Movimientos de masas en ambientes criosféricos y su impacto en el paisaje
ejemplos de los Andes Centrales chilenos
DOI:
https://doi.org/10.29393/GS11-4MEFR20004%20Palabras clave:
glaciares, glaciares de roca, movimientos en masa relacionados con los glaciares, peligros glaciares, Andes, ChileResumen
Los glaciares se caracterizan, entre otras características, por ser grandes esculturas del paisaje. La fuerza erosiva de su avance y retroceso deja huellas morfológicas como morrenas, circos glaciares, flautas, entre otros. Estos elementos son claros indicios del ambiente glaciar tanto pasado como presente y favorecen la comprensión de los procesos que originan un relieve de alta montaña. A pesar de esto último, existen otros fenómenos derivados del ambiente glaciar que pueden tener un impacto repentino e intenso sobre el paisaje. Tal es el caso de los movimientos en masa relacionados con los glaciares. Entre ellos se encuentran las avalanchas de rocas y hielo, los desprendimientos catastróficos de glaciares, las oleadas glaciares y las inundaciones repentinas de lagos glaciares. De igual modo, los flujos de detritos originados en frentes de glaciares de roca activos también constituyen ejemplos de estos últimos. En este artículo se analizan varios casos de movimientos en masa ocurridos en el último siglo en los Andes centrales de Chile (30°S-35°S). En primer lugar, se evalúan los efectos del avance glaciar de 1947 del glaciar Juncal Sur (33,10°S/70,11°W) sobre las cabeceras del valle del río Olivares, cuyas estrías glaciares son aún reconocibles en la actualidad. Casi en el mismo sitio, se informa el resultado de un avance glaciar de 1992 originado en un pequeño glaciar de valle debajo de la cara sur del Cerro Risopatrón (33,16°S/70,07°W), cuyo depósito de montículos se encuentra al final del frente de avance del glaciar Juncal Sur. Al mismo tiempo, se presentan evidencias geomorfológicas posteriores al catastrófico desprendimiento de 1980 del glaciar Aparejo (33,56°S/70,01°W), en forma de estrías y flautas glaciares, que se asemejan en gran medida a la condición previa al desprendimiento en 1956, lo que sugiere un posible evento previo de proporciones similares. Esta condición también se evidencia en el Glaciar Tinguiririca 3 (34,78°S/70,31°O), en la forma de un colapso potencial previo a 1970. Finalmente, también se reporta el impacto de un flujo de detritos originado en el frente glaciar del glaciar de roca CL105400105 (33,01°S/70,08°O). El evento, ocurrido en enero de 2024, dejó una marcada huella de detritos en el Glaciar Juncal Norte, cuyos potenciales efectos sobre el glaciar aún deben evaluarse. Con base en la evidencia analizada, afirmamos que es posible distinguir entre características geomorfológicas de diferentes movimientos en masa relacionados con los glaciares que coexisten en una sola ubicación. También proponemos que los grandes peligros glaciares pueden anular la huella de los cambios glaciares de largo plazo, lo que plantea un mayor factor de control para la construcción del paisaje. El análisis de estos fenómenos es relevante para evaluar la recurrencia de movimientos de masa en ambientes criosféricos, comprender sus causas y estimar su magnitud en zonas de alta montaña.
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Derechos de autor 2025 Felipe Ugalde, Raúl Ugalde

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