Arquivos - Página 12
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v. 6 n. 58 (1929)
ANTES de que estallase la revolución bolchevista, la curiosidad que los españoles demostraban para conocer a los rusos y, viceversa, los rusos para conocer a los españoles, era muy escasa. Separados por el espacio y por la ausencia de cualquier interés común, sea económico, las dos naciones se miraban de lejos con una simpatía indiferente.
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v. 6 n. 57 (1929)
CADA vez que se estudia, parcialmente, algún aspecto de la literatura mexicana, es costumbre presentar, antes, una síntesis de toda su historia. A rastras se traen los antecedentes de cada género. El discurso no parece completo si no se socavan los rincones más apartados de nuestras letras. Se debe esto al deseo, no confesado, de disimular la pobreza del cuadro.
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v. 6 n. 56 (1929)
SIEMPRE tuvimos a Oña por un gran majadero. Ahora hemos debido allegarnos a él. Nos hemos acercado con la pesadumbre del navegante que enfila su prora hacia un mar muerto. . . Pero luego comenzó a parecemos que el hombre no carecía de interés. Un verso aquí, otro allá, solían saltar como peces luminosos desde el fondo del estanque letárgico. Allí había algo que vivía.
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v. 6 n. 55 (1929)
MEDIA hora después volvíamos a Llali.—Los franceses deben estar cerca—dijo mi amigo— si han salido temprano de Santiago. El camino no es malo para autos. Esperamos, sin embargo, toda la tarde sin que apareciesen. A las seis llegó un nuevo telegrama en que desistían del viaje.
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v. 6 n. 54 (1929)
RECORDAR que en días del pasado Abril cumplió nuestra Universidad diez años de vida y ejecutar la voluntad de un alma bien inspirada, la señorita Rosa de Ambrosy, que en favor de los estudiantes más aprovechados instituyó los premios que llevan el nombre de su hermano Arturo, son los motivos que nos congregan en el acto solemne de hoy. Ambos envuelven suficiente valor para que fueran brillantemente celebrados.
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v. 6 n. 53 (1929)
HE consagrado mi vida a la reconciliación de los hombres. He tratado de conseguirlo entre los pueblos de Europa y, particularmente, entre los dos grandes hermanos enemigos de Occidente.
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v. 6 n. 52 (1929)
LA música de Beethoven es hija de las mismas fuerzas de la imperiosa Naturaleza, que acababan de probarse se en el hombre de las Confesiones. Ambos forman la flora de una nueva época.
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v. 6 n. 51 (1929)
DESPUES de haber deambulado varios días por otras partes de París llegué al Barrio Latino. No he dejado este barrio para una última impresión porque lo estimara menos que otros, sino, al contrario, porque estimándolo sobre todo lo demás de París, he alejado la visita a él con cierta voluptuosidad calculada, reservándomela como un placer de postre y como quien posterga deliberadamente la satisfacción de un deseo para ir alargando la duración del deleite que nos produce.
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v. 5 n. 10 (1928)
UNA HORA CON EUGENIO D'ORS. En la piscina de un club, en las proximidades de la Plaza de la Concordia, encontré por primera vez al filósofo. Estaba casi desnudo, y nadaba. Obligado a permanecer frecuentemente en París, para seguir, como representante oficial de España, los debates del Instituto de Cooperación Intelectual. Eugenio d'Ors no puede ni quiere permitirse llevar aquí la existencia libre y dispersa de un turista. Consagra toda la mañana a sus trabajos ordinarios. Sin embargo, como conserva en todas partes la costumbre española del almuerzo tardio, le queda aún una buena hora al mediodia para los ejercicios corporales y para ese "placer de desnudarse" que es, en él más que una higiene, casi una moral.
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v. 5 n. 9 (1928)
ORTEGA Y GASSET EN CHILE. La figura del pensador, crítico y ensayista español José Ortega y Gasset se alza por encima de su generación y domina, desde muy alto, el panorama espíritual de España. Alguien ha dicho en un retrato no bien intencionado, aunque preciso en sus observaciones, que la mentalidad de este escritor es una mentalidad absolutista. Posiblemente. Lo que nosotros podemos afirmar es que, desde su aparición en la vida literaria española, todos los dones han sido para él y él ha asumido todas las responsabilidades.
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v. 5 n. 8 (1928)
SOBRE EL DIVORCIO. No tengo la intención de divorciarme, como tampoco puedo afirmar que mi matrimonio no sea sumamente feliz. A pesar de ello, y quizás a causa de ella, soy partidario convencido del divorcio. La posibilidad de poder divorciarse es la base de toda felicidad en el matrimonio. Obliga a ambas partes a comportarse constantemente como en los días primaverales del primer amor (me refiero a las atenciones y consideraciones, a aquella conquista diaria del amor). El hombre es un animal de costumbre. Para que la vida matrimonial no se convierta en mero asunto económico o social, es preciso un aliciente: el temor de perder al ser querido, el divorcio.
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v. 5 n. 7 (1928)
ALGUNOS ASPECTOS HUMANOS DEL DIVORCIO. A mujer víctima de la tiranía de un hombre carece de defensa. La mujer equivocada no tiene salvación. Esto por lo menos ocurre en los países corroídos por los prejucios sometidos al dominio de una moral utilitaria e hipócrita.
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v. 5 n. 6 (1928)
ATENEA Y EL DIVORCIO. Como rueda un dado en una mesa, ha corrido en el ambiente nacional la palabra divorcio. ¡Cuántos gestos púdicos se han hecho! ¡Qué cúmulo de palabras se ha empleado para diluir el escándalo provocado! Nadie, sin embargo, ha tenido la honradez de examinar seriamente el problema, conjunto de facetas que no pueden mirarse desde un solo punto de vista, como ningún hecho complicado. No basta decir que el divorcio es bueno o malo, perjudicial o benéfico. Es preciso probarlo.
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v. 5 n. 5 (1928)
INDEFENSA. Voy a narrarte, señor, la tragedia de una muchacha fantasiosa, de una muchacha cuya vida interior discurría por esa región escarpada que separa la adolescencia de la primera juventud. ¿Qué dices? ¡Ah, sí! Tienes razón. La adolescencia es como un paisaje visto a la luz de la luna. Plácido y engañador a la vez. Sus abismos sólo parecen rasgos de sombra, y a lo mejor, tomamos los rasgos de sombra de los abismos.
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v. 5 n. 4 (1928)
TARDE DE INVIERNO. Van mis pies livianos, por el rumor de las calles, van cantando la canción del alma dichosa, mis miradas aletean alegres, y saltan a las ramas lavadas de los árboles y saltan a las flores mojadas, y a los charcos azules y danzan en las primeras lucen que se prenden, bailan la danza del alma dichosa.
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v. 5 n. 3 (1928)
NOCTURNO. Por debajo de los cascos de los caballos, el camino corría. Prendidos a él, pasaban silbando despojos de paisajes: casas bajo cuyos corredores tendía la luna triángulos de sombra, alamedas reclinadas como renglones de escritura orgullosa, frases de cantos extraviadas de una puerta adonde recogerse.
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v. 5 n. 2 (1928)
POESÍA CHINA. Los poetas que descubren nuevas ormas se sienten envanecidos con su hallazgo. La persecución de lo original, que es cáracter de la literatura sólo en los dos últimos siglos, ha llegado a adquirir tal vigor en nuestros días que el poeta pretende ser autónomo en sus creaciones y aún aspira, no a reflejar la naturaleza, sino a forjar su propio mundo poético.
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v. 5 n. 1 (1928)
PROSAS BÍBLICAS. El sordo Leví. Cenaba Jesús en casa del sordo Leví, y su mujer mofábase de las extrañas contestaciones de su marido. Los discípulos del Nazareno hacíanle coro, y Jesús, tan despafadas eran, acabó por sonreir. El sordo lo miró con extrañeza, y en todo el resto de la cena no despegó los labios.
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v. 4 n. 10 (1927)
LA AUTONOMÍA DEL CORAZÓN III. La transmisión humoral de los impulsos vagales y simpáticos en el corazón.
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v. 4 n. 9 (1927)
LA AUTONOMÍA DEL CORAZÓN II. El sistema específico del corazón. Su anatomía y fisiología. El problema de las "hormones" cardíacos.
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v. 4 n. 8 (1927)
LA AUTONOMÍA DEL CORAZÓN I. Publicamos a continuación la primera de las tres conferencias pronunciadas en el Instituto de Fisiología de la Universidad de Concepción, bajo el título común que ésta lleva. La continuación del estudio del doctor Lipschütz se insertará en nuestros números siguientes.
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v. 4 n. 7 (1927)
EN DEFENSA DE SIETE VOCES CHILENAS REGISTRADAS EN EL DICCIONARIO DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA Y CUYA SUPRESIÓN SE SOLICITA POR UN AUTOR NACIONAL. No me cuento en los que rinden tan ciego oculto a los dictados del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, hasta el extremo de opinar que no merecen observaciones de cualquier índole, refiriéndome especialmente a los americanismos en él catalogados, y con mayor precisión aún a los chilenismos, mucho más cuanto sabemos que sólo en esta última edición XV puede decirse que comienzan a verse consignados con alguna extensión, y que, por eso mismo, la crítica no ha tenido aún ocasión de depurarlos, si así puede decirse. Y esto es lo que ya principia a verse entre nosotros.
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v. 4 n. 6 (1927)
EL PROBLEMA DE LOS ARAUCANOS. Sus orígenes y su lengua. Los párrafos que hemos transcrito, publicados en 1884, forman una síntesis del tema desarrollado por el gran historiador Barros Arana en la monumental obra de erudición. La historia de Chile. Han formado la base de todo lo que, desde entonces se ha publicado en los textos de historia respecto de los indigenas de esta tierra, y es lo que se enseña en las escuelas, los liceos y hasta en los cursos universitarios.
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v. 4 n. 5 (1927)
NUESTRA REVISTA. En los cuatro años transcurridos desde su aparición, ATENEA ha trabajado con empeño en cumplir los propósitos de sus fundadores: ser para la Universidad de Concepción su voz en las ciencias, las letras y las artes, que llegue en forma electiva al público; procurar colaboraciones de positivo interés para nuestra cultura, y estimular, en el alcance de sus fuerzas, la producción de estos trabajos.
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v. 4 n. 4 (1927)
MANIFIESTO A LA JUVENTUD LATINO AMERICANA. El "leader" americanista don Manuel Ugarte ha dirigido recientemente a la juventud de América el elocuente manifiesto que sigue, relativo a la necesidad de enmendar rumbos políticos ante las exacciones progresivas del imperialismo yanqui.