Archivos - Página 3

  • Vol. 13 Núm. 135 (1936)

    En diciembre deberá reunirse en Buenos Aires la Conferencia de la Paz convocada por el Presidente Roosevelt. Esperamos que no sea un torneo de oratoria y que de ella habrán de surgir los acuerdos decisivos para impedir que América siga los pasos de Europa. Es favorable la atmósfera, a pesar de que muchos de los países hispanoamericanos han destinado largas partidas de su presupuesto a la compra de armamentos; pero, en todo caso, los puntos más esenciales de la convocatoria podrán, en el curso del debate a que serán sometidos, suscitar ese ambiente de antiarmamentismo que por ahora no presagia sino inquietudes.

  • Vol. 13 Núm. 134 (1936)

    Las insinuaciones hechas para intervenir amistosamente en el sangriento conflicto español, no han encontrado eco. La insinuación de un gobierno americano cayó, como casi siempre ocurre, en el vacío y no fue posible penetrar en ese torbellino de sangre que casi no tiene par en la historia del mundo.

  • Vol. 13 Núm. 133 (1936)

    Macauley escribió una observación profunda sobre España. Parece una sonda lanzada en lo más espeso del carácter español. Al releerla hoy, en el instante en que una feroz contienda civil desangra la vena cordial de ese pueblo se siente un extraño temblor en el espíritu y se diría que el célebre historiador inglés anticipó sus palabras para hacerlas servir a la trágica realidad que vive en estos momentos la tierra de nuestros antepasados.

  • Vol. 13 Núm. 132 (1936)

    Uno de los fenómenos más penosos de la revolución rusa, fue sin duda, el que produjo la persecución de los escritores que no eran gratos al sentido antiburgués de aquella revolución. Gorki estaba entre ellos y uno de los preclaros, Andreieff, hubo de escapar a duras penas, para morir luego en la obscuridad y el abandono. De nada había servido levantar a un plano de grandeza en la creación artística el alma torturada y contradictoria del vagabundo de la estepa o del hombre de las ciudades. Iguales en la veleidad, en la delicadeza y en la brutalidad.

  • Vol. 13 Núm. 131 (1936)

    La muerte de Spengler es, indudablemente, un acontecimiento de gran magnitud. Debemos considerarlo como tal, porque con Spengler, desaparece uno de los más originales poetas de la filosofía de la historia. Cuando publicó su decadencia de occidente, especie de desfile de las culturas hacia el abismo, fueron muchos los pensadores que rebatieron su concepción del fracaso de la civilización de la cual su propio pueblo formaba parte.

  • Vol. 13 Núm. 130 (1936)

    La muerte de un poeta es siempre un suceso lleno de sugestiones. Porque nunca los poetas mueren en la opulencia y siempre se van de la vida con un profundo sabor amargo en los labios. Ese sabor áspero de la ceniza de que se habla con desapacible melancolía en una página del Eclesiastés. Fueron reyes suntuosos, espíritus plenos de miel y de oro, y desaparecen como los mendigos, cubiertos de harapos y abandonados de la fama que tanto les ayudó a creer que eran físicamente inmortales.

  • Vol. 13 Núm. 129 (1936)

    El centenario de Gustavo Adolfo Bécquer no tuvo resonancia alguna en el voluble corazón de esta generación chilena. No creemos que tuviera tampoco resonancia de ninguna especie en el corazón igualmente voluble de otras generaciones americanas. La fecha pasó sin ruido, de puntillas, como temerosa de turbar las horas de desenfreno que vive la juventud. Bécquer ha pasado ya al rincón inevitable del olvido. No fué el hombre de hierro, ni el hombre de las conquistas. No anduvo a trastazos con la política. Recibió una herencia de pobreza y debió batallar como pudo contra un ambiente egoísta y feroz. Nacido en pleno esplendor romántico, fué azotado rudamente por la adversidad. Mientras Larra se partía la frente de un pistolazo, Bécquer irrumpía en la poesía castellana con un acento que no ha tenido par Aquél era la sátira amarga, el desdén ácido, todo lo que en el romanticismo fue desesperación y crítica. Y este era el poeta del amor desesperado. El poeta del amor puro, sin mezcla alguna de elementos extraños al lirismo. Con todo, había en esa naturaleza poética todo lo que da al amor la vida en martirio Bécquer sufrió en carne viva las puntadas terribles de los celos, del dolor y de la rabia. Y por eso, pudo decir: «Si rodando mañana, este veneno—Envenena a su vez, ¿por qué acusarme?— ¿Puedo dar más de lo que a mi me dieron?».

  • Vol. 13 Núm. 128 (1936)

    Se encuentra entre nosotros en jira de estudio el ilustre escritor colombiano Luis López de Mesa, ex Ministro de Educación de su patria y uno de los hombres de pensamiento de más severa formación intelectual de aquel país. López de Mesa ha podido realizar en sus libros, especialmente en como se ha formado la nación colombiana, el viaje de mayor enjundia que puede realizar un escritor, perforando con la sonda de su análisis las realidades históricas de su tierra. Ese libro es el documento de interpretación de Colombia de mayor caudal analítico y el más profundo de los ensayos integrales. Puede seguirse allí la formación de la nacionalidad en la heterogeneidad de sus grupos raciales, tan sugestivos en Nueva Granada, en la evolución del concepto educacional, en la escuela, en la riqueza nacional, en la evolución de las ideas polílicas y constitucionales, en el noble empeño de formar con la cultura, un vasto campo de posibilidades espirituales.

  • Vol. 13 Núm. 127 (1936)

    La muerte de Valle Inclán es una gran pérdida para las letras españolas y americanas. Fué el esteta magnífico y el hombre de recia independencia. Su estilo casi no tiene par en la literatura castellana y los libros que compuso marcan todos ellos nueva sensibilidad en la creación novelesca. Valle Inclán había saturado con una atmósfera llena de misterio el ámbito de la literatura realista de España, comunicándole un soplo en el que zumbaban tan pronto la ironía como las ráfagas sombrías del dolor. Sus SONATAS célebres en la historia del estilo, sus ESPERPENTOS, zumbones y sarcásticos en intención humana, su RUEDO IBERICO en el que aspiró a encerrar toda una etapa de la historia española, son los más resaltantes y bellos documentos de su labor de escritor.

  • Vol. 12 Núm. 126 (1935)

    1935.  En América el año se sepulta sin ruido. Quizás sea mejor. En Europa en cambio, cae abrasado en llamas como un avión. La guerra italo-etíope, eje de toda la alteración de las relaciones entre los países que hicieron juntos la gran jornada civilizadora de 1914... ha acumulado sobre Europa una tensión casi angustiosa. Un horizonte de tormenta, ciñé el contorno del continente de la cultura.

  • Vol. 12 Núm. 125 (1935)

    INQUIETUD EN BRASIL.  Heráclito Lobato, uno de los escritores del Brasil actual, decía en octubre de este año, refiriéndose a la juventud de su país: No es posible quedarnos inactivos a la vera de la encrucijada. Estamos a no dudarlo en el pórtico de un mundo nuevo, de una verdad nueva; pero hay tantos caminos que prometen llevarnos a ella que no sabemos por cual decidirnos.

  • Vol. 12 Núm. 124 (1935)

    HERNÁNDEZ CATA.  Es sin duda práctica excelente de algunos gobiernos de América Hispana la de designar en las misiones diplomáticas a los más prestigiosos intelectuales. Se ha dicho que esta costumbre fué iniciada por la República española; pero lo cierto es que es costumbre antiquísima, abonada por el hecho de que tales misiones tenían además del carácter protocolar, un fino sentido de comprensión y de justicia para el hombre de letras.

  • Vol. 12 Núm. 123 (1935)

    EUROPA ENLOQUECIDA.  Europa no escarmienta. Y es sin duda un triste balance el que ofrece la actualidad del mundo, en esta hora de agresividad extrema, en que parece perdido el control de la paz. ¿Han fracasado los pacifistas que después de 1918, entregaron toda su energía a combatir la guerra? Después de esa fecha, la literatura de guerra alcanzó proporciones nunca vistas. Todo el mercado editorial del mundo, puede decirse estuvo destinado durante varios años a alimentar la avidez de los hombres que pedían nuevos documentos condenatorios de la guerra.

  • Vol. 12 Núm. 122 (1935)

    BARBUSSE.  En el Hospital de Kremlin, a pocos pasos del sarcófago en que reposa Lenin, murió Henry Barbusse. El mismo no lo hubíera creído, aunque en espíritu, el autor de "El Fuego", vivía ya en medio de la revolución rusa.

  • Vol. 12 Núm. 121 (1935)

    EL CENTENARIO DE CARDUCCI.  En estos días se ha celebrado, por cierto que académicamente, el centenario del nacimiento del gran poeta italiano Giouse Carducci. Vale la pena rememorar aquella su airada observación; "Italia no tiene muchos escritores y eso es demostración de que aún le queda una fibra de los antiguos riñones". Ocurría esto en un año de 1800 y tanto. Porque para Carducci era necesario que no hubiera tanto declamador estéril, tanto retorizante hueco y ensoberbecido.

  • Vol. 12 Núm. 120 (1935)

    TREGUA TARDÍA.  Por fin la tregua del Chaco. Tarde, sin duda, porque el acuerdo firmado por los cancilleres en Buenos Aires, el día 12 de junio, pudo ser firmado antes. Antes de la matanza inútil, de la matanza estéril, que mantuvo suspendida sobre América hispana la amenaza de un conflicto continental.

  • Vol. 12 Núm. 119 (1935)

    ¿Y LA PAZ?. Hay una promesa de paz en América. ¿Será ello posible? Las conferencias de Buenos Aires, permiten suponer que por lo menos se logrará hacer cesar el sangriento conflicto del Chacao. Es decir, paralizar las hostilidades mientras los cancilleres discuten en la tranquilidad del Gabinete, las condiciones y las garantías que reclaman cada uno de los beligerantes.

  • Vol. 12 Núm. 118 (1935)

    PERIPECIA DEL ESCRITOR.  También hay un drama del escritor, mal que pese a los que suponen que el escritor es un ser sin dramas, puesto que vive dedicado a forjarlos, o a examinar el drama de los otros. Pero vive suspendido sobre un abismo y es, menos el receptáculo de las inquietudes actuales que el espectador de su propia e inevitable amargura.

  • Vol. 12 Núm. 117 (1935)

    LA LOCURA DEL MUNDO. La actualidad mundial está toda consagrada a la posibilidad de una guerra europea. La carrera armamentista alcanza ahora una tensión inusitada, acaso como nunca se sintió en otras épocas. Cifras fantásticas del presupuesto de las naciones se fijan para la construcción de armamentos. Se ha olvidado por completo la dura experiencia de 1914 y como si el mundo hubiera alcanzado una época de superabundancia  y no existieron las masas de famélicos, se está entregando a la destrucción el tesoro destinado a salvar por otros medios a la humanidad angustiada.

  • Vol. 12 Núm. 116 (1935)

    EL DRAMA DE LA JUVENTUD. Es Mauriac el que alguna vez ha dicho que él pertenece a una generación sin maestros. Entre escolares y universitarios vacilantes, y entre escritores sin orientación alguna, discurrió gran parte de la vida del novelista. Pero, si en Europa es posible que un escritor confiese este desgarrón íntimo y doloroso, ¿cómo empezar la requisitoria en estas tierras de la incertidumbre y de la vacilación?. Falta el héroe. Más que el héroe el conductor de la juventud.

  • Vol. 12 Núm. 115 (1935)

    1935. La fecha no evoca nada. La cifra se cierne vacía de contenido. Pero la esperanza, como la caja de Pandora, está viva y oculta. Tal es el sino. El año literario fecundo que acaba de pasar, promete también un año tanto o acaso más fecundo. Quizá si la saturación nos impida, como en otro tiempo, entender que a mayor cantidad de libros sucede una mayor atonía, porque el que nunca ha podido satisfacer su hambre, al tener cerca el alimento, sufre de hartazgo. 1935 verá muchas cosas. Entre ellas quisiéramos desde luego, el término de esa guerra monstruosa del Chaco, que no es sino la negación de la cultura americana, por la que tanta tinta se ha derramado.

  • Vol. 11 Núm. 114 (1934)

    FINAL DE AÑO.  Con este número nuestra revista colma un nuevo año de fecunda labor en beneficio de la cultura chilena. No está bien, quizá, que lo digamos nosotros mismos. ¿ Pero quién podría decirlo con más justicia y con más segura evidencia? Hasta nosotros llegan de todo América, de todos los rincones de esta América que comienza a entender que la cordialidad debe ser la ley en el comercio intelectual, palabras de afecto, voces fraternas, aliento,esperanza. De donde menos pudiéramos imaginarlo, llegan finos acentos de estímulo.

  • Vol. 11 Núm. 113 (1934)

    UN PROGRAMA LITERARIO.  Una gran vida editorial supone un paralelismo con el conocimiento literario más o menos hondo de las alternativas e influencias sufridas por la literatura del país, en donde tal movimiento de publicidad se produce. Chile está ahora ebrio de publicidad, y las vitrinas de las librerías de la capital, muestran cada semana innumerables novedades de libros nacionales lanzadas sin interrupción por las varias casas editoras que se han establecido, pero la mayoría del público lector, continúa ignorando todo lo que se relaciona con el proceso literario chileno.

  • Vol. 11 Núm. 112 (1934)

    UN PROBLEMA DIFÍCIL.  El problema sexual actual es uno de los problemas más obscuros y difíciles de Chile. ¿ De Chile solamente? En general, de todos los países en los que sobre la corteza moderna, domina la herencia espiritual del coloniaje. Con lo cual nos referimos a todos los países de extracción indohispana. La palabra sexo es palabra proscrita.  Por lo menos lo fué durante muchos años. Lo fué por razones de moralidad, según se decía, aunque el sexo continuara ejerciendo, en la obscuridad, su dominio indisputable. Se convino en mantenerlo relegado, en destierro perpetuo. Se vengaba desencadenado terribles tragedias.

  • Vol. 11 Núm. 111 (1934)

    POLÍTICA E INTELECTUALES.  En Francia las revistas literarias han planteado en sucesivas encuestas el estado político y la posición del escritor después de los sangrientos sucesos de Febrero en París. Hay diferencia, por cierto, entre la pasividad de torre de marfil de los escritores americanos y la de estos intelectuales franceses que abandonan por un instante su postura eminentemente pacífica y se consagran a examinar el porvenir de sí mismos.

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