n. 471 (1995)
En 1995 se cumple el centenario de la muerte de Louis Pasteur, "un hombre que, más que representar el avance notable en un conjunto de disciplinas científicas, ofreció al mundo un mensaje de esperanza", como escribe Raúl Zemelman en las páginas que encabezan este número, que pretende destacar la figura del médico francés. Pasteur es un ejemplo notable de lucha contra los autoritarismos de que se reviste el saber para alcanzar el poder. Las teorías biológicas del siglo XIX habían impuesto un estatus del conocimiento inapelable a pesar de la terrible realidad médica de la época, que hacía -como escribe otro de nuestros articulistas- que "a mediados del siglo XIX las parturientas que llegaban al Hospital General de Viena rogaban de rodillas no ser internadas en una de las salas de su servicio de obstetricia porque se sabía que la mayoría de las mujeres allí atendidas morían de fiebre puerperal".