Archivos - Página 13

  • Vol. 4 Núm. 3 (1927)

    EL SOCIÓLOGO FRANCÉS EMILIO DURKHEIM. El más merecido homenaje póstumo que pueda tributarse a la memoria de un pensador ilustre, es difundir sus ideas y dar a conocer sus obras.  Emilio Durkheim murió en París el 15 de Noviembre de 1917.

  • Vol. 4 Núm. 2 (1927)

    LOS GRIEGOS Y EL CONCEPTO DE BELLEZA.  Conferencia dictada en el centro de letras (Biblioteca Nacional) el 28 de Abril último.

  • Vol. 4 Núm. 1 (1927)

    LAS SECRECIONES INTERNAS.  Conferencia pronunciada en el salón de honor de la Universidad de Chile, el 7 de Octubre de 1926. En esta oportunidad, hizo la presentación del Prof. Dr. Lipschütz el Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad del Estado. La disertación sobre Secreciones Internas fué leída también por su autor en el salón de la Extensión Universitaria de la Universidad de Concepción, el 14 de Diciembre de 1926.

  • Vol. 3 Núm. 10 (1926)

    LA PSICOANÁLISIS DE FREUD Y EL TOTEISMO. Ultimamente apareció una edición española de la obra Tótem y Tabú—Interpretación por la psicoanálisis de la vida social de los pueblos primitivos: del profesor vienés Sigmo Freud.

  • Vol. 3 Núm. 9 (1926)

    LA AUTORREGULACIÓN ORGÁNICA.  La Fisiología ha adquirido en los últimos años una posición reconocida y muy alta en la enseñanza médica. No lo era antes en la misma proporción. ¿Por qué este cambio en la actitud de las Facultades de Medicina?

  • Vol. 3 Núm. 8 (1926)

    CALÍOPE Y EL CULTIVO DE LAS LETRAS.  Me ha hecho usted el honor de formularme una consulta en una bella carta. Fundamenta en ella su estado de ánimo diciéndome la intensidad de su gusto por las letras y como su principal ambición va por este camino. Interesante momento de su vida. Es el alba. La flor de la ilusión se ha esponjado en su espíritu. Ancho ventanal se ha abierto ante usted y en el resplandor total de la mañana se le ofrece el mundo como un hermoso campo que conquistar y enriquecer. Tal vez ha sentido usted ya en su pecho el esbozo de la suprema regla de la vida: darse a algo.

  • Vol. 3 Núm. 7 (1926)

    LEYENDA.—Nací en la trastienda de un negocio de menestras... Mis progenitores vivían entonces en Alicura, pequeño y viejo pueblo del sur, fundado durante el coloniaje por algunos franciscanos.

  • Vol. 3 Núm. 6 (1926)

    LA TEMBLADERA.  Es el potro forastero que en la última invernada con la rústica manada de las hembras se juntó. Nadie sabe cómo vino este inquieto peregrino a las tierras del copihue y del piñón.

  • Vol. 3 Núm. 5 (1926)

    UN ESPÍRITU COLONIAL: DON PEDRO N. CRUZ.  Con el titulo de «Estudios sobre literatura chilena», don Pedro N. Cruz ha reunido en un volumen algunos de artículos, que había publicado, en diarios y revistas, veinte. en ün volumen sus sus treinta y treinta y cinco años ha. Al prohijar en un volumen sus ya anejas opiniones literarias, el señor Cruz nos ofrece el caso singular de persistir en ellas, a pesar del transcurso de los años y la indudable evolución de sus gustos, con indestructible contumacia. El volumen ha tenido para la generación actual todo el valor de lo inédito, ya que los estudios en él contenidos se hallan publicados en diarios y revistas de hace un cuarto de siglo, que yacen olvidados en los anaqueles de las bibliotecas, sirviendo sólo a la curiosidad de investigadores y eruditos.

  • Vol. 3 Núm. 4 (1926)

    EL DERECHO DE RESPUESTA.  EL Título II del Decreto-ley N.° 425 de 20 de Marzo de 1925 (Diario Oficial de 27 de Marzo del mismo año) establece por primera vez en nuestra legislación el derecho de respuesta otorgado a toda persona ofendida o aludida en un diario o periódico, o, en términos más precisos, el derecho de exigir que se publique gratuitamente su respuesta en la misma publicación que la motiva y en la misma página y con los mismos caracteres del artículo que la ha provocado.

  • Vol. 3 Núm. 3 (1926)

    FUNCIÓN SOCIAL DE LOS ARCHIVOS.  Hay un ramo de la cultura nacional que es casi completamente desconocido de los chilenos y es el de los Archivos. No es raro que en una nación joven, de toda juventud, como la nuestra, existan estos olvidos.

  • Vol. 3 Núm. 2 (1926)

    TRES HOMBRES TRISTES. Tres hombres tristes han aparecido en el cono verduzco, que esparce sobre mi mesa esta amable pantalla en que se van enfocando los acontecimientos trascendentales o pueriles en fidelísima historia retrospectiva.

  • Vol. 3 Núm. 1 (1926)

    LA CÁTEDRA IMAGINARIA.  La sala iba llenándose lentamente. Nunca se había visto tanta concurrencia. Algunas señoras entraban envueltas en sus pieles, como en una toga, y tomaban asiento con aire digno y judicial; otras sonreían curiosas, dirigíanse preguntas a media voz, examinaban al profesor con sus impertinentes y demostraban la intranquilidad del que espera oir afirmaciones atrevidas, tal vez un tanto escandalosas.

  • Vol. 2 Núm. 10 (1925)

    Si no como en su obra principal, de la que no sería posible aislar algunas páginas sin perder en mucho el sentido que cada frase toma como elemento de un conjunto indivisible, a lo menos este capítulo de Pastiches et Mélanges, aún no traducido al castellano, ofrece un singular valor, pues nos muestra a Proust hablando directamente en la primera persona, y revela esa fina tendencia al aspecto extraordinario, patológico, del espíritu, en que el autor de A la recherche du temps perdu ha penetrado con más novedad, con mayor profundidad y certeza que novelista alguno.

  • Vol. 2 Núm. 9 (1925)

    JOSÉ INGENIEROS.  Al señor D. Luis W. Gómez, Presidente de la Asociación General de Profesores de Chile.  Me ha hecho usted el honor de pedirme que le envié un artículo para insertarlo en la publicación que la Asociación General de Profesores de Chile prepara en homenaje a la memoria de José Ingenieros, fallecido hace poco casi repentinamente en Buenos Aires. ¡Qué merecido homenaje y qué noble actitud de la Asociación, digna de toda loa!

  • Vol. 2 Núm. 8 (1925)

    FRENTE AL MAR. El sol, que ya secaba la yerba, penetraba aún de calor el aire inmóvil. Por la tarde, los tres habían hecho el camino que va del Pireo a la ciudad «en donde a la razón le es grato habitar» .
    Marco Emilio juntaba a la orgullosa austeridad de su ascendencia patricia, cierta ligereza y libertad de inteligencia, que trascendía ya de su espíritu desde los años de su educación en las escuelas griegas. Sus antiguos amigos decían que recitaba a Anacreonte con los ademanes de un centurión; en Roma se temía encontrar en el descendiente de los generales de la República, un filósofo que conduciría la administración con vanas sutilezas de pensamiento, y no con la rígida conciencia que impone la obediencia de las leyes.

  • Vol. 2 Núm. 7 (1925)

    EL HUÉSPED SECRETO. Un raro collar de barba rojiza rodeab a la cara del capitán de la Séphora y su tez correspondía a los que tienen pelos de este mismo color; en los ojos había un matíz azul quemado. No era, precisamente, un tipo sobresaliente; talla mediana, altos hombros, una pierna más curva que la otra. Me dió la mano con una mirada vaga. Una testarudez limitada me pareció su rasgo característico. Me comporté con una cortesía tal que pareció desconcertarlo.

  • Vol. 2 Núm. 6 (1925)

    EL HUÉSPED SECRETO.  A mi derecha, filas de estacas semejaban un misterioso enredo de palizadas bambú medio sumergidas, dejando ver prodigiosamente el dominio de los países tropicales; y su aspecto deteriorado hacía creer en alguna tribu nómade de pescadores que los hubiese abandonado para siempre, pues hasta perderse de vista no se veía ninguna habitación. A mi izquierda un grupo de islotes desnudos, semejantes a murallas, a torres, a fortines en ruinas, hundían sus cimientos en un mar azul, que daba la impresión de ser sólido, tanta calma y estabilidad reinaba en toda su extensión: el mismo trazo de luz que proyectaba el sol poniente brillaba, dulce, sin ese centelleo que provoca en la superficie del agua arrugas inperceptibles.

  • Vol. 2 Núm. 5 (1925)

    AL PASAR POR LA SERENA.  Entre las pocas ciudades de alguna importancia que hay en Chile, figura La Serena, aureolada de un nimbo de idealidad, de ensueño, de reliquia colonial. Hace pensar en el encanto de las petrificaciones de las edades muertas.
    Fue una de las primeras fundaciones de la conquista española y goza de la justa fama de ser patria de poetas, tierra de bellas flores y de rica fruta. De ahí salió en los últimos decenios del siglo pasado el poeta Pablo Garriga y de nuestros contemporáneos, de ahí han venido Gabriela Mistral, Manuel Magallanes M., Carlos Mondaca, Víctor Domingo Silva, Julio Vicuña Cifuentes, Julio Munizaga Osandón. Pero La Serena es sólo el semillero o vivero de los poetas. Para que fructifique la semilla tiene que ser lanzada fuera, a lugares donde soplen más intensamente los vientos de las inquietudes espirituales.

  • Vol. 2 Núm. 4 (1925)

    EL DERECHO DE PROPIEDAD.  Casi no hay manifestación de la vida individual y social de cuyas modalidades no se deje sentir la influencia de la propiedad. La organización de la familia se ha mostrado siempre ligada a alguna forma de propiedad que la ha determinado en gran parte. Las instituciones políticas tienen como un estrato básico constituído por las maneras que presiden a la distribución de la riqueza. No ha sido posible el desarrollo de una verdadera democracia antes de la consolidación de una clase media asentada en el florecimiento de la industria y el comercio. Los regímenes aristocráticos han coincidido con la existencia de latifundios concentrados en el dominio de relativamente pocos magnates y grandes propietarios.

  • Vol. 2 Núm. 3 (1925)

    LA NUEVA LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL.  Durante noventa años hemos arrastrado en Chile una vergüenza. una vergüenza larga, desconsolada, irritante, exasperante. Bajo una ley de propiedad literaria dictada el año 1834 los hombre de pensamiento han debido soportar que se les englobara en el calificativo de pirafas que el extranjero nos daba; porque bajo esa ley, cuyo fin único fué el de proteger por privilegio la entonces incipiente industria de la imprenta nos mantuvo obstinadamente el legislador, ese mismo legislador que enarbolaba la enseña de la cultura cuando allegaba garantías para el derecho de la propiedad material.

  • Vol. 2 Núm. 2 (1925)

    EL NACIONALISMO Y LA  SOLIDARIDAD AMERICANA.  Entre los temas sugeridos para esta Conferencia Internacional sobre educación, figura el de <<Cómo las fuerzas educacionales pueden promover la amistad y la buena inteligencia mundiales>>. Para poder abordar este amplísimo problema, es menester empezar por ver y considerar los factores que se oponen al establecimiento e imperio de esa amistad y buena inteligencia. En términos generales no son otros que las seculares rivalidades de los hombres, variables en sus aspectos y terribles como el mar.

  • Vol. 2 Núm. 1 (1925)

    ¿HA SONADO LA HORA DE LA ESPADA?.  El poeta, el verdedero poeta es el vidente, es el privilegiado del espíritu para traducir en verbo humano lo que avizora en vuelos suprasensibles y de difícil acceso al común de los mortales: es el portador de las cuerdas divinas que vibran con el dolor de los demás . Los demás se encuentran expresados en él y se dicen : esto es lo que he sentido, esto es lo que siento, y le agradecen al poeta la iluminación de esperanza producida, el alivio al pesar traído con su ahondar en las complejidades del corazón. El poeta es el creador de belleza, es el pontífice del amor en todas sus formas. Vuela por esto en planos superiores a las miserias ordinarias de la vida o les aplica el cauterio de su fuego de profeta indignado cuando provienen de la mezquindad y maldad de los hombres.

  • Vol. 1 Núm. 10 (1924)

    LA RELIGIÓN SEGÚN GUYAU.  La obra dedicada por Guyau al estudio del problema religioso se halla animada de una tendencia práctica. Quiere probar que la disolución de las religiones positivas, ya iniciada desde el siglo XVIII, se consumaría en un futuro próximo. Esa tendencia se indica desde el título del libro: «La Irreligión del Porvenir» .

    Sin embargo la primera parte está consagrada a teorías generales, al estudio del origen de las religiones en las sociedades primitivas.

  • Vol. 1 Núm. 9 (1924)

    BASES DEL FACISMO.  Para darnos cuenta clara de la actual situación de Italia, es conveniente distinguir el facismo, partido político, que tiene señalada una misión con fines inmediatos definidos, del facismo entendido como convemovimiento revolucionario y que representa un cierto orden de ideas. El facismo, partido político tuvo la suerte de encontrar,—en el momento psicológico,— un jefe de extraordinaria energía y actividad política. Los facistas llegaron a restaurar en Italia la autoridad y eficiencia del gobierno y a contrarrestar las fuerzas anti-nacionalistas que obraban en el país, representadas por el socialismo, la democracia cristiana y la masonería, que se habían desarrollado libremente a la sombra de gobiernos anteriores. Estas fuerzas arrancan su inspiración de un ideal intenacionalista, en oposición al nacionalismo o imperialismo. El socialismo, v. gr., predica la solidaridad de los intereses de la clase proletaria, desentendiéndose del interés nacional, y se funda en una concepción materialista del universo.

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