Vol. 32 Núm. 360 (1955)

DEMOCRACIA Y DISCIPLINA. Si nos atenemos al concepto tradicional y estricto de democracia, supone ella un régimen político fundado en la libre expresión de la voluntad ciudadana. Nada más natural y lógico que así sea, pues las leyes se hacen y se aplican para favorecer a la colectividad representada por el mayor número, eliminados los privilegios y las excepciones. Los regímenes democráticos tienen esa clara ventaja sobre las oligarquías, grupos cerrados y, especialmente, sobre las dictaduras en las cuales predominan la arbitrariedad y un interés circunscrito a minorías.