INTRODUCCIÓN
El cáncer es una de las principales causas no transmisibles de morbilidad y mortalidad, con un registro durante el año 2015 de 14 millones de nuevos casos de cáncer en el mundo, falleciendo ese año 8,8 millones de personas, previéndose en los futuros 20 años un alza de 70% en el diagnóstico de cáncer1. El cáncer de mama es el segundo cáncer más común en el mundo, constituyendo 25% de todos los cánceres y el cáncer más frecuente entre las mujeres, con una incidencia estimada de 1,67 millones de casos de cáncer diagnosticados en 20122,3 y la segunda causa de muerte en mujeres a nivel mundial1. Los estudios epidemiológicos y de observación clínica demuestran que existen múltiples factores de riesgo para el posible desarrollo de cáncer de mama4, así como una alta tasa de mortalidad, que se revierte cuando se detecta oportunamente5,6.
En el mundo, el cáncer de mama es la quinta causa de muerte por cáncer en general con 522.000 muertes en el año 20122. En Sudamérica se aprecia un aumento de la mortalidad por cáncer de mama, estimándose que anualmente fallecerán 24.681 mujeres7, describiéndose como problemas frecuentes la detección de cáncer en una fase avanzada como la falta de diagnóstico y tratamiento5. En el caso de Brasil, la incidencia de cáncer de mama es de 52 casos por 100.000 mujeres5,8, en Colombia 35,7 casos por 100.000 habitantes6. Chile presenta una tasa de mortalidad observada de 15,69 por 100.000 mujeres en 20127; en el quinquenio 2009 a 2013 se observa que la mortalidad incrementa con la edad, colocándose esta enfermedad como la primera causa de muerte por cáncer en mujeres9, para finalmente en 2015 aumentar a 16,6 por cada 100.000 mujeres10. Las regiones de Chile con mayor tasa ajustada de mortalidad por cáncer de mama son Magallanes con 16,9, Valparaíso con 14,3 y la Región Metropolitana con 14,00, muy por encima de la Región del Biobío con 12,710.
En Chile, la incidencia de cáncer se analiza a partir de los datos procedentes de hospitales públicos, pudiendo haber otros casos no registrados adecuadamente en fuerzas armadas e incluso en servicios delegados pertenecientes al sistema público de salud, lo que dificulta el registro de cáncer real de toda la población11. En el sector público se ha observado un aumento de la incidencia de los estadios 0, detectados por las mamografías, y los estadios avanzados como el III y IV se han mantenido estables. En cambio, en el sector privado se han incrementado los estadios 0 en un 20%, y los estadios III y IV han disminuido en un 10 y 11%9.
Frente a este contexto y a lo expresado en la Ley 19.966 del año 2004 que establece un Régimen de Garantías Explícitas en Salud12, el Ministerio de Salud redactó la Guía Clínica Chilena de Cáncer de Mama, guía que tiene como propósito mejorar la calidad de vida, y disminuir el costo monetario y emocional de las pacientes, bajo el estandarte de equidad en salud, incluyendo orientaciones para todo el equipo multidisciplinario relacionado con la atención de personas con cáncer de mama, incluyendo a estudiantes de pre y posgrado7.
Es en este propósito en donde está inserto el profesional de enfermería, quien cumple su rol dentro del equipo multidisciplinario, centrándose en aspectos relacionados con educación, prevención, promoción y cuidados de la salud, en los tres niveles de atención donde ejecutan la gestión del cuidado5. El cuidado consiste en tomar contacto con el otro, elemento esencial en la relación enfermero-paciente, donde se busca empatizar o sentir desde el paciente; lo que representa la principal característica de la relación profesional13.
Frente a esta realidad, se precisa que los estudiantes de Enfermería conozcan acerca de los aspectos relacionados con el manejo del cáncer de mama. Tal es la importancia de esto, que la Comisión Nacional de Acreditación espera que los estudiantes desarrollen, desde su perfil profesional, la capacidad de proporcionar una atención integral al individuo, familia y comunidad, tanto que estén sanas o enfermas y en las diferentes etapas del ciclo vital; una atención basada en la promoción, prevención, recuperación, rehabilitación de la salud y en la etapa terminal de la vida14.
Debido a lo anterior se plantea como objetivo de este estudio evaluar el conocimiento acerca del cáncer de mama presente en estudiantes de Enfermería de universidades de la ciudad de Chillán.
MATERIAL Y MÉTODO
Estudio descriptivo, transversal, realizado en estudiantes de las carreras de Enfermería de tres universidades de la ciudad de Chillán, Chile, durante el año 2017.
La muestra fue de tipo no probabilística según disponibilidad e incluyó a 187 estudiantes de tercer y cuarto año de las carreras de Enfermería, considerándose que éstos ya tienen una experiencia clínica antes del ingreso a las prácticas finales de la carrera. Los criterios de inclusión fueron: estudiantes matriculados en la carrera correspondiente a 3ro y 4to año, que hayan realizado prácticas clínicas en distintas asignaturas, excluyéndose aquellos estudiantes que no completaron el consentimiento o el cuestionario en su totalidad, estaban en pasantías, o tenían inasistencia o licencia médica el día de la aplicación de la encuesta.
La encuesta autoadmistrada se centró en la labor de enfermería, particularmente en la promoción y prevención de la salud. En la encuesta se debía responder preguntas sobre conocimiento del cáncer de mama: factores protectores, factores de riesgo, signos y síntomas, tamizajes y práctica del autoexamen de mamas. La encuesta se creó a partir de los contenidos de la Guía Clínica Cáncer de Mama, 20157. Guía elaborada por el Ministerio de Salud de Chile en el año 2004 y actualizada en 2010 y 2015, en la cual se describe: la epidemiología del cáncer de mama, los pacientes y escenarios clínicos donde se entrega la atención de salud y en la cual se establecen las recomendaciones para la prevención, tamizaje, sospecha diagnóstica con estadificación, tratamiento y seguimiento durante y después de la enfermedad.
Las preguntas que hacen alusión a la experiencia, creencias respecto de cuáles son signos o síntomas, factores de riesgo, prevención, e intervención relacionadas con el cáncer de mama, incluidas aquellas preguntas sobre técnicas diagnósticas y tratamientos son de tipo dicotómicas con alternativas si/no, en las cuales el estudiante podía elegir su preferencia según el nivel de conocimiento que tuviese. Asimismo, para complementar la elaboración de la encuesta que se aplicó en esta investigación, se revisó la estructura de encuestas en las que se preguntaba por el conocimiento sobre cáncer de mama, realizada en dos estudios, uno en Argentina en el 2013 con mujeres entre 35 y 65 años y otro que se aplicó en Ecuador a estudiantes de primer año de enfermería en el 2014.
Se realizó una validación por expertos, la que incluyó la consulta a cinco profesionales de la salud en el área de medicina, enfermería y obstetricia, todos académicos con experiencia en cuidados de la mujer o en oncología. A éstos se les suministró información respecto de los antecedentes del estudio, objetivos y contexto en que se aplicaría la encuesta. Se les entregó un cuadernillo que contenía cada pregunta por separado, en el cual evaluaron: 1) adecuación de las preguntas a las características de la muestra y 2) pertinencia de las preguntas respecto de los objetivos planteados, existiendo la posibilidad de sugerir cambios a cada pregunta por separado. Este proceso permitió identificar cuáles preguntas requerían modificaciones o clarificaciones. Además, para comprobar la claridad de las preguntas y su comprensión se realizó una prueba piloto con 30 estudiantes de Enfermería de una de las universidades.
El estudio fue aprobado por el Comité Ético Científico de la Universidad Adventista de Chile. La muestra se recolectó con autorización de las distintas entidades académicas en las universidades de Chillán. Previo a la aplicación de la encuesta, los participantes dieron por escrito su consentimiento informado.
El análisis estadístico se realizó con SPSS. v19. Se utilizó estadística descriptiva, donde las variables cuantitativas se expresaron mediante promedios y las variables cualitativas mediante tablas de frecuencia y porcentaje. El conocimiento se evaluó a partir de las respuestas correctas dadas por los estudiantes que fueron acordes a los criterios de la Guía Clínica de Cáncer de Mama. Las respuestas de cada estudiante fueron puntuadas en una escala de 1 a 100. Se determinó la normalidad de la variable conocimiento con la prueba de Kolmogorov-Smirnov y se utilizó la prueba t para determinar diferencias de puntaje según sexo. Se consideró como significancia estadística valor p< 0,05.
RESULTADOS
El promedio de edad de los 187 estudiantes fue de 23 años, de sexo femenino un 75,4%. El estado civil más frecuente es soltero con un 92%. Un 9,1% de los estudiantes tiene hijos.
Del total de estudiantes de Enfermería, un 97,3% no ha tenido la oportunidad de atender a pacientes con cáncer de mama, destacándose que conocen a estos pacientes según experiencias de la vida personal o familiar en un 39,6% (Tabla 1). Los estudiantes en un 13,4% cree falsamente que entre más joven una mujer mayor riesgo de padecer cáncer de mama y 55,1% responde que el sobrepeso antes de la menopausia no corresponde a un factor de alto riesgo (Tabla 2).
Los estudiantes de Enfermería indicaron que la frecuencia de realización del autoexamen de mama, según la Guía Clínica, es mensual en un 49,7%, las respuestas erróneas, del 50,3% restante, se distribuyeron en: 27,3% semanal, 16% anual, 4,8% semestral y 2,1% trimestral.
Al evaluar de manera dicotómica (si/no) cuáles son las creencias de los estudiantes respecto de técnicas diagnósticas, tratamiento y cuidados postoperatorios, las respuestas obtenidas fueron las siguientes: Los estudiantes, en un 71,1% indican la biopsia percutánea como la correcta técnica diagnóstica para el cáncer de mama. En un 96,8% la mamografía digital, Pet Scan en un 35,3%, ecografía en un 67,4%. Los estudiantes indican que el tratamiento para el cáncer de mama es la biopsia en un 15,0%, mamografía en un 15%, terapia hormonal en un 60,4%, mastectomía parcial/total en un 97,3% y quimioterapia en un 98,4%. Según las respuestas entregadas por los estudiantes, los cuidados que se deben tener con un paciente postoperado de cáncer de mama son: puncionar siempre el brazo del lado postoperado en un 11,8%, no puncionar el brazo del lado mastectomizado en un 93,6%, no tomar la presión arterial del brazo mastectomizado en un 85,6%, y tomar gases arteriales del brazo del lado mastectomizado en un 15%.
Con respecto al significado de la mastectomía, indican que es la extirpación de la mama en un 93,6%, extirpación de un tumor benigno en un 4,3%, y disección de ganglios linfáticos axilares en un 2,1%. Al mismo tiempo, según las alternativas dadas en la encuesta, pudieron reconocer lo que es un linfedema en un 74,9%.
Al evaluar el puntaje de preguntas acertadas en una escala de 1 a 100 por sexo, los hombres obtuvieron =74,55 DS=6,5 puntos, y el femenino =75,26 DS=7,40. La prueba t no indicó diferencia significativa entre hombres y mujeres respecto del conocimiento del cáncer de mama (p=0,563) (Gráfico 1).
Tabla 1 Experiencias, factores de riesgo y protectores, signos y síntomas de cáncer de mama, según los estudiantes de Enfermería en tres universidades de Chillán (n=187).

Tabla 2 Intervenciones, profesional competente, personas de alto riesgo de cáncer de mama, según los estudiantes de Enfermería en tres universidades de Chillán (n=187).

A pesar de ya haber realizado prácticas en algunas asignaturas y tener fundamentos teóricos acerca del cáncer de mama, los estudiantes de las distintas universidades no han tenido la oportunidad de atender a pacientes con cáncer de mama, y su enfrentamiento con este tipo de enfermedad se ha debido a experiencias de su vida personal o familiar. Debido a la elevada incidencia de este cáncer en nuestro país9, debería considerarse la posibilidad de que las universidades realicen una pasantía por un servicio especializado en oncología, con el fin de que se refuercen estos contenidos en virtud del diagnóstico temprano y el oportuno tratamiento.
Según Páez et al., existe dificultad para enseñar los factores de riesgo y protectores del cáncer de mama en una universidad de Colombia15. Aspecto importante a destacar en los planes de estudios, pues los estudiantes de Enfermería son también responsables de educar a la población en salud5. La falta de conocimiento sobre las edades para poder realizar la pesquisa con mamografía, es preocupante, ya que por sobre la mitad de los estudiantes no reconoce con qué frecuencia se debe realizar el autoexamen de mama, creyendo erróneamente que la frecuencia es semanal, o anual. Los estudiantes creen falsamente que entre más joven una mujer mayor riesgo de padecer cáncer de mama y que la alteración en el peso no tiene mayor relevancia en el desarrollo del cáncer de mama. Lo cual es contrario a lo que dice la evidencia científica que afirma que entre los principales factores de riesgo del cáncer se encuentra el sobrepeso, obesidad16 y la edad7,17.
Se aprecia dificultad para reconocer que toda sospecha de cáncer de mama se debe derivar a especialista, concordando con el estudio de Canicali et al.8; un número pequeño de estudiantes no identifica al médico especialista como el profesional competente para diagnosticar cáncer de mama, al igual que en los resultados de Prolla et al.5, lo cual es acorde con la dificultad de hacer diagnóstico temprano en países latinoamericanos18. Los estudiantes creen erróneamente que la mamografía y la ecografía respectivamente son técnicas diagnósticas en vez de técnicas de tamizaje.
En lo que se refiere al tratamiento, los estudiantes identificaron adecuadamente a la terapia hormonal, mastectomía y quimioterapia como tratamientos del cáncer de mama, concordando con Álvarez et al.19.
Los estudiantes tienen conocimiento sobre los cuidados postoperatorios en las mujeres con cáncer de mama, e incluso dos tercios de ellos identifica adecuadamente entre las alternativas de la encuesta lo que es un linfedema. La incorporación de este conocimiento frente a la patología es importante, principalmente frente a procedimientos de enfer mería como el control de signos vitales o punciones, todos procedimientos que deben ser realizados en el brazo contrario al del lado mastectomizado20.
Finalmente, dentro del marco de formación profesional de la carrera de Enfermería, la impor tancia de la evaluación de conocimiento realizada está vinculada con la formación de un estudiante acorde a las necesidades del sistema de salud, que tiene capacidad de coordinarse con distintos profesionales en el contexto de mejorar la salud pública del país. Un estudiante que tempranamente adquiere desde el conocimiento las habilidades para prevenir, detectar, aconsejar e intervenir en enfermedades catastróficas o terminales, constituirá un profesional de enfermería empoderado, capaz de cumplir su objetivo, el cual es cuidar la salud y la vida con la máxima calidad posible, evitando complicaciones derivadas de la enfermedad, con capacidad de entregar apoyo, y contención biopsicosocioemocional a la persona enferma y su familia21.
CONCLUSIÓN
El estudio reveló la necesidad de resaltar en los distintos planes de estudio de enfermería los contenidos asociados al cáncer de mama, siendo necesario programar en las prácticas espacios donde los estudiantes puedan hacer diagnóstico de enfermería e intervención respecto a la promoción de salud, prevención y tratamiento de la patología, puesto que el desconocimiento dificulta la oportuna derivación a especialistas y constituye un factor de riesgo para los usuarios del sistema de salud18.
Estas debilidades deben ser consideradas a partir de lo recomendado por la Guía Clínica del Cáncer de Mama que indica que también está orientada a los estudiantes de pregrado en Ciencias de la Salud7. A la hora de evaluar el conocimiento global respecto del cáncer de mama, se aprecia, en primer lugar, que los promedios obtenidos entre el grupo de hombres y mujeres son similares en ambos grupos, lo que indica que no hay diferencias significativas en cuanto a la adquisición de los contenidos de una patología prevalente en mujeres. En segundo lugar, respecto a experiencia de evaluación realizada se destaca la importancia de algunos conocimientos por sobre otros, los cuales no pueden ser ni omitidos en la enseñanza, ni desconocidos por los estudiantes, pues son indispensables respecto a la adquisición del rol de enfermería; conocimientos relacionados con la identificación de factores de riesgo o protección, diagnóstico temprano, y tratamiento, todos partes de la educación en salud que el profesional brinda a la sociedad.
La limitación del estudio fue la falta de estudios publicados sobre el tema de la enseñanza y adquisición de conocimiento respecto del cáncer de mama en estudiantes universitarios en Chile. Esto evidencia la necesidad de realizar investigaciones respecto de cómo las carreras de Enfermería imparten conocimiento a partir de las Guías Clínicas, y cómo éste es adquirido por los estudiantes, en un contexto de mejorar la salud pública del país.