Vol. 17 Núm. 182 (1940)
EL FUTURO DE AMÉRICA. Mientras en Europa se destruye en una verdadera demencia, es preciso preguntarse qué posición adoptará América? Porque ya no conviene a esta porción del mundo la mera actitud de la contemplación. Estuvo América largo tiempo de codos sobre el balcón. Pudo recibir y adoptar muchos sistemas políticos y muchas sugestiones económicas y culturales que venían del Viejo Mundo. Respiraba la atmósfera intelectual de Europa, se vestía y fabricaba sus artefactos familiares al modo de Europa. Las modas, los libros, las ideas, los adelantos técnicos, todo se transportaba a América tan rapidamente como lo hacía la propia Europa, una nación respecto de la otra. Rubros enormes de la economía estaban destinados, en los presupuestos de cada país, a servir en el desapoderado afán de imitar las constumbres y las modalidades europeas.