Vol. 2 Núm. 4 (1925)
EL DERECHO DE PROPIEDAD. Casi no hay manifestación de la vida individual y social de cuyas modalidades no se deje sentir la influencia de la propiedad. La organización de la familia se ha mostrado siempre ligada a alguna forma de propiedad que la ha determinado en gran parte. Las instituciones políticas tienen como un estrato básico constituído por las maneras que presiden a la distribución de la riqueza. No ha sido posible el desarrollo de una verdadera democracia antes de la consolidación de una clase media asentada en el florecimiento de la industria y el comercio. Los regímenes aristocráticos han coincidido con la existencia de latifundios concentrados en el dominio de relativamente pocos magnates y grandes propietarios.