Vol. 14 Núm. 139 (1937)

La muerte de Unamuno en plena tragedia española ha renovado en los intelectuales de todo el mundo, las expresiones contradictorias acerca de la labor del sabio de Salamanca. La revolución ha desnaturalizado en muchos espíritus la clara concepción para juzgar su obra con independencia total a otros factores. Antes de morir, Unamuno había hecho algunas declaraciones que fueron condenadas por los escritores llamados de izquierda. Pero lo cierto es que Unamuno no puede ser enjuiciado conforme a esas palabras. Era más alto que las contingencias inevitables de una lucha civil y su postura irreductible, su rebeldía continua habían grabado en su obra el sello de un espíritu vigoroso e indomable. La obra unamunesca resistirá mucho más que la de algunos que la guerra misma produzca y mucho más que la de algunos que le han condenado sin examen, guiados sólo por las ráfagas cargadas de pasión de la lucha civil.

Publicado: 1937-01-31