Núm. 468 (1993)
Dos acontecimientos relacionados con la ciencia y el arte tuvieron lugar en Chile en el segundo semestre de 1993. Atenea no podía ignorarlos, tanto más cuanto que por su relevancia concitaron el interés internacional. El primero de ellos fue la evocación del viaje de Charles Darwin a Chile. Muchas de las observaciones del suelo de nuestro país y sus aborígenes, así corno de los restos fosilizados de especies marinas que encontró en las montañas a miles de metros de altura, le fueron de inapreciable utilidad para sus estudios científicos.