Vol. 1 Núm. 9 (1924)

Para darnos cuenta clara de la actual situación de Italia, es conveniente distinguir el facismo, partido político, que tiene señalada una misión con fines inmediatos definidos, del facismo entendido como convemovimiento revolucionario y que representa un cierto orden de ideas. El facismo, partido político tuvo la suerte de encontrar,—en el momento psicológico,— un jefe de extraordinaria energía y actividad política. Los facistas llegaron a restaurar en Italia la autoridad y eficiencia del gobierno y a contrarrestar las fuerzas anti-nacionalistas que obraban en el país, representadas por el socialismo, la democracia cristiana y la masonería, que se habían desarrollado libremente a la sombra de gobiernos anteriores. Estas fuerzas arrancan su inspiración de un ideal intenacionalista, en oposición al nacionalismo o imperialismo. El socialismo, v. gr., predica la solidaridad de los intereses de la clase proletaria, desentendiéndose del interés nacional, y se funda en una concepción materialista del universo.

Publicado: 1924-12-01

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