Vol. 26 Núm. 287 (1949)

Un anhelo generoso que se hizo carne en un grupo de hombres de buena voluntad, poseídos por noble ambición, concretó en un hecho efectivo el nacimiento de la Universidad de Concepción. Una serie de tropiezos de carácter económico, de dificultades de orden administrativo para aunar voluntades que no era fácil hacer confluir, amenazaron en un comienzo la existencia de la institución que, andando el tiempo, había de derramar desde sus aulas la cultura que un país necesita para formar el pensamiento de un pueblo y afinar su espíritu dentro de la con­ciencia colectiva.

Publicado: 1949-05-27

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Crítica de Arte