Archivos - Página 3

  • Vol. 33 Núm. 373 (1956)

    JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, PREMIO NOBEL. El Premio Nobel, otorgado a Juan Ramón Jiménez , exalta la culminación de un concierto de voces líricas españolas, de un lirismo iniciado toscamente por el Arcipreste de Hita, convertido en doloroso lamento en la églogas de Garcilaso, tejido más tarde en la frondas del misticismo peninsular, para ser disparado muy cerca de nosotros, por innumerables senderos. Entre sus adalides están los nombres de Salvador Rueda, Antonio Machado, García Lorca y Vicente Aleixandre.

  • Vol. 33 Núm. 372 (1956)

    ESPAÑA EN AMÉRICA.  No sólo tiene valor histórico el aniversario del descubrimiento de América. Implica también una significación simbólica doblemente trascendental: se incorporan a la humanidad tierras vírgenes en las cuales España irradiará su espíritu, tan pronto dominado de idealismo como objetivamente realista. Como consecuencia de tal condición humana superior, rebrotará el alma hispánica vivificada con los elenentos raciales y geográficos del Nuevo Mundo, formándose pueblos ganosos de emularla.

  • Vol. 33 Núm. 371 (1956)

    MAX JARA, PREMIO NACIONAL DE LITERATURA. Los escritores no se extrañaron por el otorgamiento del Premio Nacional de Literatura, correspondiente a 1956. Max Jara es un poeta de calidad indiscutible, el artífice de una producción escasa; pero selecta, sustentada en la exigencia de una rigurosa emoción. Su poesía aristosa, tierna, rítmica, impregnada de humildad, es el contraste de una naturaleza retraída, olímpica, con dos fuerzas en continua pugna: la inteligencia y la sensibilidad. ¿Dónde habría que buscar las causas de esta posición algo enfática ante la vida y el arte? Además de los factores temperamentales que influyen la conducta de un hombre, es preciso inquirir la raíz ambiental que malogra o estimula sus apasionadas inclinaciones. 

  • EN HOMENAJE A MARIANO LATORRE
    Vol. 33 Núm. 370 (1956)

    DESPEDIDA.  Este día frio en medio del verano es como su partida, como su desaparición repentina en medio del regocijo multiplicado de su obra. No voy a hacer un discurso funerario para Mariano Latorre. Quiero dedicarle un vuelo de queltehues junto al agua, sus gritos agoreros y su plumaje blanco y negro levantándose de pronto como un abanico enlutado. Voy a dedicarle una queja de pidenes y la mancha mojada, como sangre en el pecho, de todas lasloicas de Chile. Voy a dedicarle una espuela de guaso, con rocío matutino, de algún jinete que sale de viaje en la madrugada por las riberas del Maule y su fragancia. Voy a dedicarle, levantándola en su honor, la copa de vino de la patria, colmada por las esencias que él describió y gozó.

  • Vol. 33 Núm. 369 (1956)

    DON ENRIQUE MOLINA.  Desde su fundación, hace treinta y siete años, Don Enrique Molina rigió los destinos de la Universidad de Concepción. En tan largo lapso su espíritu creador y su voluntad sin quebrantos, estuvo constante y fervorosamente al servicio de este plantel universitario. El nombre de don Enrique Molina a quedado unido al nacimiento, formación y madurez de la Universidad penquista. Puede él, desde el lugar de su descanso, que tan bien ganado se tiene, comprobar con gozosa satisfacción que los esfuerzos de su inteligencia y dinamismo fructificaron magníficamente. 

  • Vol. 33 Núm. 367-368 (1956)

    MISIÓN DE LA UNIVERSIDAD.  La reforma universitaria no puede reducirse a ni siquiera consistir principalmente en la corrección de abusos. Reforma es siempre creación de usos nuevos. Los abusos tienen siempre escasa importancia. ´Porque, una de dos: o son abusos en el sentido más natural de la palabra, es decir, casos aislados, pocos frecuentes, consuetudinarios, pertinaces y tolerados, que no ha lugar llamarlos abusos. En el primer caso es seguro que serán corregidos automáticamente; en el segundo fuera vano corregirlos, porque su frecuencia y naturalidad indican que no son anomalías, sino resultado inevitable de los usos que son malos. Contra éstos habrá que ir y no contra los abusos.   
  • Vol. 32 Núm. 359 (1955)

    CON razón se ha dicho que los escritores nos dan la cifra del mundo. Y, esta misión ineludible presenta, por lo menos, dos vertientes. De un lado, el respeto a la verdad, sin pactos ni concesiones. De otro, la íntegra conservación de la dignidad, en los estrictos dominios íntimos y en sus proyecciones sobre los demás seres. De esta ecuación, de este equilibrio depende la validez de una obra.

  • Vol. 32 Núm. 358 (1955)

    REALIDAD Y POESÍA DE ANDERSEN.  Con frecuencia el escritor se instala en frondas legendarias. Desde las altas cimas los horizontes del terruño, registra en su sensibilidad el ambular ingrávido de hadas y duendes.  Y cuando su atención se central en las realidades, se desliza por los dominios de la matización poética. Entonces, realidad y fábula se confunden, como un anverso y reverso de una moneda lanzada al viento, entre cuyos bordes cabe al acerado filo de la fantasía. 

  • Vol. 32 Núm. 357 (1955)

    HOMENAJE A RÓMULO GALLEGOS. El públicto literario hispanoamericano, desde hace algunos años, ha tomado conciencia del valor de ciertos escritores que son verdaderamente representativos de nuestra problemática, tan variada en lo humano y lo geográfico y de nuestras aspiraciones dignas. Este público, a la vez que respalda la producción de los grandes escritores, no olvida las fechas que poseen resonancia continental: el autor vive hoy con sus lectores en insospechada hermandad. 

  • Vol. 32 Núm. 355-356 (1955)

    AMÉRICA EN LA ENCRUCIJADA.  Denominación demasiado amplia y por tanto imprecisa la de América si queremos con ella aludir a todo el continente colombino. Su extensa superficie abarca regiones variadísimas por su geografía, producción agrícola y minera e índole de sus habitantes.

  • Vol. 31 Núm. 345 (1954)

    La reunión recién efectuada en Caracas, con asistencia de la casi totalidad de los países iberoamericanos, ha sido divulgada, principalmente en Chile, sobre la base de sus aspectos negativos. Ellos no son pocos y cumplen una función de estímulo a la altivez hispanoamericana, condición de madurez y tormento espiritual prematuros, que nos vienen de España y que hacen evocar la historia de las formas biológicas muy evolucionadas, propensas a morir antes que las formas aptas, felices de su condición vital.

  • Vol. 31 Núm. 343-344 (1954)

    Más de algún ensayista, alguien capaz de referir con amenidad las alternativas del pensamiento del hombre, ha expresado que con Sócrates nace la inteligencia. Esta posición filosófica del maestro, en pugna con la ignorancia y la superstición antigua, determinó que Sócrates bebiera su trago letal de cicuta, acusado de corromper a la juventud.

  • Vol. 30 Núm. 341-342 (1953)

    ACTIVIDAD LITERARIA NACIONAL.  Durante el año han surgido obras escritas a mimeógrafo, ediciones de bolsillo, tamaño agenda, ediciones privadas, tiradas reducidas de libros impresos por el autor, sin avisos ni disbribución, ni estímulos de ninguna especie.  Al contrario, con un fuerte desembolso de dinero ya que las impresiones tiene un precio cada vez más alto. ¿Y es Chile un país de vida fácil en que sea posible vivir al borde de la tierra o conversar en las esquinas, como si la existencia no tuviera otro goce que murmurarla? Bien sabemos que no.

  • Vol. 30 Núm. 339-340 (1953)

    JUAN FRANCISCO GONZÁLEZ.  Es el pintor de Chile, es decir, el que de una manera más sutil, penetrante y honda encarna el espíritu de su tiempo y de su raza. Y con ello no queremos unirnos a la falange de quienes un poco irreflexivamente hablan de "pintor criollo", creyendo ver en el tema o en el contenido del cuadro, que es lo adventicio y pasadero, lo esencial. 

  • Vol. 30 Núm. 337-338 (1953)

    CONGRESO UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO.  En los días comprendidos entre el 23 de noviembre y el 4 de diciembre del año en curso, la capital de Chile será sede de un acontecimiento de las más alta significación espiritual.  Entonces se efectuará el II Congreso Universitario y la I Asamblea de la Unión de Universidades Latinoamericanas. 

  • Vol. 30 Núm. 336 (1953)

    TRIUNFO DE LA CREACIÓN ARTÍSTICA.  La actividad del artista, su necesidad creadora y la expresión de sus mismas obras se ven, con frecuencia, obstruídas por el ambiente que los rodea.  Hace pocos años, el ensayista español Guillermo Díaz Plaja dió una definición de la poesía que tal vez se fijó en la memoria de sus oyentes. La poesía, según el catedrático, es la asociación sorpresiva de palabras, que contribuye a que los hombres adquieran una visión nueva del universo. 

  • Vol. 30 Núm. 335 (1953)

    PREVISIÓN PARA LOS ESCRITORES Y ARTISTAS.  Si fuera preciso caracterizar la época que vivimos, diríamos que ella está señalada por la socialización, la tutela del estado por el trabajo de sus funcionarios, se amplió a los obreros y también al profesional libre. Hoy puede afirmarse, sin hipérbole, que vivimos la epóca del gremio y que necesidades vitales de la colectividad, como son la medicina y los servicios jurídicos, se encuentran socializados. 

  • Vol. 30 Núm. 334 (1953)

    CONGRESO DE LA CULTURA. Es probable que de ninguna columna editorial se aguarde un juicio más desapasionado acerca del Congreso de la Cultura que se realizará en nuestro país, como de esta publicación dedicada, durante varios lustros, al servicio exclusivo del pensamiento.  ¿Que vemos nosotros, los escritores y maestros chilenos en la inminencia de un Congreso de la Cultura? Ante todo, una posibilidad indiscutible de intercambio cultural, en seguida, un torneo durante el  cual los problemas estéticos e históricos que vive el hombre de hoy serán analizados bajo la luz poderosa del libre examen. 

  • Vol. 30 Núm. 333 (1953)

    LA CASA DE LA CULTURA. Si llamáramos al escritor héroe de la cultura, tal vez no incurriríamos en una exageración. En ambientes sórdidos, prácticos, de utilidad inmediata, entre funcionarios que asumen un mando impermeable al espíritu, siempre orientados hacia la rutina estéril, el escritor debe contemporizar a fin de poder subsistir con decoro.  Los altos funcionarios que han demostrado deferencias para el escritor chilena caben en la más somera de las nóminas y junto con hacer llevadera la creación del espíritu, les ha correspondido luchar contra los embates de la mediocridad organizada, que trata de acallar la voz que le interpreta y la exhibe con su estolidez y sus taras en el espejo despiadado de la creación artística. 

  • Vol. 30 Núm. 331-332 (1953)

    EL CENTENARIO DE JOSÉ MARTÍ. La gesta libertadora, iniciada en América en los primeros años del siglo XIX  y que culmina con la formación de los estados independientes de la tutela peninsular, se detiene en la luminosa y bella Cuba, que ha de padecer un largo período de luchas y quebrantos, en un esfuerzo aguerrido por incorporarse al resto de sus hermanos libres del continente. España ahoga implacablemente cuanta actitud insurrecta acometen los isleños; pero ello no hace más que robustecer su fe libertaria y acerar su voluntad, dispuestos a perecer antes que vivir sometidos. Ni el destierro, ni la prisión, ni los trabajos forzados, ni la muerte aplacan el ímpetu revolucionario de los cubanos, como auténticos hijos del Cid Campeador.

  • Vol. 29 Núm. 329-330 (1952)

    EL número anterior de esta revista estuvo dedicado a honrar la extraordinaria personalidad del ilustre polígrafo don fosé Toribio Medina Zavala, con motivo de cumplirse el primer centenario de su nacimiento. Ahora le cabe el alto honor de recordar la figura egregia, de pensador y educador, de don Valentín Letelier Madariaga, nacido hace un siglo en la ciudad de Linares.

  • Número extraordinario en Homenaje a José Toribio Medina
    Vol. 29 Núm. 327-328 (1952)

    ATENEA cumple su misión de ser reflejo de la actividad intelectual de Chile y de América, dedicándole este número a José Toribio Medina, el más ilustre de los historiadores y bibliógrafos de América y del mundo, al cumplirse el primer Centenario de su nacimiento.

  • Vol. 29 Núm. 325-326 (1952)

    CORRIA el año 1942. Un grupo heterogéneo en cuanto a las edades de los intelectuales que lo integraban, reducido, pero reflexivo, escuchó, con serenidad, las más diversas aspiraciones del ambiente chileno y las llevó al seno de cierta entidad nacional de escritores. En este organismo no hallaron —si hemos de ser absolutamente fidedignos— eco o ambiente apropiado. Su comisión directiva estaba interesada en asuntos más pequeños, de mera rutina gremial e, incluso, preocupada de su reelección en términos que su configuración fuese mantenida sin variaciones apreciables, ni de hombres, ni de programa. Así nació, entonces, una nueva entidad de escritores chilenos, aunque repugnaba a sus fundadores la dispersión gremial.

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