v. 20 n. 222 (1943)
HACIAMOS ver en una de nuestras notas anteriores la necesidad de organizar en una forma sistemática nuestra propaganda en el extranjero, especialmente en Estados Unidos. Decíamos que nada es más penoso para el sentimiento de los visitantes sudamericanos que la ignorancia casi general en que viven los norteamericanos respecto de las cosas fundamentales de los países de habla española. Aparte de lo que ocurre en los elementos oficiales, que por la misma razón de sus funciones están obligados a conocer la vida de estos países y lo que ocurre en los elementos universitarios, sujetos a la misma causa, el resto de la población que es lo más considerable, desconocen en absoluto todo lo que se relaciona con la América Hispana.