INTRODUCCIÓN
La pandemia que actualmente vivimos, a raíz de la propagación del virus COVID-19, provocó un cambio importante en la forma de relacionarse debido, especialmente, al alto riesgo de contagio y al consecuente confinamiento impuesto por las autoridades sanitarias*1'. La atención brindada por los Centros de Salud Familiar (CESFAM) de atención primaria estuvo fuertemente restringida debido a las medidas preventivas para proteger la salud de los usuarios y funcionarios. Se atendieron sólo urgencias respiratorias, se modificaron y suspendieron las prestaciones, y se recomendó a los usuarios no acudir a los CESFAM2. El temor al contagio generó, además, un aumento de inasistencias a los escasos controles de salud programados. Lo anterior conllevó a un deterioro de las condiciones de salud de la población que ya presentaba una importante prevalencia de enfermedades crónicas no transmisibles, que según la Encuesta Nacional de Salud 2016-20173 al menos el 78,5% de la población adulta presentaba 2 o más enfermedades crónicas, evidenciando descompensaciones y complicaciones, especialmente en pacientes con patologías crónicas como diabetes mellitus e hi pertensión arterial4.
En este contexto, el modelo de cuidados crónicos, desarrollado por Edward Wagner en 1998, considera el apoyo al automanejo de las personas con enfermedades crónicas, proporcionado por los profesionales de la salud en atención primaria, como uno de los pilares fundamentales de la atención de salud5. Diversos estudios advierten*1, 6) que un déficit de acompañamiento profesional hacia las personas con enfermedades crónicas podría provocar, entre otros aspectos, la exacerbación de la sintomatología de la enfermedad debido a situaciones de estrés y cambios en la vida que impiden el acceso a los controles de medicamentos. Asimismo, las personas con enfermedades crónicas y mayores de edad, aun presentando el esquema de vacunación completo, serían más susceptibles de enfermar gravemente ante la infección por el Covid-197.
Con estos antecedentes y para enfrentar estos desafíos impuestos por la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó la incorporación de la salud digital como herramienta de apoyo en el manejo y seguimiento de pacientes crónicos8. La salud digital, también conocida como ehealth, corresponde a los "servicios e información de salud suministrados o mejorados a través de Internet y tecnologías relacionadas"9. Uno de ellos es el telemonitoreo, herramienta digital que, por medio de dispositivos, teléfonos inteligentes móviles y sensores, permite que el profesional de salud pueda controlar a distancia los parámetros biométricos, el estado anímico y los aspectos clínicos de las personas con enfermedades crónicas.
Monitorear diariamente los parámetros clínicos permite saber de inmediato cuándo las mediciones aparecen fuera de un rango aceptable y tomar acciones oportunas que eviten consecuencias que pudiese acarrear un mal automanejo. Este tipo de intervención ha demostrado su efec tividad disminuyendo costos, tiempo, descongestionamiento de los centros de salud y reducción de la mortalidad10. Otra modalidad de la salud digital es la teleconsulta o telemedicina11, que ha generado un impacto favorable en la atención de salud, por su utilidad inmediata y la continuidad de tratamiento o asesoramiento diagnóstico entre profesionales y usuarios.
La incorporación de la salud digital en todas sus formas viene aplicándose desde antes de la pandemia y, desde entonces, se ha evidenciado que estas intervenciones han contribuido a mejorar el acceso, oportunidad y continuidad en la atención a usuarios que hoy día requieren de un tratamiento permanente8,10. Así mismo, se ha visto mayor adherencia al tratamiento y satisfacción de necesidades de autonomía desde sus propios hogares12.
Este manejo personalizado de la salud requiere de un equipo multidisciplinar que se enfoque en compatibilizar el cuidado holístico del usuario con las nuevas tecnologías en salud, todo un desafío por la variedad de aspectos que se deben considerar en su utilización13,14. Es relevante, entonces, conocer las percepciones de los profesionales participantes en la implementación y uso de esta estrategia, para identificar sus desafíos y oportunidades de mejora.
Por lo anterior, y considerando que el enfoque cualitativo aporta una comprensión más profunda de los fenómenos, el presente artículo reúne y sintetiza conocimiento con el objetivo de identificar y analizar la producción científica sobre las percepciones que tiene el equipo de salud de atención primaria, acerca del uso de ehealth en el control de sus pacientes crónicos durante la pandemia por COVID-19.
MATERIAL Y MÉTODO
Revisión integrativa que consideró las 5 etapas propuestas por Crossetti15: 1) Formulación del problema y pregunta de investigación; 2) Búsqueda de la literatura; 3) Evaluación de los artículos; 4) Síntesis de los artículos y 5) Interpretación de los resultados o discusión. La revisión de la literatura se realizó durante el mes de diciembre del año 2022 en la Biblioteca Virtual de Salud (BVS), utilizando los descriptores: "Telemedicina","Percepción", "Personalde Salud", "Atención Primaria de Salud" y "Enfermedad crónica", con su respectivo descriptor en inglés " telehealth", "perception", "healthcare provider", "primary health care" y "chronic disease" y portugués "Telemedicina", " Percepção", "Pessoal de Saúde", "Atenção Primária à Saúde" y "Doença Crónica".
Los operadores booleanos utilizados fueron "AND" y "OR" y los criterios de inclusión correspondieron a: investigaciones primarias cualitativas, a texto completo disponible en línea, en el idioma inglés, español o portugués, publicados entre los años 2017 al 2022. Se excluyeron estudios cuantitativos, de enfermedades agudas y estudios ehealth (Figura 1).
Se recuperaron 199 artículos de la base de datos MEDLINE y 1 de MEDRXIV, todos en idioma inglés. A estos artículos recuperados se les aplicaron los criterios de exclusión y de rigor metodológico para estudios cualitativos de acuerdo con Gálvez16, que guió la lectura crítica en relación a la validez interna, fiabilidad, transferibilidad y aplicabilidad. Como resultado se obtuvo una muestra de 10 artículos.
RESULTADOS
Los 10 artículos seleccionados17-26 se describen en la Tabla 1. Corresponden a estudios publicados en su mayoría entre los años 2020 y 2021, realizados en países desarrollados y más de la mitad en Estados Unidos, cuyos informantes en su mayoría eran médicos y enfermeras seguidos de una fracción mínima de trabajadores sociales y administradores.
Casi en la totalidad se utilizó video consulta en la asistencia a pacientes con trastornos de salud mental, dependencia de opiáceos, cuidados paliativos, cuidados en el hogar y otras actividades de salud dirigidas a los más vulnerables de la población.
Del análisis emergieron 2 categorías: beneficios y barreras de la utilización de ehealth y, en cada una de ellas, 2 subcategorías de percepciones del equipo de salud: percepciones de ellos mismos y lo que percibían de sus pacientes (Figura 2).
Beneficios de la utilización de ehealth: Uno de ellos es la comodidad (17-21, 23-25) y de ello dan cuenta investigadores en Filadelfia quienes utilizaron telesalud para el control de pacientes oncológicos durante la pandemia por COVID-1917. Lo primero que los médicos destacan es que si no hubiese sido por el COVID-19, nunca hubieran probado la telesalud y ahora que la conocen experimentan mayor comodidad porque es fácil de programar y lo más probable es que continúen usándola17: "En realidad ha tenido bastante éxito, creo. Creo que, si no fuera porque COVID nos obligó a hacer esto, no creo que hubiera abrazado la telemedicina tanto como lo he hecho y creo que en realidad funcionó muy bien".
Además, refieren que los pacientes están más cómodos, tienen sus necesidades emocionales y físicas satisfechas, no hacen viajes innecesarios, ahorran tiempo, están más en casa y, por lo demás, su familia los asistió con la tecnología cuando lo necesitaron17:
"...Creo que los pacientes también se sienten más cómodos al no estar físicamente en la habitación, y creo que eso ayuda porque me hace sentir que todavía estoy satisfaciendo sus necesidades emocionales y físicas como paciente...".
Un equipo médico que trabajaba con personas con trastornos por uso de opioides18 percibía la videoconsulta como más cómoda porque sus pacientes no invertían tiempo en viaje, la experiencia era más fluida, sentían que había disminuido la tensión médico-paciente y les permitía no desconectarse a pesar de la pandemia. Percibían que para sus usuarios, esta modalidad de atención, les brindaba un acceso más fácil a la medicación, les era más cómoda, tenían menos barreras para acceder a la visita, no tenían que visitar un centro que les evocaba malos recuerdos y había mayor flexibilidad para iniciar el tratamiento porque podían volver a la cita de inicio cuando estuvieran preparados: "... Los pacientes a menudo me decían que perderían una cita porque no podían salir del trabajo. Entonces, poder ver a su proveedor y ver a su equipo de tratamiento sin que sea tan perjudicial, creo que ha sido positivo en general...".
Otro aspecto positivo percibido por los profesionales de salud es que la ehealth facilitaba la toma de decisiones del equipo de salud19,20,23,25, reducía el estrés y había aceptación hacia la telemedicina por parte de sus pacientes, con una percepción positiva hacia la cámara porque les permitía ver los gestos, evaluar las expresiones de dolor o la intensidad de los síntomas, facilitando la toma de decisiones en situaciones de urgencia19: ".Creo que los proveedores de atención médica también se benefician porque pueden ver las expresiones en la cara de sus pacientes mientras hablan sobre un nivel de dolor o un síntoma. Creo que es más útil para ambas partes."
Sus pacientes describen beneficios como la conveniencia, el ahorro de tiempo y la reducción del estrés:
"...Es posible que se sientan más satisfechos y sientan que realmente se están comunicando con alguien que sabe lo que están haciendo".
Asimismo, se destaca la flexibilidad20,21,23,26) como un aspecto positivo de la ehealth. Investigadores en Nueva York20 expresaron orgullo por la rapidez con la que ellos y sus pacientes se adaptaron y aprendieron el nuevo sistema. Destacan que la flexibilidad de las plataformas permitió combinarlas con otras como whatsapp y facetime en beneficio de mantener la continuidad de la atención y detectar la necesidad de una visita presencial, junto con poder recopilar información previa a la consulta presencial, solicitar una interconsulta y conectarse de forma simultánea desde distintas ubicaciones: ".lo que es realmente una emergencia y lo que es solo un hematoma". ".preparar la visita para que sea lo más eficiente y efectiva posible", "ahora una persona podía llamar al mediodía y podíamos hacer una visita de urgencia por video a las dos.".
Otra investigación21 realizada en un programa de adicciones destaca la privacidad como beneficio para usuarios y proveedores, porque la experiencia de ser atendidos estando al interior de sus casas les permitía expresarse con confianza. Refieren que es un servicio ideal para clientes más estables, ahorran tiempo y eliminan la barrera del transporte: "Sorprendentemente, ha sido una respuesta muy positiva porque a la gente no le gusta esperar una cita, ir a una clínica y tener que esperar al médico y hacer todas esas cosas. Y luego agrega el temor de que pueda enfermarse porque está fuera durante una pandemia. Y sienten que es aún más privado, que es desde sus casas...".
Otro beneficio percibido fue la comunicación constante22 con el paciente, que permitía recopilar datos en tiempo real, monitorear y detectar rápidamente una alteración:
"...Pueden averiguar si tienen un ritmo anormal como disritmia, entonces pueden detectarlo de inmediato y llamar a los respectivos proveedores. Pueden monitorearlo y pueden decir: Está bien, ahora que tiene estos ritmos.".
Además, podían empoderar a los más vulnerables y fomentar estilos de vida saludable, autocuidado y adherencia a tratamiento22:
"...Sirve como motivación. Está bien, tengo la meta de dar 800 pasos, por lo que es solo una meta para alcanzar todos los días. Tienen este dispositivo que los ayuda a alcanzar esa meta todos los días".
El uso de ehealth en cuidados paliativos favorece una atención eficiente23,24 para el proveedor y disminución del dolor23 para el paciente. Lo anterior representado por la rapidez de la conexión remota que permitía un acceso oportuno, reducir el tiempo y disminución de los viajes. Además, permitía conocer los síntomas, tomar decisiones y conectar con un experto que los asesoraba, lo que favorecía una atención coordinada y colaborativa entre el equipo de salud. Para el paciente percibían puntualidad en la visita, conexión rápida con un experto, ausencia del dolor que provocaba un traslado y menos complicaciones: "... Por lo tanto, obtener el control óptimo de sus síntomas también significa que los pacientes no tienen que perder el tiempo en el transporte por caminos llenos de baches. Hay muchas transferencias dentro y fuera de la camilla y ese tipo de cosas que pueden ser bastante incómodas para un paciente que ya tiene dolor...".
Otro beneficio percibido fue el tratamiento oportuno de la salud sexual en mujeres que no se atrevían a consultar por razones culturales24. La ehealth era una buena alternativa porque permitía asesorar, dar información, aclarar asuntos urgentes y prescribir un tratamiento oportuno, transformándose en una modalidad eficaz para la gestión del tiempo y el acceso a lugares remotos. Percibían que para las usuarias el acceso a la información podía fluir hacia otras mujeres por la oportunidad de poder consultar sobre problemas de salud comunes a todas:
"...A menudo quieren saber sobre prácticas de higiene y sobre cualquier complicación de salud sexual. Si me preguntan, entonces creo que ehealth actúa como una plataforma para que las mujeres obtengan información sobre salud genérica e información particular sobre enfermedades de transmisión sexual...".
En atención primaria de España25 la ehealth se traducía en consultas eficientes, sin aglomeraciones y sin listas de espera, resolución rápida de enfermedades comunes, disminución de la carga de trabajo, reducción de costos y un filtro eficaz para limitar las consultas presenciales a las que sí eran necesarias. Se observó que los pacientes solucionaban problemas sin tener que viajar, veían al profesional por cámara invirtiendo menos tiempo en la consulta, era cómodo, flexible, menos burocrático y se evitaba la pérdida de la jornada laboral:
"...Favorece la accesibilidad y la inmediatez, y sirve como filtro eficaz para la consulta presencial...".
Otro beneficio es que la ehealth en salud mental favorece la relación terapéutica y facilita el acceso a pacientes con problemas26. Se describe un trabajo más flexible en horarios y lugar; una terapia que se puede reemplazar fácilmente con otro colega, con relaciones terapéuticas diferentes, que al desarrollarlas en línea facilitan la atención de pacientes con ansiedad social, a la vez que es apta para pacientes con diversas dificultades tales como movilidad limitada, estigma social o de hogares en lugares remotos.
Barreras en la utilización de ehealth: en esta categoría es posible interpretar obstáculos que refieren los equipos de salud en la utilización de las ehealth para controlar a sus pacientes. Una gran barrera para proveedores y usuarios fue el acceso a la tecnología17-26 y todos los aspectos relacionados que impidieron hacer un buen uso de la ehealth. En relación a ello los oncólogos17 refieren que el obstáculo más destacado es la falta de comodidad con la tecnología, tanto del proveedor como del paciente, sumado a un acceso poco confiable y una mala conexión a internet.
Describen17 un sistema abrumado por el aumento de la telesalud, una asistencia técnica inadecuada y la reticencia al cambio de algunos colegas. Además, muchos describen17 dificultad para conectarse con los pacientes y que el no poder realizar el examen físico podía provocar errores en el diagnóstico y tratamiento:
"Bueno, definitivamente creo que lo acepto un poco más y parte de eso es que hay más de apoyo institucional para ayudar a los pacientes a conectarse, etc. Entonces, una gran parte de eso, al principio, fue muy doloroso y fue un poco fuera de lo común y un porcentaje muy alto de las veces que las conexiones no fueron buenas o no sucedieron. Y eso ha mejorado mucho...".
Para los pacientes describen barreras como la falta de contacto social17-26 , porque no podían conocer las instalaciones en donde les darían su tratamiento:
"...En realidad, hay un número sorprendentemente grande de pacientes, y particularmente porque el cáncer es, en general, una enfermedad de los mayores, hay muchas personas mayores en nuestra sociedad que están hambrientas de contacto social...".
Otra barrera es la falta de contacto físico con los pacientes dependientes a opioides que impidió dar una atención de calidad18:
"...Me gusta conectar con mis pacientes en la habitación, el lenguaje corporal. Es difícil, ¿verdad?
Nos gusta poder dar abrazos. Eso es lo que hacemos. Conectamos con los pacientes. [La telesalud] era mejor que nada, así que estoy muy agradecido de que no tuviéramos que estar completamente desconectados de nuestros pacientes, pero no es lo mismo."
Además, la alfabetización tecnológica*18' de estos pacientes, que no saben descargar aplicaciones o no disponen de teléfonos o de conexión a internet, dificultó más la atención:
"...En la población de Filadelfia, las personas simplemente no tienen teléfonos celulares o un plan de datos lo suficientemente bueno... para hacer video llamadas o cosas por el estilo...".
Asimismo, se describe la incomodidad y desconfianza19 de los usuarios de cuidados domiciliarios que se sienten incómodos con médicos que no conocen y prefieren el examen físico en persona. Además, no confían en este tipo de atención, no entienden el idioma y tienen un acceso limitado por los costos y su capacidad para usar la tecnología19: "...Muchos pacientes que viven solos no tienen Internet ni iPads, por lo que las videoconferencias no estarían disponibles. Y la mayoría de nuestros ciudadanos mayores no saben muy bien cómo usar Internet. [Los pacientes mayores] se abruman con la tecnología o no saben cómo usarla...".
Por su parte, el equipo de atención primaria, acostumbrado al contacto personal y continuo con sus pacientes, refiere que las visitas domiciliarias digitales no reemplazan la atención en persona y solo sustituyen el contacto humano de forma temporal porque se observa una imagen incompleta de la salud y del ambiente, por tanto, podría perderse información importante20:
"...Vi a alguien la semana pasada que se estaba cayendo y realmente necesitábamos una evaluación clara de su hogar y existe preocupación sobre los retrasos cognitivos y la pérdida auditiva, y fue difícil obtener una imagen completa incluso con un video.".
Para sus pacientes geriátricos20 describen falta de alfabetización tecnológica, un deficiente acceso a equipos e internet, pocas destrezas físicas y déficit de habilidades cognitivas:
".Nuestros pacientes normales de atención primaria ya están luchando con la telesalud... sabemos que esas barreras serán mucho más difíciles de superar en nuestra población geriátrica...".
El equipo del programa de opioides*21' reportó, por la pandemia, verse forzado a ejecutar una actividad que carecía de infraestructura y para la que no estaban preparados, por lo que debieron invertir tiempo en aprender la tecnología. Además, refieren disminución de la calidad del tratamiento, dificultad para establecer relación médico-paciente, bajos reembolsos del seguro de salud y el riesgo de recetar medicamentos de uso restringido sin tener la suficiente información:
"Las posibilidades de abuso del medicamento en sí son mucho más altas... simplemente consideramos que es una gran responsabilidad de nuestra parte".
Para los pacientes fueron limitantes la falta de acceso al control de salud por desconocer las tecnologías y unos pocos refieren sentirse aislados y percibir la atención como impersonal21: ".Principalmente eso, ha habido algunos pacientes que simplemente no son tan hábiles con sus computadoras y cosas de esa naturaleza. Y la gente que sentimos ha sido más estable... está bien hacer teléfono que video.".
Por otro lado, los proveedores de salud comunitaria de USA22 refieren limitaciones como no contar con una buena señal, desconocer qué aplicaciones estaban validadas, la necesidad de capacitación en tecnologías y el tiempo agregado a la atención directa:
"...No sé cuáles son buenas aplicaciones. Sería bueno saber cuáles son buenos y cuáles están basados en evidencia.".
Con respecto a los pacientes, exponen que estos se sienten vigilados (especialmente los extranjeros), tienen un manejo limitado de la tecnología y desconfían de las ehealth22:
"…Al ser nuevo en el país con todas estas nuevas aplicaciones, sienten que hay alguien detectándonos... No quiero que se lo digan a todos y no confían. No confían en ese tipo de aplicaciones.".
Asimismo, en cuidados paliativos perciben como limitantes el desconocimiento de las tics, dificultad en el acceso a la información, aumento de la carga de trabajo y riesgos en la privacidad y confidencialidad de la información23:
"...Si es algo extra que hacer, entonces no lo haré. Debe estar vinculado con mi EMR o con mi correo electrónico, no quiero agregar otra plataforma a mi vida.".
Refieren que sus pacientes son personas mayores con falta de conocimientos tecnológicos e intimidados por una tecnología complicada23: ".Creo que si proporciona a los pacientes una tecnología con la que no están familiarizados, a esta población de pacientes le lleva mucho tiempo, supongo que son principalmente una población de más de 70 años, les lleva mucho tiempo adaptarse al uso de esta, De Verdad. Las cosas que crees que serían intuitivas no lo son, por lo que establecer una buena comprensión básica para ellas y practicar creo que es muy importante para el éxito.".
Por su parte, médicos de Bangladesh24 relatan dificultad para diagnosticar una infección de transmisión sexual (ITS) por teléfono, gran tiempo invertido en explicar la patología y la falta de gestión de llamadas que provoca gran tiempo de espera: ".No me parece. Si las conversaciones fueran suficientes, no sería necesario un chequeo físico. Existen diferencias entre los chequeos físicos y las conversaciones por teléfono móvil. Hay una gran brecha entre estos...".
Para las pacientes, refieren que el estigma de las ITS les impide buscar ayuda y llaman solo cuando hay problemas, además sus escasos conocimientos dificultan la comprensión de indicaciones24: ".Algunas mujeres a menudo no están seguras acerca de las ITS y las ETS y querrían saber. Tampoco entienden sobre la regulación de la menstruación, tienen miedo de no entender lo que significa el flujo blanco. Pero ya ves, las mujeres solo contactan con nosotros cuando se enfrentan a algún problema o llevan mucho tiempo sufriendo algún síntoma o enfermedad. Entonces solo puedo decir, las personas buscan ayuda, cuando saben que algo anda mal... ¡cuando algo no está bien!".
En España25 describen como barreras las tecnologías desconocidas y desafiantes, la imposibilidad de realizar exploraciones físicas o técnicas procedimentales, el temor de que los pacientes mayores perciban distanciamiento y se deterioren las relaciones y una mala conexión a internet que genere desconfianza en los pacientes:
"...Desconfianza en el uso de la tecnología, dificultades para las personas mayores, que no tienen los dispositivos, la relación se puede ver más lejana.".
Para los usuarios se perciben como barreras la falta de red, el desconocimiento de las tecnologías y la necesidad de encontrar un sustituto del contacto físico25:
"…Para algunos pacientes, su uso puede ser complejo. Para los que son mayores, necesitan el apoyo necesario para poder utilizar este medio de comunicación.".
En salud mental refieren que la psicoterapia o las terapias de esquema no pueden darse en la web; les preocupa la privacidad, las consideraciones éticas y los pacientes suicidas; baja motivación debido a sus inhabilidades tecnológicas y carga de trabajo; temor a que los pacientes rurales se puedan aislar más por no tener acceso a internet, alfabetización deficiente, no tener una "mentalidad psicológica" o tener dificultades con la visión o la audición26.
DISCUSIÓN
Los diversos estudios analizados dan cuenta de los cambios que han ocurrido en la atención de salud como resultado de la pandemia de COVID-19 y demuestran percepciones tanto positivas como negativas de la telesalud.
La comodidad17,21,23-25 definida como vivir a gusto o con descanso27 es uno de los beneficios más relevantes percibidos, tanto por proveedores como usuarios. Por el contrario, tanto la ausencia de comodidad como la falta de confianza en la tecnología pueden afectar el compromiso tanto de los usuarios que han estado marginados de la telesalud, como de aquellos que mantuvieron sus actividades presenciales durante la pandemia28. De acuerdo con estos hallazgos se recomienda el diseño de estrategias públicas que permitan que todos los profesionales y usuarios de la salud puedan acceder a esta modalidad de atención de forma óptima, para que vivan en primera persona la comodidad. Así la integrarán rápidamente en sus vidas.
Otro de los beneficios más referidos fue la facilidad en la toma de decisiones19,20,23,25) demostrada con la videoconsulta y en concordancia con este resultado, en España29 la teleconsulta utilizada para el seguimiento de pacientes con COVID-19 les ha permitido obtener mayor información visual y tener señales diagnósticas para dar tranquilidad al paciente a través de una "presencia terapéutica". No obstante, hay críticas sobre la aceptación y apreciación de la calidad de la atención por parte de los profesionales de la salud30,31. Estos hallazgos fundamentan el gran apoyo de la telesalud para el seguimiento de pacientes crónicos, que muchas veces se dejan hospitalizados solo para controlarlos.
La flexibilidad en los horarios y lugares desde donde se puede realizar la teleconsulta es otro de los beneficios más referidos por los profesionales20,21,23,26. En concordancia con estos hallazgos la literatura señala que el permitir que los usuarios perduren en su hogar contribuye al uso y aceptación de la tecnología32. Sin embargo, los usuarios más vulnerables no cuentan con el equipamiento ni la alfabetización tecnológica que les permita acceder a esta atención de salud.
Igualmente, los beneficios de la telesalud en el control de pacientes con consumo problemático de opiáceos, concuerda con otro estudio33 que señala que, aunque los médicos dudaban de la calidad de la atención brindada, notaron algunas ventajas distintivas, incluido un mayor acceso y comodidad para los pacientes. Sin duda la privacidad del control de salud es un gran beneficio para estos pacientes que se sienten estigmatizados solo por acceder a un centro de control de estupefacientes.
Un significativo hallazgo de esta revisión fue lo beneficioso que resulta el uso de la telemedicina en cuidados paliativos. Situación similar reportan investigaciones que coinciden en señalar que la telesalud permite al personal de salud evaluar y controlar los síntomas34,35. Además, se pueden realizar valoraciones de síntomas más frecuentemente y a distancia36. También es posible informar de problemas urgentes37 y los proveedores pueden apoyar a los cuidadores de pacientes paliativos de una manera activa y competente34,38. Es destacable el gran aporte de la telesalud en cuidados paliativos porque permite un control rápido con el especialista, evita movilizar innecesariamente a los pacientes y con esto les mejora su calidad de vida.
Por otra parte, en España25 los pacientes refieren que la telesalud es más flexible, menos burocrática y les permite no faltar al trabajo. Igualmente otras investigaciones describen que los usuarios que utilizan la ehealth la observan más rentable, eficiente en el tiempo, instantánea y no requiere costos de transporte 39 . Es importante que los centros de salud puedan ofrecer esta modalidad de atención a aquellos usuarios que por diferentes razones no pueden acceder al centro de salud; sin duda mejorará la adherencia al tratamiento de muchos pacientes crónicos con largas jornadas de trabajo.
Otro beneficio reportado es el uso de la telesalud en el tratamiento psicológico porque se pueden establecer relaciones terapéuticas diferentes a la terapia presencial y sorprende la capacidad para desarrollar relaciones en línea, especialmente con pacientes con ansiedad social. En concordancia con estas bondades de la telesalud, investigadores destacan que, en la evaluación y el seguimiento de los problemas de salud mental, se consigue un clima de seguridad que facilita la expresión emocional, con un mayor contacto facial que en la consulta real presencial y se convierte en un método de exploración que complementa y amplía la información necesaria40. Sin duda la inclusión de la ehealth en el control de pacientes con trastornos de salud mental es una poderosa estrategia para mejorar la adherencia al tratamiento.
Entre las principales barreras percibidas por los profesionales de la salud se describen las dificultades con la tecnología17-26 y en relación a ello, los problemas tecnológicos son un tema que preocupa a los proveedores de salud y el rechazo a utilizar la telesalud puede solucionarse realizando pruebas que generalmente mejoran las percepciones hacia la tecnología41 . Respecto del usuario destacan la mala calidad o la falta de equipamiento, una mala conexión a la red sumada a su incapacidad para manejar la tecnología. En esta misma línea un estudio mostró que la falta de confianza de los usuarios en los sistemas y su incomodidad con el uso de las aplicaciones de salud móvil pueden dificultar la adopción de la ehealth42.
Finalmente, la falta de contacto social 17-26 fue otra de las barreras más mencionadas en los estudios analizados. Los proveedores aducen que el contacto físico es fundamental para poder dar una atención de calidad y añaden que la telesalud puede sustituir el contacto humano, pero solo de manera temporal. En relación a ello la literatura reciente señala que los médicos han vuelto a la presencialidad en la medida de sus posibilidades43. Además, muchos de los pacientes son personas mayores que se encuentran solas en su hogar, se sienten aisladas, perciben la telesalud como impersonal y están ávidas de contacto social, por lo tanto, es importante hacer seguimiento de los aspectos socioemocionales y las posibles barreras en la conexión profesional-paciente que plantean las consultas por telesalud44.
CONCLUSIONES
La evidencia científica analizada sobre las percepciones del equipo de salud en el uso de la salud digital en el control de las enfermedades crónicas permite concluir que fueron percibidos múltiples beneficios y oportunidades de cuidado no sólo para las enfermedades crónicas, sino también para otras condiciones o contextos diversos de cuidado. El equipo de salud describe beneficios para ellos, como para sus pacientes. Existen también barreras o limitaciones percibidas que tienen relación con el acceso a la tecnología y la limitación del contacto físico.
Finalmente, los resultados de esta revisión permiten comprender que la salud digital constituye una alternativa de cuidado de la salud y futuros estudios recomiendan indagar sobre la percepción del uso de la telesalud desde los propios usuarios. A su vez, las políticas y estrategias públicas de salud deben contemplar la instalación permanente de recursos humanos y tecnológicos necesarios para contribuir a la mejora de los cuidados en salud y satisfacción de los usuarios/pacientes. Asimismo, la academia debe contemplar el desarrollo de competencias en los futuros profesionales.