuña Mackenna. Actividades múltiples, fecundidad pasmosa si se toma en cuenta lo inquieto de su existencia. Vicuña Mackenna entró en todas las materias con esa su vehemencia característica. Hizo de la historia una crónica viva; de la crónica un romance en ciertos momentos, épico. Detrás de las telas amarillecidas por el zahumerio colonial, descubría los nudos de viejas intrigas... En los arcones hondos y negros, novelerías y aromas milagreros. Tenía un gran sentido de chilenidad y casi ninguno de los rincones de su tierra le fué desconocido. Pasan en sus libros, hombres, paisajes y sucesos. 

     

  • Vol. 8 No. 77 (1931)

    RICARDO BAEZA.  Una moderna orientación de los servicios diplomáticos, que no se ha generalizado todavía en algunos países americanos, lleva hacia la diplomacia a los escritores. Más que como recompensa a servicios políticos, como ocasión para conocer tierras y hombres, para captar emociones y para abrir al comercio intelectual que el escritor ejerce, un ámbito más vasto. España, convertida hace poco en República, no podía ser una excepción en este movimiento, y los nuevos representantes diplomáticos de la madre patria son en gran parte escritores. Chile ha sido especialmente beneficiado con esta innovación porque le ha cabido la suerte de recibir a Ricardo Baeza. 

  • Vol. 8 No. 75-76 (1931)

    RACIONALIZACIÓN II.  Concentración de la producción.  Las asociaciones de empresarios para evitar los inconvenientes de la concurrencia, dirigidas contra los trabajadores, antes cuyos sindicatos se sienten desarmados, o contra los consumidores, que gozan de las ventajas momentáneas de la baja de precios que la lucha por el predominio en el mercado engendra, tienen su origen en Inglaterra, el país industrial por excelencia de aquella época, a fines del siglo XVIII. 

  • Vol. 8 No. 73-74 (1931)

    INDAGACIÓN DEL ESPÍRITU INCAICO.  La tristeza del Mitimae.  No es preciso que mencione aquí testimonios concretos, fáciles de comprobar, como los de Lizárraga, Cristóbal de Molina, el cuzqueño; el P. Las Casas, otro Cristóbal de Molina, llamado el almagrista, el P. Cobo, Betanzos y sobre todo Cieza de León. Este dice: Acuérdome que estando en la provincia de Jauja pocos años ha,  me dijeron los indios con harto contento y alegría: Este es tiempo alegre, bueno, semejante al de Topainga Yupangue. 

  • Vol. 8 No. 72 (1931)

    INDAGACIÓN DEL ESPÍRITU INCAICO. La música y el servilismo. "La música es el arte de los pueblos débiles", dijo el poeta Laprade en su libro Contre la musique en que, polemizando con Falloux, atacó a Napoleón Tercero. El cancionerismo significaba para él una manifestación, no tanto de impotencia, como de debilidad. Arte de insatisfacción, arte de protesta, tácita y melodiosa, signo de un medio subyugado y de un poder irrespetuoso, la música ha sido siempre el sistema de expresar descontento, porque, en el fondo, fué arte de evasión.

  • Vol. 8 No. 71 (1931)

    IMÁGENES DE BUENOS AIRES.  Barrio Boedo. Prólogo Brevísimo.  Estas líneas no tiene sino un objeto: fijar fuera de mí, antes de que el tiempo los desvanezca definitivamente y de modo que perduren más que mí mismo, los recuerdos de una época de mi vida y de la vida de mi ciudad natal. Esta vida de mi ciudad natal que intento describir, lo sé, sólo una parte ínfima de ella, tal vez la menos importante, quizás la que no interesa a nadie más que a mi corazón. Pero no importa. No trato de hacer peligrar la estabilidad de un concepto histórico ya mineralizado. 

  • Vol. 7 No. 70 (1930)

    ENSAYO SOBRE ANDRES GIDE. El prestigio de que goza Andrés Gide en su país es una de las más bellas y más notables manifestaciones de la vida intelectual contemporánea. Se podría haber pensado que algunas de sus tendencias impedirían que la opinión pública le otorgara toda la consideración deseada y le confiriese el título de escritor representativo. Pero esa mezcla de tradición y de europeísmo, de sentimiento conservador y de osadías que encontramos en él, logra vencer todos los obstáculos de tal manera que, hoy en día, en Francia no existe fama literaria menos discutida que la suya. El hecho de que en lo que le concierne la franqueza absoluta de su confesiones creara la soledad en torno suyo, ha quedado sin efecto.

  • Vol. 7 No. 69 (1930)

    PORTALES.  La máscara del hombre exterior en Portales era contradictoria, paradojal. Sin embargo,tenía un profundo dominio interior. Sólo así se explica la franqueza con que se entrega en sus cartas. El se decía "Ministro plebeyo"). Pero un alma plebeya, en el sentido de inferioridad moral, de carencia de originalidad, nunca franquea la zona secreta del espíritu. Coloca entre éste y la posteridad o sus amigos, la máscara del disimulo. Está siempre alerta sobre el juicio que a los otros les merezca su actuación en la vida y hasta adoptará actitudes que le favorezcan, como las del enfermo de popularidad ante un fotógrafo. Su corta vida cruzó únicamente días tormentosos, entre guerras y conspiraciones, entre angustias econórnicas y efímeros amores.

  • Vol. 7 No. 68 (1930)

    RECUERDOS DE UN VIAJE A LA HABANA.  Salimos de Valparaíso a mediodía de un día de fines de Enero. Las casas claras y cerros del puerto devolvían en música alegre de colores los rayos del sol. El cielo cabrilleaba en el mar y acuchillaba el agua con láminas de oro. Eramos tres amigos: don Juan Antonio lribarren que iba como delegado de la Universidad de Chile al Congreso de Rectores y Decano que se celebraría en La Habana a mediados de Febrero, y don Luis David Cruz Ocampo y yo, delegados de laUniversidad de Concepción al Congreso Internacional de Universidades que tendría lugar con antelación inmediata al anterior en la misma ciudad. Como justa portada de estas notas viajeras me adelanto a decir que los días de íntima compañía que pasé entonces con estos buenos amigos, serán uno de los mejores recuerdos de mi vida.

     

  • Vol. 7 No. 67 (1930)

    EN CAPILLA.  Pocos años antes de su muerte, Federico Gana entregó el cuento que sigue al secretario de redacción de un revista entonces en boga. Este trabajo, por razones variadas, no pudo ver la luz en esa publicación y ha permanecido hasta hoy inédito. Lo damos como un homenaje al autor de Días de Campo, seguros de satisfacer a los numerosos admiradores del escritor desaparecido. 

  • Vol. 7 No. 66 (1930)

    PLAZA DE MERCADO. La plaza es grande y cuadrada, con piso de finas piedrezuelas de río. Dos avenidas escriben una X bordeada de árboles en esta pizarra áspera. Las avenidas están soladas de adoquines. En el centro de la plaza hay una pileta de alto chorro, agua que cae diciendo una canción de gotas reidoras. Cuatro faroles montan guardia en torno a la pileta. En cada esquina de la plaza se yergue otro farol. Aun están encendidas las luces y como ya el amanecer se h deslizado hasta la cumbre de la cordillera, estas luces tienen un triste color amarillento. Una ringla de casas anodinas corre a un costado de la plaza, más allá de la calzada y de la acera.

  • Vol. 7 No. 65 (1930)

    INDAGACION DE WALDO FRANK. ¿ Me perdonó Waldo Frank que, rompiendo la camaradería forjada durante su breve permanencia en Lima, le hablara como profesor de la Facultad de Letras el día de su recepción? No lo sé. Pero sí estoy seguro de que comprendió profundamente el valor de la ceremonia y apreció el gesto con que la Facultad lo invitó a su tribuna y le ofreció el doctorado honoris causa. Y sé además que supo aquilatar la manera cómo se juntaron aquella mañana la tradición severa y centenaria de la Universidad, y la esperanza-milenaria, porque arranca de los profetas-palpitante y juvenil de Waldo Frank.

  • Vol. 7 No. 64 (1930)

    LA POSICIÓN  DEL ESCRITOR EN LA ACTUALIDAD. Entre los libros alemanes relativos a la gran guerra y que han aparecido en los dos últimos años, traducidos en casi todos los idiomas, Los que teníamos doce años de Ernesto Glaeser es, con Guerra de Ludwig Renn y el célebre Sin novedad en el frente de Remarque, el que ha tenido más éxito. Es necesario hacer notar que, entre los tres, es el de mayores valores literarios y el que nos revela a un escritor de porvenir. Remarque y Rerzn han alcanzado el triunfo porque sus libros correspondían a una tendencia espiritual unánime. Aprovecharon una oportunidad porque; en realidad, sus libros no ofrecen nada realmente nuevo. Glaeser, en cambio, representa una nueva generación que habla y que aun no ha terminado de hablar.

  • Vol. 7 No. 63 (1930)

    JOSE CARLOS MARIATEGUI. Por el año de 1837 Peñalver escribía en El Mundo, diario madrileño, un Mosaico. El día 15 de Febrero del año dicho, la firma de Peñalver apareció al pie de sólo ocho líneas en que se daba cuenta de la muerte de Larra, que se había sucidado dos días antes. Y luego se leía una nota, cuya trágica simplicidad ahorraba todo comentario: Hoy no sabemos ni podemos escribir el Mosaico. Nada más; pero también nada menos. El vuelo de la fantasía roto bruscamente por la muerte del compañero querido. El ocio de la imaginación vuelto al divagar obstinado en torno a una idea fija. La literatura española había perdido un continente entero con la muerte de ese hombre. Llórenle las letras, las ciencias y la amistad-decía Peñalver. Y todavía le lloran porque era irreemplazable.

  • Vol. 7 No. 62 (1930)

    EL DESPERTAR NACIONAL DE LA INDIA Y SUS IMPULSORES. En vísperas del Congreso Nacional hindú (1) , que resolverá en el próximo mes la cuestión de la independencia de la India y de su autonomía o self -government, no deja de ser interesante para el Occidente conocer las fuerzas espirituales que han contribuido a este grande e inesperado despertar de un pueblo al que Europa se obstinaba en creer aletargado en una pasividad secular.

  • Vol. 7 No. 61 (1930)

    ¿ESTADOS UNIDOS DE EUROPA?. Los problemas derivados de la gran guerra no son susceptibles de soluciones unilaterales. De este modo se ha visto encadenada a un mismo destino la suerte de los diversos países europeos y se ha logrado poner término a la indiferencia que entre ellos existía, realzándose la necesidad urgente de la unión para alcanzar la resolución de las trascendentales cuestiones que hoy afectan al bienestar del mundo. Esta circunstancia, unida a la ya vieja aspiración de algunos políticos y hombres de Estado que desean reunir los países europeos bajo una sola forma política, ha favorecido la concreción de la fórmula de unidad en los célebres discursós de M. Briand referentes a los Estados Unidos de Europa.

  • Vol. 6 No. 60 (1929)

    ENTREMOS ahora como en un paisaje que tuviera muchas figuras al fondo, algunas apenas esbozadas; rostros que dan un solo ángulo al relente de la luna, eh las historias que cuentan mi abuelo Riolid y don Venancio. Ambos vivieron tiempos bravos: el cólera, la revolución federal. Pasan caudillos y bandidos. Tintinean sobre el pavimento, aferrallan el pavimento, las grandes espuelas del viejo Juan Araujo.

  • Vol. 6 No. 59 (1929)

    POCO después de que Chowbok, cuyo verdadero nombre creo que era Kahabuka, abandonó en las altas montañas a Mr. Higgs, cayó éste en manos de los habitantes de Erewhon, los cuales, sorprendidos por el color blanco de la tez, el azul de los ojos y el tono rubio de los cabellos del extranjero, y siendo además hombres de índole pacífica, no le hicieron daño alguno, limitándose a llevarlo prisionero a la ciudad de Puerto-Frío.

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