Vol. 8 Núm. 80 (1931)
DICTADURA Y MANSEDUMBRE. Para mantener su predominio, un dictador favorece por turno a determinados elementos sociales: primero al pueblo, luego a la aristocracia; más tarde a la clase media. Al pueblo con algunas leyes de apariencia beneficiosa o con obras públicas; a la aristocracia con favores: puestos, comisiones políticas, cargos decorativos, defensa de sus intereses contra un comunismo inminente. A la clase media franqueándole su entrada desbordante a la burocracia.
Publicado:
1931-10-31