Vol. 2 Núm. 5 (1925)

AL PASAR POR LA SERENA.  Entre las pocas ciudades de alguna importancia que hay en Chile, figura La Serena, aureolada de un nimbo de idealidad, de ensueño, de reliquia colonial. Hace pensar en el encanto de las petrificaciones de las edades muertas.
Fue una de las primeras fundaciones de la conquista española y goza de la justa fama de ser patria de poetas, tierra de bellas flores y de rica fruta. De ahí salió en los últimos decenios del siglo pasado el poeta Pablo Garriga y de nuestros contemporáneos, de ahí han venido Gabriela Mistral, Manuel Magallanes M., Carlos Mondaca, Víctor Domingo Silva, Julio Vicuña Cifuentes, Julio Munizaga Osandón. Pero La Serena es sólo el semillero o vivero de los poetas. Para que fructifique la semilla tiene que ser lanzada fuera, a lugares donde soplen más intensamente los vientos de las inquietudes espirituales.

Publicado: 1925-07-31