Acoso Laboral y Felicidad Subjetiva: El Capital Psicológico
Positivo como moderador
Mobbing and Subjective Happiness:
Positive Psychological Capital as a moderator
Francisco
Javier Díaz Pincheira
Universidad
de Concepción
franciscodiaz at udec.cl
Moisés
Esteban Carrasco Garces
Universidad
de Concepción
mocarrasco at udec.cl
Recibido: 8 de
Agosto de 2022
Aceptado: 6 de Enero
de 2023
RESUMEN
Propósito:
Esta investigación analiza el efecto moderador del capital psicológico positivo
sobre el acoso laboral y la felicidad subjetiva en una muestra de trabajadores
de la provincia de Biobío, Chile.
Metodología:
La investigación es de carácter cuantitativa, no experimental, transversal y
correlacional. Consideró una muestra no probabilística por conveniencia de 96
trabajadores pertenecientes a una cadena de supermercado de la provincia de Biobío,
Chile. Se utilizó una matriz correlacional y modelo de moderación moderada.
Resultados:
Los resultados muestran que (a) el acoso laboral tiene un efecto negativo sobre
la felicidad subjetiva y (b) el género y el capital psicológico moderan la
relación entre los dos: interacción de vías y tres vías. Asimismo, el acoso
tiene diferentes efectos sobre la felicidad según el nivel de capital
psicológico que posean hombres o mujeres.
Implicaciones:
Los resultados permiten entender, a las empresas y a los encargados de recursos
humanos, la importancia de invertir en el desarrollo del capital psicológico positivo
y en la felicidad de los trabajadores para así disminuir la presencia y la
sintomatología asociada al acoso laboral.
Originalidad:
La relevancia radica en estudiar el capital psicológico positivo y la felicidad
en su relación con el acoso laboral, aumentando de esta forma el desarrollo
teórico de estas variables noveles que provienen de la psicología positiva. De
igual manera, no existen estudios de estas características a nivel nacional y
latinoamericano que muestran como estas variables pueden disminuir la presencia
y la sintomatología asociada al acoso laboral.
ABSTRACT
Purpose: This research analyzed the moderating effect
of positive psychological capital on mobbing and subjective happiness in a
sample of workers from Biobío province, Chile.
Methodology: The research is quantitative,
non-experimental, cross-sectional, and correlational. A non-probabilistic
convenience sample of 96 workers of a supermarket chain in the province of
Biobío, Chile, was considered. A correlational matrix and moderated moderation
model were used.
Results: The results show that (a) mobbing has a
negative effect on subjective happiness and (b) gender and psychological
capital moderate the relationship between the two: one-way and three-way
interaction. Similarly, mobbing has different effects on happiness depending on
the level of psychological capital possessed by men or women.
Implications: The results allow companies and human
resources managers to understand the importance of investing in the development
of positive psychological capital and in the happiness of workers to reduce the
presence and symptomatology associated with mobbing.
Originality: The relevance is to study positive
psychological capital and happiness in their relationship with mobbing, thus
increasing the theoretical development of these new variables that come from
positive psychology. Likewise, no studies of these characteristics at the
national and Latin American levels show how these constructs can reduce the
presence and symptomatology associated with mobbing.
Palabras
Claves: Acoso Laboral; Felicidad; Capital Psicológico Positivo; Moderación.
Keywords: Mobbing; Happiness; Positive Psychological
Capital; Moderation.
INTRODUCCIÓN
Un
creciente cuerpo de literatura ha demostrado que el acoso laboral es un hecho
relativamente común en los lugares de trabajo y constituye una fuente
importante de angustia para muchos empleados (Annor y
Amponsah-Tawiah, 2020). El acoso laboral se ha
definido como una exposición repetida y prolongada de uno o varios trabajadores
a actos negativos de otras personas en el lugar de trabajo y donde las víctimas
no pueden defenderse, estos actos negativos pueden incluir agresión física y
verbal, rumores, críticas y aislamiento social, y generalmente se cometen para
humillar a la víctima (Nielsen y Einarsen, 2012).
Se
ha descrito, además, que el acoso afecta de igual manera a hombres y mujeres,
sin embargo, estas últimas tienden a valorar con mayor severidad estas
situaciones, sobre todo aquellas agresiones como abuso emocional y aislamiento
(Escartín y cols., 2013).
En
cuanto al impacto nocivo del acoso laboral en la salud y el bienestar de los empleados,
está bien documentado y se ha asociado con trastornos psicológicos como la
depresión (Gullander y cols., 2014), ansiedad (Reknes y cols., 2016) trastorno de estrés postraumático (Spence Laschinger y Nosko, 2015), mala calidad del sueño y angustia psicológica
(Einarsen y Nielsen, 2015) e ideación suicida
(Nielsen y cols., 2015).
A
nivel laboral, el acoso se ha vinculado con la disminución de la satisfacción
laboral, el compromiso organizacional y el aumento de la rotación y la
intención de abandono (Livne y Goussinsky,
2018; Agarwal y Rai, 2019). Sin embargo, Mikkelsen y Einarsen
(2002) indican que el impacto del acoso laboral sobre la felicidad de los
empleados no depende solo de la gravedad o duración de la exposición, sino
también de los recursos de evaluación y afrontamiento, por lo que la presencia
de recursos psicológicos puede reducir el impacto negativo del acoso laboral a
mediano y largo plazo (Annor y Amponsah-Tawiah,
2020).
En
la actualidad, hay pocos estudios que hayan investigado posibles moderadores
del acoso y sus efectos sobre la felicidad (Reknes y
cols., 2016; Livne y Goussinsky,
2018; Annor y Amponsah-Tawiah,
2020). La mayor parte de las investigaciones ha destacado la importancia de los
recursos situacionales como el apoyo social laboral, el cual permite atenuar la
influencia negativa del acoso sobre la salud psicológica, pero poco se sabe
sobre el papel de los recursos psicológicos personales y cómo estos moderan la
influencia en la del acoso laboral sobre la felicidad (Annor
y Amponsah-Tawiah, 2020).
Dentro
de los recursos personales importantes se pueden encontrar el capital psicológico
positivo, definido como un estado psicológico de desarrollo compuesto de cuatro
elementos: autoeficacia, la cual se
define como la confianza para asumir y poner el esfuerzo necesario para tener
éxito en tareas difíciles; optimismo, que tiene relación con una atribución
positiva sobre el éxito ahora y en el futuro; esperanza, significa perseverar
hacia las metas y, cuando sea necesario, reorientar los caminos hacia las metas
para tener éxito; resiliencia, que es la capacidad de recuperarse e incluso más
allá cuando se enfrentan a problemas y adversidades para lograr el éxito (Luthans y cols., 2015).
En
tanto, la literatura ha descrito que altos niveles de capital psicológico
positivo se asocian a mayor presencia de emociones positivas que reducen el
estrés y la ansiedad y aumentan la felicidad, lo que se traduce en mejoras a
nivel organizacional incrementando el desempeño y la productividad (Bakker y
cols., 2012).
Además,
el capital psicológico positivo juega un papel moderador frente a los efectos
negativos del agotamiento laboral y se ha utilizado como moderador entre el
conflicto trabajo-familia y la salud mental de los trabajadores. Por otra
parte, los altos niveles de capital psicológico positivo permiten aliviar los
problemas psicológicos causados por el estrés laboral y la sintomatología
depresiva asociada al acoso laboral (Lee y cols., 2016; Wang y cols., 2018; Yu y Li, 2020; Li y Wu, 2021).
En
este estudio se analiza el efecto moderador que posee el capital psicológico
positivo sobre el acoso laboral y la felicidad. De igual modo, el efecto
moderador del género entre el acoso laboral y la felicidad subjetiva. Por tanto,
esta investigación contribuye a comprender los recursos psicológicos personales
que pueden ayudar en la disminución de las consecuencias negativas generadas
por el acoso y que impactan la salud psicológica y la felicidad de los trabajadores.
Acoso
Laboral
En
las últimas décadas, el acoso laboral ha tomado relevancia a nivel
investigativo y está presente en países con diferentes niveles de desarrollo,
así como en diversos sectores de la industria (Vveinhardt
y Sroka, 2020). La evidencia muestra que los daños
provocados por el acoso laboral sobre la salud mental es uno de los problemas
más devastadores en comparación con otras manifestaciones del estrés laboral
(Ahumada y cols., 2021).
Desde la perspectiva de Leymann (1996), el
acoso laboral puede definirse como una comunicación hostil y sin ética,
dirigida de manera sistemática por uno o varios individuos contra otro, que es
arrastrado a una posición de indefensión. Saint Martin (2018), sostiene que en
esta relación hostil rara vez se utiliza la violencia física directa y
generalmente existe violencia psicológica.
Las
conductas más comunes del acoso abarcan un abanico de situaciones tales como
gritos, discriminación, insultos, miradas obscenas y, en algunos casos, agresiones
físicas graves (Rojas-Solís y cols., 2019). De igual modo, una cultura
organizacional poco saludable y un clima psicológico disfuncional crean
condiciones favorables para la aparición del acoso (Žukauskas
y Vveinhardt, 2011). El sistema de organización del
trabajo caracterizado por exigencias laborales muy elevadas y un control
laboral débil estarían relacionados con la presencia de acoso, además, la
lentitud a la hora de denunciar a los infractores, la falta de sanciones y la
ausencia de normas adecuadas facilitan el desarrollo de este (Horvat y Pagon, 2012).
Las
consecuencias para las víctimas pueden ser variadas; a nivel organizacional se
describe una menor satisfacción laboral, aislamiento, disminución de la
creatividad e innovación, absentismo, disminución de la concentración, aumento
de la tasa de renuncia e incremento de los accidentes laborales (Divincová y Siváková, 2014; Zacharová y Bartošovič, 2016; Vveinhardt y Sroka, 2020). A
nivel personal, el acoso genera sensaciones de cansancio y estrés, dolores de
cabeza, sueño irregular, frustración, apatía, hipersensibilidad, irritabilidad,
infravaloración, aislamiento, depresión (Ovayolu y
cols., 2014).
En
lo que respecta a lo físico, se pueden presentar trastornos gastrointestinales,
dolores óseos y/o musculares, migrañas, problemas coronarios, alteraciones del
sueño y de carácter sexual, mientras que en el ámbito social y familiar se
presentan relaciones interpersonales caracterizadas por agresividad, pérdida de
interés en proyectos familiares, aislamiento social y alteración de la
afectividad, incluso se ha señalado que el 10% de las víctimas de acoso pensó
en suicidarse varias veces (Yildirim y Yildirim, 2007).
Por
supuesto, estos fenómenos negativos también tienen un impacto en la situación
financiera de las empresas, por ejemplo, una evaluación realizada por la
Oficina Internacional del Trabajo estimó que una empresa que da trabajo a
alrededor de 1000 empleados soporta los costos del acoso psicológico a un nivel
de EUR 150,000 al año (Vveinhardt y Sroka, 2020).
En
cuanto al género, diversos estudios han descrito que son las mujeres las que
están mayormente expuestas a sufrir acoso, sobre todo aquellas que pertenecen a
grupos de menor estatus socioeconómico o a minorías más vulnerables (Cortina,
2008; Díaz Berr y cols., 2017; García Johnson y Otto,
2019; Einarsen y cols., 2020; Zapf
y cols., 2020). En tanto, Jóhannsdóttir y Ólafsson (2004) señalan que las mujeres trabajadoras perciben
como acoso ciertas situaciones más fácilmente que los hombres, lo que las hace más
vulnerables y aumenta su sentimiento de victimización, mientras que los hombres
se abstienen a la hora de actuar en contra del acoso porque lo evalúan como un
problema menor (Salin, 2009; Einarsen y cols., 2020).
Lo anterior, podría explicarse mediante la Teoría del Rol Social de género en
donde la mujer es definida como cuidadora y el hombre como proveedor, lo que
podría estar facilitando que ambos géneros juzguen de modo diferente las
conductas de acoso (Keashly, 2012).
Igualmente,
Heredia y cols. (2011) han señalado que los hombres estructuralmente se sienten
más seguros en su trabajo que las mujeres, por lo tanto, pueden verse menos
amenazados por conductas de acoso y considerarlas como menos severas y
amenazantes. Por su parte, Magley y cols. (2010) indican
que las mujeres pueden sentirse menos protegidas en su trabajo percibiéndose
como más vulnerables. Por consiguiente, no tomar medidas ni atención
individualizada por las organizaciones puede aumentar el pensamiento
estereotipado y dar a entender que esas conductas no son castigadas, pudiendo
agravar el problema (Raver y Nishii,
2010).
Felicidad
Subjetiva
Para
Moyano Díaz y Ramos Alvarado (2007), la felicidad es un estado emocional de las
personas que parece estar alimentado cognitivamente por la reflexión acerca de
su satisfacción general ante la vida y por la frecuencia de intensidad con que
se experimentan las emociones positivas. Seligman (2012), en tanto, propone que
una persona feliz posee ciertas características: emociones positivas,
involucramiento, relaciones positivas, sentido del trabajo y logro, mientras
que Lyubomirsky y cols. (2005) señalan que las
personas felices son más sociables, tienen más energía, son más generosas, están
más dispuestas a cooperar, manifiestan mayor flexibilidad e ingeniosidad en su
manera de pensar y son más productivas en su trabajo.
Para
Janus y Smrokowska-Reichmann
(2019), la felicidad es una combinación de tres estilos de vida: la vida
placentera, la vida comprometida y la vida significativa. La vida placentera implica
buscar emociones y experiencias positivas en la vida, siendo esta transitoria y
no pudiendo proporcionar una satisfacción completa. Luego, la vida comprometida
resulta de los esfuerzos y compromiso en el trabajo, la consecución de sus
objetivos y la creación de relaciones, mientras que la vida significativa
denota la construcción de relaciones cercanas con otras personas y la
participación en instituciones positivas como la familia, la comunidad local o
la sociedad definida en términos generales.
Los
efectos de la felicidad en las personas han sido estudiados tanto en el ámbito de
la salud como en lo laboral, siendo esta importante para prevenir enfermedades y aumentar la esperanza
de vida (Veenhoven, 2000), como también propiciar
vidas más activas (Lathia y cols., 2017) e
incrementar la productividad (Proto y
cols., 2010).A su vez, se ha descrito que los bajos niveles de felicidad en el
trabajo disminuyen el rendimiento laboral, incrementan el riesgo de accidentes
laborales, propician conflictos, y aumentan el ausentismo y la rotación laboral
(Warr, 2011).
Uno
de los elementos que más afecta la felicidad en el trabajo es el acoso laboral (Okutan y Sututemiz, 2015), porque
provoca una disminución de la satisfacción y la motivación (Cerci
y Dumludag, 2019), generando ansiedad y tensión en
las víctimas durante la jornada laboral, lo cual incide en que el trabajador
dude de su capacidad para cumplir con los requisitos y tareas asignadas por el
empleador reduciendo sus niveles de felicidad en el trabajo (Nauman y cols.,
2019). Desde la mirada de Çağdaş y cols. (2019), es
necesario relevar la importancia de crear culturas laborales sanas y basadas en
el mérito para generar empleados más felices y evitar así la presión, el estrés
y el acoso laboral.
Capital
psicológico positivo
Se
ha demostrado la importancia del capital psicológico en el ámbito
organizacional, porque este se relaciona con la disminución del ausentismo y el
aumento del compromiso y el rendimiento laboral (Avey
y cols., 2009). Para Rahimnia
y cols. (2013), es un recurso positivo que ayuda a mejorar el bienestar disminuyendo
los efectos de la depresión y ansiedad de los trabajadores. Asimismo, el
capital psicológico positivo se ha descrito como un moderador entre el clima
organizacional y el desempeño, jugando un rol protector frente a los efectos
negativos del agotamiento laboral (Avey y cols.,
2008; Lee y cols., 2016; Wang y cols., 2018).
El
capital psicológico positivo puede resultar atractivo para las organizaciones
porque es un estado relativamente durable que no es fijo como un rasgo de
personalidad, pero que es menos volátil que un estado de ánimo, por esto las
compañías pueden invertir en desarrollarlo pues está relacionado con el
crecimiento sostenido y el desempeño excepcional (Luthans
y cols., 2006; Luthans y cols., 2008).
De
igual forma, se ha descrito que el capital psicológico positivo funciona como
un buen moderador entre diferentes variables, por ejemplo, Yu
y Li (2020) señalan que el capital psicológico modera la relación entre el
conflicto trabajo-familia y la salud mental de trabajadores teniendo un efecto
positivo sobre la diminución de esta última sintomatología. En tanto, Spence, Laschinger y Nosko (2015) encontraron un efecto positivo del capital
psicológico en la relación entre el acoso laboral y la sintomatología de
trastorno por estrés postraumático en donde el capital psicológico actúa como
amortiguador de la sintomatología del estrés postraumático. Por ello, uno de
los factores más destacables del capital psicológico es su rol protector frente
a los efectos del acoso laboral.
En
cuanto a los elementos del capital psicológico positivo, de Pedro y cols.
(2014) han descrito que la autoeficacia y la esperanza moderan la relación
entre la percepción de exposición a las conductas de acoso y la salud, por tanto,
los trabajadores que poseen altos niveles de estas variables aumentarán sus
conductas de afrontamiento positivas en situaciones de estrés. Por otra parte,
el optimismo se ha descrito como uno de los principales amortiguadores del
impacto de las demandas de trabajo (Bakker y Demerouti,
2017).
Para
Chen y cols. (2016), la resiliencia jugaría un rol protector sobre los efectos
negativos del acoso laboral, porque permite a las personas desarrollar la
capacidad de reconocer, comprender y responder a eventos de acoso en el lugar
de trabajo, pues se posee una reserva de recursos psicológicos sólidos (García‐Izquierdo y cols., 2018;
Kimura y cols., 2018). Sin embargo, Annor y Amponsah-Tawiah (2020) describen
que la resiliencia aumenta frente al acoso y podría derivar en una tolerancia
excesiva, por lo que un grado muy alto implicaría un nivel aumentado de
tolerancia frente al acoso y generaría un agotamiento más rápido de los
recursos para hacer frente a estas situaciones, dando como resultado una
disminución significativa en el bienestar.
Con
el sustento de lo expuesto anteriormente es que se proponen las siguientes
hipótesis:
Hipótesis 1: Existe una relación
positiva y significativa entre el capital psicológico y la felicidad subjetiva.
Hipótesis 2: Existe una relación
negativa y significativa entre la estigmatización y la felicidad subjetiva
Hipótesis 3: Existe una relación
negativa y significativa entre el aislamiento y la felicidad subjetiva.
Hipótesis 4: Existe una relación
negativa y significativa entre la intensificación y la felicidad subjetiva.
Hipótesis 5: Existe una moderación del
capital psicológico en la relación de algún componente del acoso laboral (estigmatización,
aislamiento e intensificación) con la felicidad subjetiva.
Hipótesis 6: Existe una moderación del
sexo en la relación de algún componente del acoso laboral (estigmatización,
aislamiento e intensificación) con la felicidad subjetiva.
Hipótesis 7: Existe una moderación del
sexo en la relación del capital psicológico con la felicidad subjetiva.
Hipótesis 8: El sexo modera el efecto
que tiene el acoso (medido por los factores estigmatización, aislamiento e
intensificación) sobre la felicidad subjetiva para individuos con altos niveles
de capital psicológicos.
Figura
1.
Modelo conceptual: efecto de interacción de tres vías del capital psicológico (M)
y el sexo (W) sobre la relación entre el acoso laboral (X) y la felicidad
subjetiva (Y).
Fuente: elaboración propia.
MÉTODO
Tipo
y diseño de investigación
Esta
investigación es de tipo no experimental (Kerlinger y cols., 2002) y de alcance
descriptivo-correlacional-comparativo, debido a que en ella no se manipularon
variables y se pretendió indagar la incidencia de las variables estudiadas en
los trabajadores. Además, siguió un diseño transversal pues los datos se
recopilaron en un momento discreto en el tiempo (Hernández-Sampieri, Fernández y
Baptista, 2018).
Participantes
y procedimiento de selección de la muestra
La
población considerada para esta investigación está compuesta por trabajadores
de una cadena de supermercados de la provincia de Biobío, Chile, que cuenta con
un universo total de 517 empleados. Luego, se envió una encuesta a la totalidad
de los funcionarios y solo 96 trabajadores las contestaron en su totalidad, la
cual terminó siendo la muestra final del estudio. La edad promedio de la
muestra fue de 35 años (DE= 8.8), el 83.3% del total de la muestra correspondió
a mujeres y el 16.7% a varones.
Instrumentos
Felicidad
Subjetiva: Se utilizó la escala de felicidad subjetiva (EFS) de Lyubomirsky y Lepper (1999)
validada en Chile por Moyano y Ramos (2007), la cual mide la felicidad global o
duradera a través de un cuestionario en formato Likert con respuestas del 1 (No
muy feliz) a 7 (Muy feliz). Las personas deben responder preguntas como
“Algunas personas son muy felices en general. Disfrutan de la vida
independientemente de lo que ocurra ¿Hasta qué punto usted es así?”. El índice
de confiabilidad obtenido por los autores fue de 0.64, y para el presente estudio
se obtuvo un alfa de Cronbach de 0.78.
Satisfacción
Vital: Se empleó la escala de satisfacción con la vida (ESV) de Diener y cols.
(1985) validada en Chile por Moyano y Ramos (2007). Esta escala mide la
satisfacción vital mediante un juicio cognitivo global que se hace la persona
sobre su vida, comparando lo que ha logrado, sus expectativas y lo que ha
invertido para su logro. Las personas deben contestar un cuestionario tipo likert con respuestas de 1 (Muy en desacuerdo) a 5 (Muy de
acuerdo) con preguntas como “En la mayoría de los aspectos mi vida es como yo
quiero que sea”. La consistencia interna de este instrumento medida a través
del coeficiente del alfa de Cronbach es de 0.87 y, específicamente, para esta
investigación se obtuvo un alfa de Cronbach de 0.73.
Acoso
Laboral: Se utilizó el inventario de violencia y acoso psicológico en el
trabajo (IVAPT-PANDO) propuesto y validado por Díaz Berr
y cols. (2015), el cual se compone de 22 reactivos que plantean distintas
situaciones o comportamientos constituyentes de acoso y cada una de ellas
requiere de 2 respuestas. El cuestionario evalúa tres factores: intensificación
de las conductas destinadas a desacreditar las competencias laborales del
trabajador, aislamiento y despersonalización de logros, estigmatización y daño
a la imagen pública del trabajador/a. Este instrumento posee una buena
consistencia interna con un alfa de Cronbach de 0,95. Para este estudio en
particular se obtuvo alfa de Cronbach de 0.9.
Capital
Psicológico: Se realizó el Psychological Capital Questionnaire (PCQ), un cuestionario tipo likert en escala de 1 (Muy en desacuerdo) a 6 (Muy de
acuerdo), compuesto por 24 preguntas. El PCQ posee 4 ítems con 6 preguntas cada
uno, que analizan los 4 factores que componen el capital psicológico con
preguntas como “Puedo superar las épocas laborales difíciles porque ya me he
enfrentado antes a las dificultades” (Resiliencia, con un alfa de Cronbach de 0.71),
“Me siento seguro analizando un problema a largo plazo para encontrar un
solución” (Autoeficacia, con un alfa de Cronbach de 0.94), “En lo que respecta
a mi trabajo siempre veo el lado bueno de las cosas” (Optimismo, con un alfa de
Cronbach de 0.62) “Hay muchas formas de darle vuelta a cualquier problema” (Esperanza,
con un alfa de Cronbach de 0.91). Este instrumento fue validado y adaptado al español
por Azanza et
al. (2014) y su consistencia interna
medida a través del alfa de Cronbach es de 0.91. Respecto a esta investigación
se obtuvo un alfa de Cronbach de 0.9.
Procedimiento
de Análisis de Datos
El
análisis se basó en primera instancia por uno factorial confirmatorio (CFA, por
sus siglas en inglés), a diferencia de un análisis factorial exploratorio (EFA,
por sus siglas en inglés) el CFA prueba la importancia de las cargas
factoriales en función de una prueba z. Por lo tanto, se pueden conocer si las
cargas factoriales son estadísticamente significativas a partir del 0. En
segundo lugar, una serie de modelos de regresión por mínimos cuadrados
ordinarios (OLS, por sus siglas en inglés). En tanto, el CFA permite, dada la
estructura factorial predeterminada, obtener una variable latente (por su naturaleza
no observable) muchas veces llamada factor, que posteriormente se usará para
los modelos lineales. El CFA se aplicó a los constructos para definir la
variable capital psicológico, estigmatización, intensificación y aislamiento.
Sobre
los modelos de regresión se diseñaron para considerar variables predictoras de
interés. La felicidad subjetiva fue la variable dependiente y las variables
predictoras fueron el capital psicológico, el sexo y se consideró el acoso en
sus tres constructos: estigmatización, intensificación y aislamiento.
Para
responder a las preguntas de investigación e hipótesis relacionadas con las
relaciones moderadas, se probó un modelo conceptual con dos moderadores. El
modelo de moderación de tres vías se estimó utilizando la macro Hayes (Hayes,
2017). Así, el moderador principal (M) será el capital psicológico y el sexo
actuó como moderador secundario (W), además, estos moderadores buscan moderar
el efecto de los factores del acoso, estigmatización, aislamiento e
intensificación, sobre la felicidad subjetiva.
RESULTADOS
La
Figura 2 muestra los parámetros estandarizados del CFA, todos los componentes
para los factores son significativos (p<0.01). Las covarianzas entre los
factores que componen al acoso laboral (estigmatización, aislamiento e
intensificación) son estadísticamente significativas, mientras que las
covarianzas de estos factores con el capital psicológico no son significativas.
Aunque el ajuste no es el deseable, este análisis se hizo para conocer la
importancia de las cargas factoriales en el análisis (ver Tabla A.1 en apéndice).
En
la hipótesis H1 se plantea que el capital psicológico se asocia positivamente
con la felicidad subjetiva. La Tabla 2 muestra las correlaciones positivas y
significativas de la variable latente capital psicológico (Media=0, p<0.01)
con cada uno de los elementos: autoeficacia (Media=5.46, p<0.01), esperanza (Media=5.57,
p<0.01), resiliencia (Media=5.9, p<0.01) y optimismo (Media=6.03,
p<0.01). Estas relaciones son respaldadas en el análisis de regresión por
mínimos cuadrados ordinarios (ver Tabla 2). Después de haber incluido tanto el
sexo como cada componente del acoso laboral, el factor capital psicológico se
relaciona significativamente con la felicidad subjetiva para todos los modelos
usados (p<0.01). Se acepta la hipótesis H1.
Figura
2. Modelo
de componentes principales entre los factores del acoso laboral (estigmatización,
aislamiento e intensificación) y el capital psicológico.
Fuente: elaboración propia.
Tabla
1.
Descriptivas y correlaciones de orden cero entre todas las variables
independientes y dependientes en el análisis.
Media |
SD |
1 |
2 |
3 |
4 |
5 |
6 |
7 |
8 |
9 |
10 |
|
1.
Felicidad Subjetiva |
5.76 |
0.94 |
1 |
|||||||||
2.
Autoeficacia |
5.46 |
1.37 |
0.59*** |
1 |
||||||||
3.
Esperanza |
5.57 |
1.17 |
0.47*** |
0.76*** |
1 |
|||||||
4.
Resiliencia |
5.9 |
0.92 |
0.45*** |
0.75*** |
0.83*** |
1 |
||||||
5.
Optimismo |
6.03 |
1.02 |
0.49*** |
0.72*** |
0.69*** |
0.84*** |
1 |
|||||
6.
Capital Sicológico |
0 |
1.08 |
0.51*** |
0.83*** |
0.89*** |
0.98*** |
0.89*** |
1 |
||||
7.
Intensificación |
0 |
0.56 |
-0.09 |
-0.07 |
-0.01 |
0.02 |
-0.01 |
-0.00 |
1 |
|||
8.
Aislamiento |
0 |
0.37 |
-0.22** |
-0.19* |
-0.12 |
-0.15 |
-0.16 |
-0.16 |
0.91*** |
1 |
||
9.
Estigmatización |
0 |
0.49 |
-0.12 |
0.05 |
0.17 |
0.138 |
0.12 |
0.14 |
0.86*** |
0.91*** |
1 |
|
10.
Sexo |
0.83 |
0.37 |
-0.14 |
-0.05 |
-0.04 |
-0.072 |
-0.09 |
-0.07 |
-0.18* |
-0.16 |
-0.151 |
1 |
Fuente: elaboración propia.
Tabla
2. Modelo
de regresión OLS que prueba las relaciones entre el acoso laboral, el capital
psicológico y sexo sobre la felicidad subjetiva.
|
Variable dependiente: Felicidad
subjetiva |
|||||
Modelo 1 |
Modelo 2 |
Modelo 3 |
Modelo 4 |
Modelo 5 |
Modelo 6 |
|
Estigmatización |
-0.416** |
0.081 |
||||
(0.167) |
(0.319) |
|||||
Aislamiento |
-0.427* |
0.207 |
||||
(0.230) |
(0.384) |
|||||
Intensificación |
-0.191 |
0.089 |
||||
(0.150) |
(0.222) |
|||||
Capital psicológico |
0.459*** |
1.077*** |
0.409*** |
0.765*** |
0.433*** |
0.712*** |
(0.076) |
(0.238) |
(0.078) |
(0.246) |
(0.077) |
(0.243) |
|
Sexo |
-0.353 |
-0.069 |
-0.347 |
0.082 |
-0.327 |
0.076 |
(0.221) |
(0.215) |
(0.225) |
(0.255) |
(0.228) |
(0.257) |
|
Estigmatización: Capital Psicológico |
-2.362*** |
|||||
(0.672) |
||||||
Estigmatización: Sexo |
-0.921** |
|||||
(0.370) |
||||||
Aislamiento: Capital Psicológico |
-2.249** |
|||||
(0.905) |
||||||
Aislamiento: Sexo |
-0.999** |
|||||
(0.490) |
||||||
Intensificación: Capital Psicológico |
-2.078*** |
|||||
(0.789) |
||||||
Intensificación: Sexo |
-0.479 |
|||||
(0.306) |
||||||
Capital Psicológico: Sexo |
-0.493* |
-0.392 |
-0.290 |
|||
(0.252) |
(0.259) |
(0.256) |
||||
Estigmatización: Capital
Psicológico: Sexo |
2.957*** |
|||||
(0.695) |
||||||
Aislamiento: Capital Psicológico:
Sexo |
2.462** |
|||||
(0.956) |
||||||
Intensificación: Capital
Psicológico: Sexo |
2.179*** |
|||||
(0.817) |
||||||
Constante |
6.055*** |
5.698*** |
6.049*** |
5.621*** |
6.033*** |
5.617*** |
(0.201) |
(0.199) |
(0.205) |
(0.239) |
(0.207) |
(0.241) |
|
Observaciones |
96 |
96 |
96 |
96 |
96 |
96 |
R2 |
0.314 |
0.485 |
0.295 |
0.374 |
0.281 |
0.355 |
R2 Ajustado |
0.292 |
0.444 |
0.272 |
0.324 |
0.258 |
0.304 |
Error Estándar Residual |
0.796 (df = 92) |
0.705 (df = 88) |
0.807 (df = 92) |
0.778 (df = 88) |
0.815 (df = 92) |
0.790 (df = 88) |
Estadístico F |
14.066*** (df =
3;92) |
11.840*** (df =
7;88) |
12.815*** (df =
3;92) |
7.504*** (df =
7;88) |
11.986*** (df =
3;92) |
6.919*** (df =
7;88) |
Nota: *p<0.1; **p<0.05; ***p<0.01.
Desviación estándar entre paréntesis, Modelo 1 especifica como variables
independientes la estigmatización, el capital psicológico y el sexo: Modelo 3 especifica como variables
independientes el aislamiento, el capital psicológico y el sexo. Modelo 5 especifica como variables
independientes la intensificación, el capital psicológico y el sexo. Modelo 2 especifica como variables
independientes la estigmatización, el capital psicológico y el sexo, además de
las interacciones en tres vías. Modelo 4
especifica como variables independientes el aislamiento, el capital psicológico
y el sexo, además de las interacciones en tres vías. Modelo 6 especifica como
variables independientes la intensificación, el capital psicológico y el sexo,
además de las interacciones en tres vías.
Fuente: elaboración propia.
Las
hipótesis H2, H3 y H4 señalan que el acoso laboral representado por cada uno de
sus componentes: estigmatización, aislamiento e intensificación,
respectivamente, se relaciona negativamente con la felicidad subjetiva. Cuando se
consideran los componentes del acoso laboral en la Tabla 1, el único que se
correlaciona de manera negativa y significativa es el aislamiento (r=-0.221,
p<0.05).
En
el modelo de regresión del presente estudio, al considerar los componentes del
acoso laboral los resultados son variados. En primer lugar, el factor
estigmatización resultó ser negativo y significativo (β =-0.416, p<0.05),
esto quiere decir que el aumento del acoso asociado a la estigmatización
disminuyen los niveles de felicidad subjetiva. Al incluir las variables de
interacción la variable dejó de ser significativa. En segundo lugar, el factor
aislamiento resultó ser significativo y negativo en el análisis de regresión (β
=-0.427, p<0.1), esto quiere decir que el aumento del acoso asociado el
aislamiento disminuye los niveles de felicidad subjetiva. Al incluir las
variables de interacción, la variable dejó de ser significativa. En tercer
lugar, para el factor intensificación no resultó ser significativa su relación
con la felicidad subjetiva. Se aceptan las hipótesis H2 y H3.
H5
enuncia que la relación entre el acoso laboral y la felicidad subjetiva será moderada
por el capital psicológico. En otras palabras, debería haber una relación más
fuerte entre los factores del acoso estigmatización, aislamiento e
intensificación y la felicidad subjetiva (H2, H3 y H4), cuando los niveles de
capital psicológico son más bajos. Los resultados se pueden observar en la Tabla
3, donde los parámetros no son estandarizados. La interacción entre los
factores del acoso y el capital sicológico sobre la felicidad subjetiva fueron
negativos y significativos (β =-2.362, p<0.01, para el caso de la
estigmatización; β =-2.249, p<0.05, para el caso del aislamiento; β =-2.078,
p<0.01, para el caso de intensificación). A medida que es mayor el capital
psicológico el efecto del acoso laboral medido por sus diferentes factores
sobre la felicidad subjetiva disminuye. Se acepta la hipótesis H5.
Términos
de interacción
El
siguiente grupo de hipótesis (H6-H8) busca conocer el papel que juega el sexo
sobre la felicidad subjetiva. El sexo solo se correlaciona de manera
significativa y negativa con el acoso laboral por el factor intensificación (ver
tabla 1). En el modelo de regresión lineal la variable sexo no tuvo relación
directa en ninguno de los modelos con la felicidad subjetiva. Sin embargo, el
sexo modera la relación del acoso medido por el factor estigmatización (β
=-0.921, p<0.05) y el factor aislamiento (β =-0.99, p<0.05) significativa
y negativamente con la felicidad subjetiva (ver Figura 2). Por lo tanto, se
acepta H6.
H7
señala que el sexo modera la relación entre el capital psicológico y la
felicidad subjetiva, la Figura 2 muestra que la interacción solo es efectiva
cuando se usa el factor estigmatización para el acoso (β =-0.493, p<0.1),
por lo tanto, H7 se puede aceptar. Por otra parte, H8 pregunta cómo el sexo
puede influir en el efecto que tiene el acoso sobre la felicidad subjetiva para
individuos con altos niveles de capital psicológico. Al utilizar un modelo de
tres vías, podemos estimar la influencia de la moderadora sexo, que opera como
un moderador secundario en el modelo (Hayes, 2017).
Figura
3. Modelo
de tres vías interacción de la estigmatización, capital psicológico y el sexo
en la felicidad subjetiva.
Nota: Sex (variable sexo), Psychological
capital (Variable latente Capital Psicológico), Stigmatization
(Variable latente Estigmatización), mean (media), -1 SD (una desviación
estándar por debajo de la media) y +1 SD (una desviación estándar por arriba de
la media).
Fuente: elaboración propia.
El
análisis de interacción de tres vías (moderación moderada) explica el 48.5% de
la varianza total de la felicidad subjetiva, cuando se considera el acoso
medido por el factor estigmatización. Además, el modelo de moderación moderada
del factor estigmatización moderada por el capital psicológico y el sexo
representan de manera única el 10.69% de la varianza (F1,88=18.12, p=0.0001). El
modelo de moderación moderada muestra la interacción en tres vías positiva y
significativa entre el acoso medido por la estigmatización, el capital
psicológico y el sexo (ver Tabla 3) (β =2.95, SE=0.69, p<0.001). El
resultado del modelo de interacción se puede visualizar en la Figura 2, que
muestra el efecto de la estigmatización (negativo) sobre la felicidad es menor
para los niveles altos de capital psicológico en las mujeres. De igual forma, se
puede decir que la interacción significativa de la estigmatización y el capital
psicológico en los hombres es negativa y significativa (efecto=-2.36, p<0.01)
y significativamente positiva para el caso de las mujeres (efecto=0.59,
p<0.01).
Para
el caso donde el acoso es medido por el factor aislamiento, el modelo de tres
vías explica el 37.38% de la varianza total de la felicidad subjetiva. Además,
el modelo de moderación moderada del factor aislamiento moderada por el capital
psicológico y el sexo representan de manera única el 4.72% de la varianza (F1,88=6.63,
p<0.05). El modelo de moderación moderada muestra la interacción en tres
vías positiva y significativa entre el acoso medido por el aislamiento, el
capital psicológico y el sexo (ver Tabla 3) (β =2.46, SE=0.95, p<0.001). El
resultado del modelo de interacción se puede visualizar en la Figura 4, esta
muestra que el efecto del aislamiento (negativo) sobre la felicidad es menor
para los niveles altos de capital psicológico en las mujeres, pero el test
condicional resultó no ser significativo (p=0.49). Mirando más de cerca la
figura 4, se puede decir que la interacción del aislamiento y el capital
psicológico en los hombres es significativa y negativa (efecto=-2.24, p<0.05)
y no es significativa para el caso de las mujeres.
Figura
4. Modelo
de tres vías interacción del aislamiento, capital psicológico y el sexo en la
felicidad subjetiva.
Nota: Sex (variable sexo), Psychological_capital
(Variable latente Capital Psicológico), Isolation (Variable
latente Aislamiento), mean (media), -1 SD (una desviación estándar por debajo
de la media) y +1 SD (una desviación estándar por arriba de la media).
Fuente: elaboración propia.
Por
último, para el caso del acoso medido por el factor intensificación el modelo
de tres vías explica el 35.5% de la varianza total de la felicidad subjetiva.
Además, el modelo de moderación moderada de la intensificación moderada por el
capital sicológico y el sexo representan de manera única el 5.21% de la
varianza (F1, 88=7.1, p<0.01). El modelo de moderación moderada muestra la
interacción en tres vías positiva y significativa entre el acoso medido por la
intensificación, el capital psicológico y el sexo (ver Tabla 3) (β =2.17,
SE=0.81, p<0.001). El resultado del modelo de interacción se puede
visualizar en la Figura 5, la cual muestra que el efecto de la intensificación (negativo)
sobre la felicidad es menor para los niveles altos de capital psicológico en
las mujeres, pero el test condicional resultó no ser significativo (p=0.63). De
igual forma, la Figura 5 señala que la interacción de la intensificación y el
capital psicológico en los hombres es significativamente negativa (efecto=-2.07,
p<0.01) y no es significativa para el caso de las mujeres. Por lo tanto, se acepta
la H8.
Figura
5. Modelo
de tres vías interacción de la intensificación, capital psicológico y el sexo
en la felicidad subjetiva.
Nota: Sex (variable sexo), Psychological_capital
(Variable latente Capital Psicológico), Intensification
(Variable latente Intensificación), mean (media), -1 SD (una desviación
estándar por debajo de la media) y +1 SD (una desviación estándar por arriba de
la media).
Fuente: elaboración propia.
Tabla
3. Modelo
de moderación moderada de OLS que muestra interacciones de tres vías entre los
distintos factores del acoso laboral, el capital psicológico y el sexo, la felicidad
subjetiva.
|
Variables
dependiente Felicidad |
|||||
Coeficientes |
IC
de 95% |
Coeficientes |
IC
de 95% |
Coeficientes |
IC
de 95% |
|
Estigmatización:
Capital Psicológico |
-2.362*** |
(-3.69;
-1.02) |
||||
(0.672) |
|
|||||
Estigmatización:
Sexo |
-0.921** |
(-1.65;
-0.18) |
||||
(0.370) |
|
|||||
Aislamiento:
Capital Psicológico |
-2.249** |
(-4.04;
-0.45) |
||||
(0.905) |
|
|||||
Aislamiento:
Sexo |
-0.999** |
(-1.97;
-0.02) |
||||
(0.490) |
|
|||||
Intensificación:
Capital Psicológico |
|
-2.078*** |
(-3.64;
-0.5) |
|||
|
(0.789) |
|
||||
Intensificación:
Sexo |
|
-0.479 |
(-1.08;0.12) |
|||
|
(0.306) |
|
||||
Capital
Psicológico: Sexo |
-0.493* |
(-0.99;0.007) |
-0.392 |
(-0.9;0.12) |
-0.290 |
(-0.79;0.21) |
(0.252) |
|
(0.259) |
|
(0.256) |
|
|
Estigmatización:
Capital Psicológico: Sexo |
2.957*** |
(1.57;4.33) |
|
|
||
(0.695) |
|
|
|
|||
Aislamiento:
Capital Psicológico: Sexo |
2.462** |
(0.56;4.36) |
|
|||
(0.956) |
|
|
||||
Intensificación:
Capital Psicológico: Sexo |
|
2.179*** |
(0.55;3.8) |
|||
|
(0.817) |
|
Nota: * p<0.1; ** p<0.05; *** p<0.01.
Desviación estándar entre paréntesis. Análisis realizados utilizando la macro
PROCESS para R, se usó 2000 samples para la
estimación de los intervalos de confianza (Modelo 3; Hayes, 2013). Fuente:
elaboración propia.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Este
estudio tuvo como objetivo investigar tanto la relación entre el acoso laboral
y la felicidad subjetiva de los trabajadores de una cadena de supermercados de
la provincia del Biobío, Chile, así como el papel moderador del capital
psicológico positivo en la relación entre estas dos variables anteriores. En
general, los resultados indican que la exposición al acoso laboral se asoció
con niveles bajos de felicidad y el capital psicológico positivo funciona como
un amortiguador de las consecuencias negativas del acoso sobre la felicidad.
En
cuanto a la relación del acoso laboral con la felicidad, los resultados
muestran relaciones significativas y negativas, lo que concuerda con diversos
estudios que han informado de que la presión, el estrés y el acoso, especialmente
en el lugar de trabajo, provocan que los empleados no se sientan felices y la
vida social y el rendimiento laboral se vean afectados negativamente (Çağdaş y cols., 2019). Asimismo, las consecuencias físicas
y psicológicas son bastantes graves para las víctimas y situaciones como el
daño a la imagen pública, la exclusión en el trabajo, la pérdida de identidad
profesional, la pérdida de estatus en el entorno social y las dificultades
familiares terminan generando una de las consecuencias psicológicas más graves
del acoso, como es la depresión (Yildirim y cols.,
2007; Hansen y cols., 2011).
Es
importante señalar las implicancias de los resultados que muestran la
concordancia de las 3 últimas hipótesis con respecto a la literatura estudiada.
Para este caso se evidencia una relación directa entre el capital psicológico
positivo y la felicidad, siendo esta relación positiva y significativa, sin
embargo, al evaluar la relación entre acoso laboral (en sus 3 factores) con
respecto a la felicidad moderada por el capital psicológico, solo se evidencia
una relación negativa y significativa entre el factor de estigmatización y daño
a la imagen pública y la felicidad, donde el capital psicológico positivo
resulta ser un amortiguador del efecto negativo del acoso laboral frente a la
felicidad, es decir, a medida que aumenta la estigmatización y daño a la
imagen, disminuye la felicidad. No obstante, este efecto se ve contrarrestado a
medida que el individuo desarrolla niveles más altos de capital
psicológico. Esto parece sugerir que el
capital psicológico es muy importante para desarrollar la felicidad en el lugar
del trabajo (Cassidy y cols., 2014).
En
vista de lo anterior, se rechazan las hipótesis 3 y 4, y confirma la hipótesis
5 de esta investigación. Estos resultados destacan la capacidad moderadora del
capital psicológico positivo, donde se considera que los recursos y emociones
positivas constituyen estrategias de regulación emocional estable para influir
en las emociones negativas y amortiguar las experiencias emocionales negativas,
como el acoso laboral (Tugade y Fredrickson, 2007; Van Beveren
y cols., 2018).
Los
hallazgos brindan más apoyo a la utilidad del capital psicológico como un
constructo para explorar la salud y el bienestar en el lugar de trabajo porque
la experiencia de ser acosado se correlacionó negativamente con la salud mental
positiva y la satisfacción laboral y se correlacionó positivamente con la salud
mental negativa y el estrés percibido (Cowie y cols.,
2002; Einarsen y cols., 2020).
Otro
resultado interesante de este estudio es que el sexo modera la relación entre
el capital psicológico y la felicidad subjetiva y el acoso laboral medido por
la estigmatización y el aislamiento cuando se usa el modelo de tres vías. En
este punto existen diferencias importantes entre géneros. Los hombres que poseen
un alto nivel de capital psicológico se ven más afectados por las consecuencias
del acoso (estigmatización y aislamiento) a diferencia de aquellos que poseen
un bajo nivel de capital psicológico que se ven menos afectado por el acoso (estigmatización
y aislamiento).
En
las mujeres el fenómeno es diferente, pues aquellas que poseen mayores niveles
de capital psicológico positivo se ven menos afectadas por las consecuencias
del acoso (estigmatización y aislamiento), al igual que aquellas que poseen
términos medios y bajos de capital psicológico positivo. Los resultados de las
mujeres son coincidentes con estudios anteriores como los de Cassidy y cols. (2014) y Gupta y Bakhshi
(2018).
Para
Parzefall y Salin (2010), las estructuras
psicológicas como el capital psicológico positivo contrarrestan el efecto del acoso
y sus razones, esto debido a la reevaluación cognitiva de la de la víctima, por
lo tanto, las empleadas con alto capital psicológico positivo perciben
situaciones negativas en el lugar de trabajo como menos estresantes y son
capaces de hacer frente a las adversidades relacionadas con el acoso mediante
una mejor adaptación psicológica y laboral. El caso de los hombres es
particular y podría explicarse porque al aumentar el capital psicológico
positivo, los varones podrían volverse más sensibles a las consecuencias del
acoso y disminuir su felicidad, sin embargo, en este punto se justifica un
mayor desarrollo investigativo.
Esta
investigación en general apoya la idea de Cassidy y
cols. (2014) y Luthans y cols. (2006), quienes
señalan que las organizaciones deben invertir el desarrollo de capital
psicológico positivo si quieren proporcionar una fuerza laboral saludable para
enfrentar los desafíos del mundo moderno. A su vez, es importante relevar la
necesidad de informar, prevenir e intervenir en las organizaciones sobre el
acoso laboral con el fin de proteger la salud psicológica de los trabajadores y
trabajadoras, considerando las graves consecuencias que acarrea (Ahumada y cols.,
2021).
Existen
algunas limitaciones de la investigación que es importante señalar para la
realización de estudios futuros, una de ellas es el diseño de corte
transversal, donde los datos se obtuvieron en un momento determinado del tiempo
lo que no permite establecer relaciones causales a largo tiempo.
Adicionalmente, es relevante señalar que la cantidad de personas encuestadas
corresponde a un número reducido de individuos y a un sector en específico de
la población (trabajadores de una cadena de supermercado), por tanto, los
resultados y conclusiones obtenidos no son extrapolables a la totalidad de la
población.
Se
sugiere que para futuras investigaciones se considere una muestra más amplia y
de diversos sectores de la población para obtener un mayor alcance
investigativo. Por otra parte, en cuanto a la metodología se sugiere estudiar
el efecto moderador de los 4 componentes del capital psicológico por separado, para
poder fortalecer los componentes que presenten una mayor incidencia en esta
relación. Es interesante también estudiar más a fondo la moderación de género
entre capital psicológico positivo y acoso laboral.
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