Archivos - Página 5

  • Vol. 26 Núm. 288 (1949)

    LA MUJER EN LA  VIDA POLÍTICA NACIONAL.  Dentro del conjunto latinoamericano, Chile se ha hecho notar por su ordenada evolución política y por la temprana madurez de su organización institucional. Los elogios que ha merecido su desenvolvimiento social e histórico han sido unánimes. Este concepto se afirma si se estudia su estructura básica a través de su abundante y avanzada legislación, una de las más completas del Continente. De acuerdo con ella nuestro país ha establecido organismos de previsión social, del trabajo, asistenciales y educacionales, desde hace muchos años, mientras que en otras naciones, de gran desarrollo económico, sólo recientemente se incorporan a su organización jurídica.

  • Vol. 26 Núm. 287 (1949)

    LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN.  Un anhelo generoso que se hizo carne en un grupo de hombres de buena voluntad, poseídos por noble ambición, concretó en un hecho efectivo el nacimiento de la Universidad de Concepción. Una serie de tropiezos de carácter económico, de dificultades de orden administrativo para aunar voluntades que no era fácil hacer confluir, amenazaron en un comienzo la existencia de la institución que, andando el tiempo, había de derramar desde sus aulas la cultura que un país necesita para formar el pensamiento de un pueblo y afinar su espíritu dentro de la con­ciencia colectiva.

  • Vol. 26 Núm. 286 (1949)

    LA leyenda bíblica nos cuenta que Caín mató a Abel en un rapto de ira. Según esa misma leyenda no existían entonces armas para combatir, pero ya el hombre llevaba dentro de su corazón el odio y esta pasión obscura contenía la fuerza necesaria para mancharse las manos con la sangre del hermano. No existían en el principio del mundo, luchas religiosas, ni cerradas beligerancias doctrinarias. Ni se habían desencadenado las luchas de predominio comercial, ni era el espacio vital la excusa que se daba para lanzar a los países a la guerra, o sea a la destrucción, a la desventura y a la desesperada angustia de no ver por ningún lado un horizonte que ofreciera la gracia plena de una paz sin sobresaltos.

  • Vol. 26 Núm. 285 (1949)

    SOBRE EL ESCRITOR CHILENO.  Desde que se produce el movimiento intelectual de 1842 hasta el presente, a lo largo de un siglo, el desarrollo experimentado por la literatura nacional es de extraordinarias proporciones, a pesar de las duras realidades en las que ha debido desenvolverse. La indiferencia de muchos sectores sociales, la ignorancia de grandes masas de población y el atraso del país en varios aspectos, han constituído factores que han obstaculizado nuestro proceso literario. No obstante, a pesar de tales factores negativos, el avance experimentado es enorme y la influencia que derrama es de singular trascendencia.

  • Vol. 26 Núm. 283-284 (1949)

    AÑO tras año las puertas de nuestro primer establecimiento educacional se abren en el período estival para dar paso a las juventudes de América que, ansiosas de complementar su educación, buscan en nuestras aulas y en el prestigio docente de nuestros maestros la voz aleccionadora.
    Decimos «juventudes de América» sin que nuestra expresión suene a hipérbole. En efecto. En cada nuevo curso el núcleo juvenil crece y se multiplica. Cada alumno, vuelto a su hogar al término de la tarea, es el mensajero verídico y el más útil de los propagandistas. De todos los rincones de América llegan hasta la casa de Andrés Bello y en sus aulas reciben el mensaje de saber y de cordialidad. Cada año ese núcleo es mayor. La Escuela de Verano es, sin duda alguna, una de las actividades que expanden por el hemisferio americano el buen nombre de Chile.

  • Vol. 25 Núm. 281-282 (1948)

    DELGADO, apacible, T. S. Eliot eleva su extraordinaria figura al recibir. en feliz justicia crítica, la alta distinción que envuelve el Premio Nobel de Literatura. Sin duda, la personalidad universal de Eliot. aislada de lo cotidiano, expuesta en un molde de órbita incalculable por sus características finas y resonantes, que, a la vez, hacen pensar en una elaboración a base de culturas yuxtapuestas, señala el caso de un intelectual llamado a servir, por medio de su obra, como documento responsable de su tiempo. Ni Kipling, Galsworthy, y Shaw, predecesores ingleses del autor de «Los Hombres Huecos» en la obtención del Premio Nobel, obligan a una meditación más severa que la que nos ofrece el mundo creado por Thomas Sterne Eliot en la muestra de una civilización en decadencia exhausta, sin fuerza, de rígidos pensamientos.

  • EL CUENTO CHILENO
    Vol. 25 Núm. 279-280 (1948)

    «CHILE país de historiadores», es una frase que se oyó repetir muchas veces en los comienzos del siglo. La frase tenía su tonillo impertinente y despectivo, pues intentaba hacer creer que era éste, un país Je gente sin imaginación; seca, rígida, documental. Sin más vibración que la que proporciona una fecha, los de talles de un descubrimiento o una acción de guerra. En la actualidad, la apreciación es errada, pues el concepto moderno de la historia va por caminos que lindan y hasta se confunden, no pocas veces con la creación literaria.

  • Vol. 25 Núm. 278 (1948)

    EL Ministro de Educación, señor Armando Mallet, ha propiciado ante S. E. el Presidente de la República, una campaña en contra del analfabetismo nacional. La iniciativa encontró, como es obvio, la más amplia acogida y el valioso auspicio del Primer Mandatario, quien manifestó, en la reunión efectuada en La Moneda con el fin de coordinar los planes de la campaña, que «debemos incorporar a más de un millón de analfabetos a la vida activa del país».

  • Vol. 25 Núm. 277 (1948)

    EN muchas ocasiones en que se ha tratado el problema editorial, escritores pertenecientes a ese brillante grupo que surgió junto con las primeras luces de este siglo, al referirse a las dificultades que se les presentaban para publicar sus libros. recuerdan que ellas eran realmente insubsanables. Casi todos ellos, para poder publicar sus primeros libros, debieron hacer sacrificios que superan a toda ponderación. Y el motivo no es difícil de explicar. Eran tiempos en que nadie se interesaba por leer libros chilenos. Para el público lector, mejor dicho, el escritor chileno no existía. Exceptuando uno que otro caso muy señalado los libros que publicaban esos hombres esforzados. que llevaban dentro del pecho un corazón de artista a prueba de todo desencanto, se quedaban en las librerías cubriéndose de polvo, patinados por una etapa de indiferencia absoluta.

  • Vol. 25 Núm. 276 (1948)

    EL Premio Nacional de Literatura se ha transformado en una Institución consagratoria, no sólo apasionante para los escritores que se sienten dignos de la recompensa, sino, también, para la gente profana a la literatura, que ha estimado la actividad artística como algo difuso y a sus cultores como elementos al margen de las tareas productivas del país.

  • Vol. 25 Núm. 275 (1948)

    LAS veintiún naciones de América, que, con la excepción singular del Canadá, se vienen reuniendo periódicamente, inspiradas por el alto ideal de constituirse en organismo de paz Y ayuda mutua, han celebrado en Bogotá—Santa Fe de Bogotá de los tiempos prístinos y también ideales—una de sus más memorables asambleas.

  • Vol. 25 Núm. 274 (1948)

    ALTO pálido, de pelo oscuro, fray Gabriel Téllez, conocido en el mundo literario por el pseudónimo de Tirso de Molina, es el creador de un mito primordial de las letras universales, basado en la figura galante de Don Juan. Su condición de religioso mercedario de carrera, no refugiado en la Orden Católica en los últimos años de su vida, como ocurre en Lope de Vega y otros artistas de aquella época de soldados y frailes, hace todavía más interesante su creatura artística que parece simbolizar, antes que la concupiscencia y el cinismo, una singular energía de la tierra frente a la divinidad.

  • Vol. 25 Núm. 273 (1948)

    RÓMULO GALLEGOS hombre de América, escritor americano y cantor de su tierra, de sus hombres y de su belleza multiforme, ha sido elegido Presidente de su país, caso que ocurre por primera vez en este continente, cuyo aire indio inflara hace ya cuatro siglos, las velas de los barcos de Colón. En Venezuela, la pequeña Venecia, de los marinos de Américo Vespucio, tierra de hombres de genio, se cumplirá una experiencia singular: la de que un escritor se convierta en mandatario supremo de una nación.

  • Vol. 25 Núm. 271-272 (1948)

    LA inclusión de un Item en el Presupuesto Ordinario de la República, destinado a proteger la Literatura, la Ciencia y el Arte, cristalizó muchos esfuerzos de escritores y artistas. Desde hacía varios años se preconizaba la idea de fundar un Consejo de Protección Literaria Artística y Científica, que sacara de su estagnamiento a la actividad más alta de la vida humana, perdida, en apariencias, en un país cuya sesuda y poco imaginativa clase dirigente, no había demostrado hasta entonces ningún interés por las actividades denominadas estéticas.

  • Vol. 24 Núm. 269-270 (1947)

    COMO una repercusión tardía de las descomedidas palabras de Pío Baroja en el sentido de que América es el continente estúpido por excelencia, el escritor italiano Juan Papini ha expresado análogos conceptos al desconocer el aporte de nuestro continente a la cultura universal, y al considerarnos como un vulgar productor de materias primas. Acaso más que a simple arbitrio de los escritores mencionados, se deben sus expresiones despectivas para América a ignorancia de lo que ella ha sido y de lo que en la actualidad está realizando en la vida del espíritu.

  • Vol. 24 Núm. 268 (1947)

    SIGUIENDO el camino de la aventura y tras las huellas ilusionadas del Gran Almirante don Cristóbal Colón, quien señala la ruta portentosa, enderezan su proa audaz, hacia las tierras de América, las naves de Hernando de Magallanes, de Juan Diaz de Solís y de Vasco Núñez de Balboa, modernos argonautas que inician la gesta heroica de los descubrimientos en estas latitudes de infinitos y dilatados horizontes.

  • Vol. 24 Núm. 267 (1947)

    EN estos días, próximos a la fecha en que se celebra el aniversario de nuestra independencia política, han regresado al seno de nuestra tierra los restos mortales de dos mujeres ilustres: Doña Isabel Riquelme y su hija doña Rosa Rodríguez, madre y hermana de prócer máximo de la patria chilena, don Bernardo O'Higgins. El acto ha dado motivo a hermosas manifestaciones de confraternidad entre dos pueblos que nacieron a la vida independiente, por obra y gracia del esfuerzo y de la decisión inquebrantable de O'Higgins y San Martín, cuando crearon casi por milagro de voluntad la Escuadra Libertadora, que llevó a las tierras del legendario Tahuantinsuyo, los ejércitos que habían de luchar con los gloriosos tercios de la España de Carlos V, en cuyos dominios ya el sol comenzaba a ponerse.

  • Vol. 24 Núm. 266 (1947)

    LAS sociedades literarias de Santiago, qué en cierto modo representan o tratan de representar el pensamiento directriz de la cultura chilena, se han venido preocupando en diversas oportunidades de obtener del Gobierno de la República, el nombramiento de hombres verdaderamente capacitados especialmente artistas en todos los géneros, para desempeñar los cargos de adictos culturales en las embajadas que se mantienen en el exterior. Y ese deseo refleja la aspiración de que esos hombres vayan a los demás países que mantienen relaciones con el nuestro, a trabajar por que el espíritu de nuestra nacionalidad sea conocido y apreciado en toda su magnitud creando de este modo sólidos vínculos que amplíen el horizonte de nuestra cultura.

  • Vol. 24 Núm. 265 (1947)

    ESTE mes de julio es pródigo en días de gloria que prestigian y elevan la condición humana, tan desacreditada en estos últimos tiempos. Tiempos en que el odio y el rencor han arrasado con todos los principios de solidaridad que el hombre necesitó cultivar, para hacer florecer en el mundo los más altos atributos de su inteligencia. La humanidad que ha pasado por horas aciagas, que ha sufrido el vendaval de todas las pasiones y el huracán de los odios y de la metralla que derrumbó soberbias y naciones constituidas, que tiene sin embargo su blasón y su gloria más alta en todos aquellos movimientos que florecieron generosos en el espíritu de los hombres dispuestos a conquistar la libertad, la justicia y el derecho.

  • Vol. 24 Núm. 264 (1947)

    QUE pasa entre los escritores? Es esta una pregunta que se ha formulado con insistencia, en estos días, en diversos círculos y ambientes de Santiago, con motivo de una serie de incidencias ocurridas, alrededor de la composición del Ju­rado que debe discernir el Premio Nacional de Literatura. La respuesta a tal pregunta no es fácil darla, como no es fácil explicar el verdadero móvil, que tuvo cierto grupo de escritores para desconocer el nombramiento recaído en la persona del señor Hernán Díaz Arrieta; crítico literario de «El Mercurio» y hombre de reconocida solvencia intelectual, para integrar dicho Jurado en representación de la Sociedad de Escritores de Chile.

  • Vol. 24 Núm. 263 (1947)

    DESDE hace tiempo que se viene hablando de un Congreso de escritores entre los hombres de letras de nuestra capital. La DIC (Dirección de Informaciones y Cultura) en su deseo de ínter pretor esta inquietud del ambiente literario, acogiendo la idea con simpatía y cumpliendo uno de los puntos más importantes de su misión como organismo del Estado, ha citado a los presidentes de las instituciones de hombres de tetras, para ponerse de acuerdo con ellos y concretar de este modo la idea, llevándola a la práctica.

  • Vol. 24 Núm. 262 (1947)

    LA índole de esta revista, no se conforma, precisamente, con el aspecto político o económico que representa la aprobación del tratado con Argentina. Pero sí, nos interesa extremadamente, lo que el significa como vínculo de acercamiento efectivo con la nación hermana y como bienestar para Chile, razón superior que es necesario tener en cuenta, ante cualquiera otra consideración partidista o circunstancial. Es necesario que en esta oportunidad trascendental para la vida del país, los chilenos que tienen en sus manos el encargo de cautelar os intereses supremos de la nacionalidad den pruebas de patriotismo y altura de miras al apoyar o rechazar en definitiva, este convenio que se ha discutido con un apasionamiento pocas veces igualado.

  • Vol. 24 Núm. 261 (1947)

    QUÉ es lo que le pasa a la juventud de hoy? Nadie se preocupa de estudiar cuál es la razón segura, cierta, del abandono en que vive, pero la verdad es que día a día se va acentuando en ella, un aislamiento, una distancia con el hombre maduro; con el que ya cruzó la vida y adquirió una experiencia, que pudiera dar a conocer con provecho a quienes vienen por la misma ruta caminando hacia un mañana que en este divorcio espiritual no se ve muy claro ni muy promisor.

  • Vol. 24 Núm. 259-260 (1947)

    NO se le puede exigir a la gente en general, que tenga un criterio de académico ni de hombre de letras para escoger sus lecturas. Pero sí, conviene orientar en forma segura a la juventud cuando inicia su afición a leer, a fin de que no pierda su tiempo y se le vea vacilar, perdida en un caos de indecisiones cuando desea expresar su propio pensamiento y reforzarlo con algunos puntos de vista recogidos entre sus lecturas.

  • Vol. 23 Núm. 257-258 (1946)

    SITUACIÓN DE NUESTROS ESCRITORES.  Es posible que en Chile existan cinco sociedades de escritores, pero el escritor es siempre un voluntario, un elemento aficionado que en sus horas libres hace obra en bien de la cultura de la patria. No parece consistir la solución, entonces, en organizar más y más sociedades que, a la postre, se transforman en academias literarias para que se exhiban las personas que simpatizan y se repelan las que disfrutan de antipatías recíprocas.

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