Vol. 30 No. 333 (1953)

LA CASA DE LA CULTURA. Si llamáramos al escritor héroe de la cultura, tal vez no incurriríamos en una exageración. En ambientes sórdidos, prácticos, de utilidad inmediata, entre funcionarios que asumen un mando impermeable al espíritu, siempre orientados hacia la rutina estéril, el escritor debe contemporizar a fin de poder subsistir con decoro.  Los altos funcionarios que han demostrado deferencias para el escritor chilena caben en la más somera de las nóminas y junto con hacer llevadera la creación del espíritu, les ha correspondido luchar contra los embates de la mediocridad organizada, que trata de acallar la voz que le interpreta y la exhibe con su estolidez y sus taras en el espejo despiadado de la creación artística. 

Published: 1953-03-31

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