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Acta literaria

versión On-line ISSN 0717-6848

Acta lit.  no.57 Concepción dic. 2018

http://dx.doi.org/10.4067/S0717-68482018000200039 

ARTÍCULOS

EL ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LOS VAMPIROS: MONSTRUOS DE LA FANTASÍA

THE ORIGIN AND EVOLUTION OF VAMPIRES: FANTASY MONSTERS

Edgar Toribio-Hernández 1  

1Maestro en Ciencias. Universidad Intercultural del Estado de Guerrero, Ayutla, México edconres@gmail.com

RESUMEN

Resumen: El trabajo presenta de manera sucinta tres temas: monstruos de la fantasía anteriores al surgimiento de los vampiros, formación de su arquetipo a partir de sucesos en Europa del Este y las variantes de su estereotipo hasta nuestro siglo. De un proceso cadavérico natural malentendido surgió la idea de su sed de sangre, la cual evolucionó hasta la humanización y más aún, su visión como superhéroes.

Palabras clave: Vampiros; Serbia; Ucrania; Stagg; Polidori; Stoker; ántrax; peste

ABSTRACT

Abstract: The work succinctly presents three themes: fantasy monsters before the emergence of vampires, formation of their archetype from events in Eastern Europe and variants of their stereotype until our century. From a misunderstood natural cadaverous process came the idea of their thirst for blood, which evolved into humanization and even a vision of superheroes.

Keywords: Vampires; Serbia; Ukraine; Stagg; Polidori; Stoker; anthrax; plague

I. Introducción

Es claro que la palabra "vampiro" hoy en día evoca a monstruos de la fantasía (Vermeir, 2012). Sobre su origen y evolución, trabajos sobre el tema como el clásico de Summers (1928) y el más reciente de Beresford (2008), consideran erróneamente como "vampiros" a todos los seres imaginarios que se han descrito como bebedores de sangre a través de la historia. Como se demuestra en el presente trabajo la palabra "vampiro" y sus sinónimos aplicada a un ser imaginario que bebe sangre surge a finales del siglo XVII en la Europa del Este. De esta forma el primer "vampiro" es enteramente distinto a lo estipulado en los trabajos citados.

Es por ello que este trabajo se centra en dar respuesta a varias cuestiones. La primera de ellas es saber la definición de "vampiro" de acuerdo a su sentido original y con ello, diferenciar a estos monstruos de la fantasía de otros con sed de sangre que se han descrito a través de la historia. La segunda es conocer el origen de su arquetipo1 y su difusión en los registros escritos. La última es conocer el origen y las variantes de su estereotipo2 a lo largo del tiempo hasta nuestro siglo. En base a lo anterior se busca clarificar el proceso de formación de esta figura que tiene notas tan contrastantes e imprecisas en tratados sensacionalistas sobre el tema.

II. Monstruos de la fantasía con sed de sangre anteriores a los vampiros

El "vampiro" en su primitiva definición evoca a un cadáver que en la creencia popular succiona la sangre de los vivos y la ingresa a su propio cuerpo inerte (Calmet, 1746). La primera vez que se da a conocer lo que significa "vampiro" es en un informe del oficial austriaco Flückinger (1732), sobre un caso sobre esta creencia. En el título de su informe equipara un fonema serbio pronunciado por él en alemán como "vampyr", el cual iguala a la palabra alemana "blutaussaugers (sanguijuela/chupasangre)". En entonces a la primitiva definición de Calmet (1746) es posible diferenciar a los "vampiros" de otros monstruos de la fantasía con sed de sangre que se han descrito como tales en los tratados de Summers (1960[1928]) y Beresford (2008): Ekimmus, Lilitús, Lamias, Striges, draugrs, brujas, redivivos, brucolacos, Jiang Shi, Ghouls, etc.

En la cultura sumeria existió la creencia en los Ekimmus, demonios y espíritus de personas fallecidas, que en los desiertos succionaban la sangre de las personas (Summers, 1960). Estas figuras se pueden entender metafóricamente como representación de la deshidratación en los desiertos que provocaban la muerte. En ningún caso se creía en la facultad de los Ekim-mus para ingresar la sangre succionada de otros en sus propios cadáveres. En las antiguas Babilonia y Jerusalén se tuvo la creencia en Lilitú o Lilith3, un demonio femenino, que devoraba y succionada la sangre de los recién nacidos. Posiblemente Lilith fuera una representación de las enfermedades inexplicables que atacaban a los bebés y les provocan la muerte, como el síndrome de muerte súbita del lactante (Moon, Horne, & Hauck, 2007). Tampoco hay evidencia de que la sangre, que se creía Lilith succionaba, ingresaba a ningún cadáver (Summers, 1960).

En la antigua Grecia se tuvo la creencia en la Lamia, una figura parecida a Lilith y en las Striges4, estás últimas basadas en la creencia de que los búhos (de la cual son sinónimos) succionaban la sangre de los recién nacidos (Beresford, 2008). Ambas son figuras metafóricas del síndrome de muerte súbita del lactante. En la Odisea de Homero en el canto XI, versos 23 al 50, se describe un sacrificio de sangre por parte de Odiseo a las sombras de los muertos, los cuales al verterse la sangre, se acercan y al beberla (materializándose ellos ligeramente) pueden pasar del estado de inconsciencia al de conciencia. Dentro de las creencias de los vikingos se tuvo la creencia en los draugr5, cadáveres que toman vida brevemente para defender sus tumbas, devorando a hombres o matándolos con su hedor (Keyworth, 2006).

En la Inglaterra medieval William de Newburgh, que describe la historia de su país de 1066 al 1198, describe la aparición de un muerto que se aparecía por las noches. Al destapar los pobladores su cadáver, se encontró hinchado por la sangre, mencionando que parecía una sanguijuela llena de sangre, sin embargo no se menciona en ningún momento la creencia que el cadáver la hubiera succionado de otras personas (Keyworth, 2006). En el Malleus maleficarum6 escrito en 1486, con el fin de servir como manual de los inquisidores contra la brujería, se menciona el caso de un pueblo casi despoblado por la peste, donde se creyó que una bruja fallecida devoraba su sudario y no pararía la enfermedad hasta que terminara de comerlo. Al descubrirse la tumba y encontrarse la mitad del sudario devorado, se le corta la cabeza y al hacerlo la peste cesó aparentemente (Institoris, Sprenger, & Sprenger, 2000).

En 1645 se tienen reportes de que los griegos ortodoxos creían al menos en los últimos 100 años, en la existencia de los Burculacam7, cadáveres animados por el demonio que vagabundeaban por las calles llevando enfermedad y muerte. Se menciona que en general fueron personas excomulgadas. La iglesia ortodoxa negaba su existencia y prefería absolverlos que quemarlos como era costumbre popular. También se menciona a otros cadáveres que se hinchan, rebotan y no se descomponen, a los que se menciona como Timpaniaios8. No se menciona ninguna capacidad de succionar la sangre de los vivos por parte de los Burculacam o Timpaniaios (Allatius, 1645).

La misma creencia es mencionada en 1657, mencionando casos de cadáveres que se hinchan y resuenan cuando se arrojan al suelo, a los que se nombran como doupi (tambor). Se menciona igualmente que los griegos creen que estos cadáveres son de personas excomulgadas. Se describen de igual forma a los brucolacos como cadáveres andantes que pueden incluso regresar a trabajar con su familia. No se dan crédito a estas historias, sin embargo esta creencia estaba muy generalizada entre los habitantes de las islas griegas (Richard, 1657). Los mismos reportes de vueltos a la vida se reportan en general para toda el área de influencia de la Iglesia Ortodoxa Griega (Rycaut, 1679) pero sin mencionar en los escritos originales la capacidad de succionar sangre por tales entes imaginarios (Valvasor, 1689).

En países fuera de Europa y medio oriente existen creencias en su religión y folclore sobre demonios que chupan la sangre de los vivos, como figuras de enfermedades inexplicables, sin embargo al ser en su mayoría relatos que se pusieron por escrito después de las grandes exploraciones europeas de los siglos XVI al XVII pudieron recibir su influjo. Es notorio el caso de los denominados Jiang Shi (cadáver rígido) de China, una figura que surgió a finales del siglo XVII durante la dinastía Qing. La creencia describe la fantasía de que cadáveres con los brazos extendidos caminan por los campos. La leyenda está basada en la costumbre de trasladar los cadáveres de personas fallecidas lejos de su familia. El traslado se realizaba por las noches, los cadáveres eran colocados verticalmente y con los brazos extendidos sujetos en bambús cargados por personas. En ningún momento el folclore tradicional chino los convirtió en bebedores de sangre hasta el siglo XX ante el influjo europeo (Weiser, 2015). Como es posible observar, en ningún caso hasta aquí descrito, espíritus de fallecidos, demonios o cadáveres andantes, que describen las creencias populares se reportan como colocadores de sangre de los vivos en algún cadáver, es decir no son "vampiros".

III. Surgimiento del arquetipo de vampiro: características naturales no comprendidas de cadáveres en Europa del Este

La palabra "vampiro" tiene una etimología muy probable a partir del eslavo (Wilson, 1985). Su significado sería sanguijuela o chupasangre (Calmet, 1746) como quedó claro en la anterior sección. Esta palabra, sus cognados (como el fonema ruso "upir") y sinónimos, surgió durante el siglo XI, sin embargo aplicada sólo a nombres propios y lugares (Wilson, 1985). Sólo a fines del siglo XVII se aplica a monstruos de la fantasía muy similares a los "vampiros", en registros que se mencionan a continuación. En correspondencia privada se puede encontrar el cognado "Uinor" mencionado en la carta CCXXXV de Pierre Des Noyers, escrita el 13 de diciembre de 1649. El fragmento de interés menciona:

Debemos, por su parte, decir una palabra de una enfermedad en Ucrania, creo que si la gente es fiel en su testimonio, y si sucede de modo veraz en el país, estaríamos pasando por ridículos si queremos dudar de ella. La llaman, en ruteno "Uinor"9, y "Friga" en polaco. Esto es a lo que se refiere: cuando una persona que nació con dientes muere, ella come en su ataúd, primero su ropa, pieza por pieza; luego sus manos y el brazo; y, durante ese tiempo, su familia y todos en su casa mueren uno tras otro10 (Des Noyers, 1859: 561).

Des Noyers menciona que el remedio para estas epidemias es descubrir el cadáver en su tumba y cortarle la cabeza, al parecer les da resultados a los habitantes de estos lugares, aunque confiesa no creer en esta superstición. En nuestro siglo se han descubierto múltiples registros arqueológicos sobre esta creencia, como cadáveres decapitados, con una argolla en el cuello o una piedra en la boca (Barrowclough, 2014), prácticas del folclor eslavo en la época que escribe Des Noyers (Gregoricka, Betsinger, Scott, & Polcyn, 2014). Se pueden rastrear creencias similares en el Malleus maleficarum ya citado.

Una repuesta a este paralelismo y al relato descrito de William de Newburgh es que desde el siglo XIV al XVIII se sucedieron numerosas epidemias de peste en Europa, entre las consecuencias que provocaron estuvo el miedo a los contagiados. En numerosas ocasiones se enterraron a personas todavía con vida que sufrieron una muerte muy dolorosa al tratar de salir del ataúd. El curso natural de las epidemias de peste es el cese en un lugar al cabo de menos de algunos meses, por lo que estas terminarían independientemente de que se aplicaran acciones apotropaicas11 o no (Zietz & Dunkelberg, 2004).

El primer reporte impreso sobre algún cognado de "vampiro" se encuentra en un fragmento de 1693 de Claude Comiers, el cual menciona:

Los polacos prefieren cortar la cabeza de sus padres antes de enterrarlos, o les colocan un collar para que no mastiquen su mortaja, para evitar que por simpatía12, dicen, se saquen a sí mismos la sangre, cuyos cadáveres enterrados encuentran a veces todos cubiertos de sangre13 (Comiers, 1693: 115-116).

Aunque Comiers no menciona la palabra "Uinor" que menciona Des Noyers las acciones descritas son similares, agregando la presencia de sangre.

En un reporte del mismo año que escribe Comiers, Des Noyers pública:

Es posible que ya hayan oído hablar de una cosa muy extraordinaria que se presenta en Polonia, y sobre todo en Rusia. Cuerpos muertos al que se les llama en latín "Striges", y en el idioma del país "Upierz", y que tienen un poco de fluido que la gente común y muchas personas respetables mencionan que es sangre. Se dice que el diablo toma la sangre del cuerpo de una persona viva, o un poco de la del ganado, y la pone en un cadáver, porque afirman que el demonio está en el cadáver y sale en algún momento, entre las doce hasta la media noche, después de lo cual vuelve allí y pone la sangre.

Esta se presenta en tal abundancia, que fluye a través de la boca, la nariz, y sobre todo de las orejas, empapando el cadáver en su ataúd. Hay más, este mismo cadáver consume su misma ropa, y se puede encontrar parte de esta en su boca. El demonio que domina al cadáver provoca problemas por la noche a los familiares del muerto, y les provoca gran malestar mientras duermen. Los abraza, los pellizca, se presenta con la figura de sus padres o madres, y los debilita chupando su sangre para transportarla al cadáver y al despertar piden auxilio. Los familiares se vuelven enfermos, y el diablo no saldrá del cuerpo del muerto, hasta que toda la familia muera uno tras otro. Hay dos tipos de estos espíritus o demonios. Algunos van a los hombres, y otros a las bestias que también están muriendo de la misma enfermedad. El remedio contra ellos está en sus cadáveres. Se realiza una mezcla hecha de harina y sangre de los cadáveres, se amasa, se hornea y se consume. En los ataúdes estos cuerpos se presentan flexibles, hinchados y rubicundos, y no putrefactos ni secos al igual que otros cadáveres, algunos conservando estos rasgos semanas después de enterrados. Después de aparecerse en sueños a sus familiares, les abren el corazón y les brota mucha sangre14 (Des Noyers, 1693: 62-67).

Junto con el remedio del pan, Des Noyers menciona posteriormente el remedio mencionado en su carta CCXXXV citada, el de cortarles la cabeza a los cadáveres sospechosos. La palabra “Upierz”, cognado de “Uinor” en su carta se aplica a este tipo de cadáver. Actualmente se pueden encontrar cognados de esta palabra en las actuales “кръвопиец” (kruvopiets) y “krwiopijca”, que significan sanguijuela o chupasangre en búlgaro y polaco respectivamente. Aunque en esta ocasión se menciona a Rusia como principal sede de este fenómeno, es conocido que Ucrania pasó a ser provincia rusa a partir de 1654. La zona rutena, en la época de Des Noyers era una zona Ucraniana, se ubica en el actual sur de Polonia, oeste de Ucrania y norte de Hungría y Rumania, zona del origen de la creencia que describe.

Es conveniente comentar sobre estos reportes que algunas epidemias de ántrax sucedieron en Europa del Este entre los siglos XVII y XVIII. El ántrax no era una enfermedad identificada, provoca en su versión cutánea ulceras moradas y negras, en su versión gastrointestinal un cuadro diarreico y en su versión pulmonar fiebre, dificultad para respirar y coloración morada en zonas de la piel. En los casos más graves puede provocar una septicemia y la muerte. Los cadáveres de las personas atacadas con ántrax presentan la peculiaridad de un retraso en su descomposición y fal ta de coagulación sanguínea. La enfermedad ataca al ganado y a los seres humanos, muy probablemente los casos reportados por Des Noyers tengan alguna relación con algunos brotes, los cuales los médicos de la época, versados en enfermedades como la peste y la rabia, no podían identificar (Sternbach, 2003).

El reporte de Des Noyers resultó de interés, es así que en 1694 Marigner pública una explicación a este fenómeno. Concluye que es posible que parte del espíritu de los fallecidos permanecía con sus cadáveres y estos se podían materializar ligeramente. Esta leve materialización les permitía moverse, obtener la sangre de sus parientes e ingresarla a su cadáver (Vermeir, 2012). Es posible rastrear este pensamiento sobre espíritus que se materializan levemente en lo que describe Homero en la Odisea canto XI, versos 23 al 50 ya mencionado. Años después, como curiosidad, se describe la presencia de este tipo de cadáveres en Polonia, Lituania y Rusia, identificándolos con la palabra "Upier" (Rzączyński, 1721).

Como breve paréntesis y mención de otros monstruos de la fantasía reportados en estos años, se publica la obra Magia Posthuma15, donde su autor menciona algunos casos de muertos vueltos a la vida o "revinientes"16, que salían de sus tumbas en forma de espectros o de manera corporal y provocaban sofocamiento y palidez a las personas y al ganado. Las personas de Silesia y Moravia (en su mayor parte en las actuales República Checa, sur de Polonia y Este de Alemania) al sospechar de ataques desentierran los cadáveres que les parecen sospechosos (flexibles, con sangre no coagulada), les cortan la cabeza y los quemaban. Menciona que aparecen de día y de noche aunque ofrece el dato curioso de que mueven las cosas que le pertenecieron de su lugar y que a pesar de su flexibilidad presentan hediondez, lo que testifica una superstición en base a la presencia de cadáveres extraños; no menciona el que se creyera que bebían sangre como lo hace Des Noyers (Schertz, 1704).

Algún tiempo después en la obra Relation d'un Voyage du Levant se menciona la ejecución de un "brucolaco". En esta obra el autor describe su testimonio al haber estado presente en la ejecución como persona ilustrada. Menciona que en la isla griega de Mikonos en 1701 los habitantes escuchaban ruidos por las noches y sospecharon que eran provocados por un brucolaco. Exhumaron el cuerpo de un excomulgado recién fallecido y aparentemente lo describieron oralmente tan fresco como en vida, el autor lo describe sin embargo en estado de putrefacción y se sorprende de la necedad de los lugareños en verlo lozano. Al final los ruidos no cesan aún después de cortarle la cabeza y es así que terminan por quemarlo. Los ruidos cesaron, sin embargo el autor cree que los causantes de los ruidos fueron unos mendigos que aunque fueron apresados como sospechosos fueron liberados muy pronto (De Tournefort, 1718). El relato en esta obra indica cómo un miedo o una creencia puede provocar y sofocar la razón, aunque aplicado a los "brucolacos" haya una similitud con la creencia irracional en vampiros.

Siguiendo con el tema, después del reporte de Des Noyers, un caso similar fue descrito en el informe del oficial imperial del Sacro-Imperio Frombald del 31 de julio de 1725. El oficial menciona que pobladores de la ciudad de Kisolova, en territorio de la actual Serbia pero en ese tiempo parte del Sacro Imperio Romano Germánico, reportaron el caso de Peter Plogojoviz. Los pobladores reportaron que a las nueve semanas de morir se comenzó a aparecer a nueve personas, se les apareció en sueños y les asfixiaba, al final provocándoles la muerte. El oficial en compañía del sacerdote local descubrió la tumba y reporta el cadáver un poco despellejado y sin parte de la nariz. Se le clavó una estaca en el corazón y menciona que brotó sangre de sus orificios corporales y al final se quemó el cadáver. El oficial menciona que al parecer las uñas y cabello habían crecido y no se veía del todo descompuesto, además de presentarse sangre en la boca. El oficial concluye pidiendo disculpas si cometió alguna negligencia (Ranft, 1728). En el informe Frombald menciona casos de estos cadáveres con una palabra serbia desconocida pronunciada por él como "Vampyre", la primera mención en alemán de su cognado "Upierz" mencionada por Des Noyers.

El 12 de diciembre de 1731 el medico imperial Glaser informa de su visita a la aldea de Metwett, también en la actual Serbia, donde los habitantes se quejaban por la muerte reciente de 13 personas, que habían muerto aparentemente después de fiebres, dolores de pecho y de articulaciones, creyendo se debían a ataques de "Vampyres". El médico descubre los cadáveres y algunos los encuentra en avanzado estado de descomposición y a otros no, de igual forma se entera que los habitantes creen que una fallecida había consumido sangre de ovejas muertas atacadas por "vampiros" y en otro caso, de una que se había bañado con sangre de un "vampiro" muerto (Braunlein, 2012).

El padre del médico Glaser, Johann Friedrich Glaser, recibe una carta de su hijo del 18 de enero de 1732, de la cual se desconoce su contenido pero que aparentemente publica su argumento con una distorsión drástica del informe de su hijo. Es posible que en el informe su hijo no colocara realmente su sentir del hecho de que algunos cuerpos estaban muy descompuestos y otros no, o bien, que lo que menciona su padre es el reporte de su hijo sobre la creencia de los aldeanos y no la suya, el texto es el siguiente:

Mi hijo, médico imperial de Paracin en el territorio turco de Serbia, a 25 millas de Belgrado, me escribió el 18 de enero que en esta región, en particular en la aldea de Medwegya, no muy lejos de Bara chin, desde hace algún tiempo hace estragos una enfermedad mágica. Muertos enterrados del modo más normal se alzan intactos de sus tumbas y asesinan a la gente. Estos, a su vez, muertos y enterrados, se alzan de sus tumbas y matan a otros del mismo modo. Esto ocurre de la siguiente manera: los muertos atacan durante la noche a los durmientes y les chupan la sangre, de modo que al tercer día todos mueren. No se ha encontrado hasta ahora cura alguna contra este mal. Ya que muchos han muerto en muy poco tiempo de este modo, las autoridades locales ordenaron que el asunto se examinara con el mayor detalle. Entre aquellos a los que se ordenó acudir estaba mi hijo, medicus et physicus17. Convocados al unísono el juez y principal del pueblo y los miembros del jurado, se expuso que efectivamente estas cosas pasaban, aunque no se sabía cómo. No fue hasta que se advirtió que la gente estaba ansiosa, atemorizada y preocupada de sus sueños y quejumbrosa, etc. que se pudo organizar una visita al cementerio y los delegados pudieron abrir las tumbas, hallando diez personas en sus ataúdes, casi como cuando vivían, totalmente incorruptos, pero con sus ataúdes, la ropa, los vestidos y los sudarios manchados de sangre fresca que fluía de la nariz, de la boca, de las orejas y los genitales y teniendo nuevas uñas en los dedos de manos y pies. Todos estos "Vampiri", como allí se les denomina, fueron decapitados, tras lo cual se quemó sus cuerpos, y sus cenizas fueron esparcidas en el río Morava. Mi hijo tuvo la oportunidad de hacerles antes la autopsia y los intestinos estaban todos saludables e ilesos, pero el estómago y el diafragma estaban llenos de sangre. Eso es lo que me ha escrito de modo apresurado y me ha prometido un informe detallado para nuestro gobierno y para el Collegium Sanitatis18 donde añadirá más cosas19 (Glaser, 1732: 82-83).

El 7 de enero de 1731 se difunde el documento Visum et repertum20 del caso de Arnont Paule en Medwegya, se describe un cadáver como el descrito en el informe de Glaser atacando y provocando el ahogamiento a las víctimas durante sus sueños. Es la primera vez que se menciona que el vampirismo se contagia y que los gitanos, ante el miedo de los aldeanos, son los únicos en tener el valor de ejecutar al vampiro. Se sospecha que tomó la sangre de sus víctimas materializado ligeramente su cuerpo en forma de espectro. Un fragmento interesante del documento menciona:

Para acabar con este mal, cuando habían transcurrido ya 40 días de su muerte, se procedió a desenterrar a Arnont Paole siguiendo el consejo de su Hadnack21, que se había encontrado anteriormente con situaciones similares; y encontraron que estaba completo e incorrupto, y la sangre fresca fluía de sus ojos, nariz, boca, y oídos; así como que la camisa, la tapa, y el ataúd estaban totalmente ensangrentados; que se habían caído las uñas de sus manos y pies, junto con la piel, y que le habían crecido otras nuevas; y puesto que al ver esto se convencieron de que era un "Vampyr", atravesaron su corazón con una estaca según su costumbre, sangrando copiosamente y pudiéndose oír claramente un gemido. El mismo día se quemó el cuerpo y fueron lanzadas las cenizas al sepulcro. Esta gente aún llega más lejos y afirma que todos los que fueron atormentados y muertos por el "Vampyr "se convierten a su vez en "Vampyr".

Por lo tanto desenterraron a las cuatro personas antes mencionadas y procedieron de la misma forma. Agregaron que el tal Arnont Paole no sólo atacó a la gente sino también al ganado chupando su sangre. Y puesto que la gente utilizó la carne del ganado atacado algunos vampiros aún andan por la región, ya que en un período de tres meses 17 jóvenes y ancianos sanos habían fallecido, muriendo algunos de ellos en dos o a lo más tres días sin haber contraído previamente ninguna enfermedad. Además, el haiduk Jowiza informó de que su hijastra, de nombre Stanacka, hacía 15 días se había ido a dormir fresca y sana, pero que despertó a la medianoche dando gritos terribles, temblando y aterrorizada; quejándose de que el hijo muerto de un haiduk22, de nombre Milloe, que había muerto nueve semanas antes, había intentado asfixiarla causándole un gran dolor en el pecho, y que su situación fue empeorando hasta que finalmente murió al tercer día. Llegados a aquel punto nos dirigimos aquella misma tarde hasta las tumbas acompañados de los haiduks más ancianos mencionados más arriba, con el fin de abrir las tumbas sospechosas y examinar los cadáveres de su interior23 (Flückinger, 1732: 3-4).

Poco después del informe de Flückinger, se presentan los primeros reportes de vampiros en periódicos de amplia circulación, informando un resumen de los informes de Glaser y Flückinger. El periódico de los hoy países bajos, Le Glaneur historique, moral, littéraire et galant, Volumen II, número XVIII (de 3 de marzo de 1732) menciona el término "Vampires", primera mención en francés del fenómeno, de donde nacerá nuestro actual "vampiros" en español. De igual forma The Gentleman Magazine, Volumen 2, numero XV (de marzo 1732), menciona la palabra "Vampyres", primera mención impresa en inglés y que evolucionará en el actual "Vampires" (Calmet, 1746). En ambos periódicos acertadamente se toma la postura de la incredulidad sobre estos sucesos.

Después de estas publicaciones, varios académicos del Sacro Imperio trataron de explicar el fenómeno como lo hiciera Marigner décadas atrás. En estos tratados se refuta la idea de que se trate de eventos reales (Stock & Nõbling, 1732). Se atribuye a mentiras y a la imaginación el creer en "vam piros" (Zopft, 1733). Se reporta que el método de clavar una estaca para matar a los vampiros es similar al castigo que se les aplicaba a los asesinos. En este caso, se aplica a los vampiros por creer que son los causantes de la muerte de los vivos (Harenberg, 1733).

Es de notar que mientras los tratados anteriores reflexionaban sobre los informes oficiales existió a la par toda una difusión oral con obvios malentendidos y agregados, donde el relato del padre del oficial Glaser es un claro ejemplo. En 1738 el Marqués d'Argens en su carta 137 menciona, en referencia a una distorsión oral del caso de Peter Plogojoviz:

A comienzos de septiembre moría en la villa de Kisilova, a tres leguas de Gradisch, un anciano de 62 años; tres días después de ser enterrado, se apareció durante la noche a su hijo y le pidió de comer. Una vez que éste le sirvió de comer y una vez hubo terminado de comer desapareció. Al día siguiente el hijo contó a sus vecinos lo que había ocurrido. Esa noche el padre no apareció pero la noche siguiente se dejó ver y pidió de comer. No se sabe si el hijo le dio o no de comer, pero al día siguiente se le encontró muerto en su cama. El mismo día, cinco o seis personas de la ciudad cayeron enfermas de modo repentino y murieron, una tras otra, en pocos días. El oficial o Bailif del lugar, informado de lo que había ocu rrido, envío un informe a su vez al tribunal de Belgrado que envió a la ciudad a dos de sus oficiales con un verdugo para examinar este caso. El oficial imperial encargado de este informe fue allí desde Gradisch para ser testigo de un suceso del que tan a menudo había oído hablar. Se abren las tumbas de aquellos que habían muerto hacía seis semanas. Cuando le toca el turno a la del viejo, se le encuentra con los ojos abiertos, lozano y respirando de modo natural, aunque inmóvil y muerto. De ahí se concluyó que era un vampiro. El verdugo le clava una estaca en el corazón. Se hace una hoguera, se pone allí el cadáver y es reducido a cenizas. No se hallaron marcas de vampirismo ni en el cadáver del hijo, ni en los otros24 (D'Argens, 1738: 145-146).

En 1734 tres ingleses viajaron de Venecia a Hamburgo y describieron el caso de Arnont Paole en los comentarios orales bastante distorsionados:

Los "Vampyres", que salen de las tumbas en la noche, se precipitan so bre las personas que duermen en sus camas, chupan toda su sangre y las destruyen. Atacan a hombres, mujeres y niños; sin perder ni edad ni sexo. El pueblo, atacado por ellos, se queja de asfixia, y una gran interceptación de espíritus; después de lo cual, pronto expiran. Algunos de ellos, cuestionados a punto de morir, ¿qué les pasa? dicen que sufren de la manera que se relaciona con personas que han muerto últimamente, o más bien con los fantasmas de esas personas; sobre el cual se desprenden de las tumbas sus cuerpos (de la descripción dada por ellos, por el enfermo) en todas partes, como las fosas nasales, las mejillas, el pecho, la boca, etc. turgente y lleno de sangre. Sus rostros son frescos y rojizos; y sus uñas, así como el pelo, muy crecido. Y, aun que hayan muerto mucho más tiempo que muchos otros cuerpos per fectamente putrefactos, no se les ve visiblemente la menor señal de corrupción. Los que son destruidos por ellos, después de su muerte, se convierten en "Vampyres"; de modo que, para impedir que se difunda un mal, se hace necesario empujar una estaca a través del cadáver, de donde, en esta ocasión, la sangre fluye como si la persona estuviera viva. A veces el cuerpo es extraído de la tumba, y quemado a cenizas; sobre el cual cesan todas las perturbaciones25 (Anónimo, 1745: 358).

Ante estos sucesos el alto clero tuvo participación en los razonamientos, declarando como una falsedad los supuestos casos de vampirismo, una superstición de la cual se aprovechaba el bajo clero para obtener limosnas por exorcismo y bendiciones (De Lambertinis, 1743). De igual forma el ámbito poético no se podía quedar atrás, en 1748 se publica "Der Vampir", un poema alemán, donde el protagonista amenaza a su novia con convertirse en vampiro si no accede a su pasión; la palabra es usada como evoca una metáfora26 de la rendición en sus brazos:

Y si te duermes dulcemente de tus hermosas mejillas

el líquido púrpura sorberé entonces cuando estés asustada será cuando

te bese

y será el beso de un "Vampir": cuando quedes temblando

y entre mis fríos brazos

como un muerto que se derrumba será entonces cuando te pregunte ¿Son mis lecciones mejores

qué las de tu buena madre?27 (Ossenfelder, 1743: 380).

En 1746 el monje francés Calmet publica un tratado sobre los revinientes y vampiros (excomulgados, "vampiros" o "upiros", brucolacos), concluyendo sobre los revinientes que es imposible salgan de sus tumbas sin remover la tapa de su tumba. En cuanto a la creencia en "vampiros", lo marca como producto de la imaginación. Los cadáveres en el estado que reportan los informes oficiales, los atribuye a una falta de conocimiento en ese tiempo del proceso de descomposición de los cadáveres o bien, a enfermedades desconocidas (Calmet, 1746). Es enfático en declarar que no hubo en épocas pasadas alguna creencia similar, dejando separado a estos monstruos de la imaginación de las lamias, striges, brujas, revinientes, draugrs y espectros.

En 1755 Gerad van Swieten publica un trabajo, a raíz del caso de una mujer de nombre Rosina Iolackin. Las personas de la ciudad alemana de Hermesdorf exhumaron su cadáver en creencia de que era una "Vampyr". Ante el escándalo y en base a órdenes imperiales, Van Swieten investigó el sustento real de la creencia. En su informe crítica a los médicos por no saber distinguir las señales de muerte real, esto como posible referencia a los informes oficiales de Glaser y Flückinger, donde en especial el primero, como médico duda ante considerar lo que describe como algo natural. Considera que los cadáveres colocados en tierra seca pueden ser un causante de la lentitud de su deterioro. Junto con la superstición de la gente, basada en los relatos orales distorsionados del caso de Arnot Paole, considera estas prácticas de magia posthuma como crueles e indignas de personas ilustradas (Mayer, 1768).

En 1765 el monje español Feijoo, sobre el trabajo de Calmet, apoya su conclusión agregando que de tal superstición se aprovechan engañadores (1765). En el mismo año Voltaire secunda a ambos y menciona que ya no hay vampiros en Europa, quizás porque ya no existían noticias en los periódicos de su época, además de aplicar por primera vez esta palabra como metáfora de codiciosos y estafadores (De Beaumarchais & Decroix, 1821).

En 1773 se publica el poema Leonora, donde la protagonista busca el que su amado regrese de la tumba, lo cual tenebrosamente sucede. No es un caso literario de "vampiro", pero tiene eco en los escritos subsecuentes (Summers, 1960). En 1774 Davanzati, un alto clérigo, vuelve a declarar sobre el tema de parte de la Iglesia Romana, refutando la creencia en vampi ros, postura ya tomada por Lambertini (Davanzati, 1774).

En 1797 se publica La Novia de Corinto, un largo poema, en el que la protagonista es una "reviniente", la cual vuelve de la tumba para apagar su pasión con su amado, lo cual le fue negado en vida, al ser de religiones distintas. No se trata de un "vampiro", sin embargo tendrá influencia en los futuros relatos de mujeres vampiro (Summers, 1960). En 1801 se publica "Thalaba the destroyer" de Robert Southey, en el escrito, el esposo de una mujer va a su tumba y ve un resplandor o un espectro, le clava una lanza, un demonio sale y el espíritu de su esposa descansa. No hay referencia a la succión de sangre por parte del demonio, pero las escenas de combate serán un precedente en la literatura vampírica posterior (Southey, 1801).

En base a lo hasta aquí expuesto es posible mencionar que el arquetipo de vampiro sería aquel cadáver que a través de un demonio toma sangre de los vivos y la agrega a su propio cadáver, no saliendo corporalmente de un ataúd o de su tumba. Los relatos orales distorsionados de lo plasmado en los informes oficiales estarán presentes hasta su aparición en la literatura y el surgimiento de su estereotipo.

IV. Surgimiento y evolución de las variantes del estereotipo de vampiro: del aristócrata al superhéroe

En 1810 se escribe "The Vampyre", un relato que se puede considerar afín al arquetipo de "vampiro" y que por su argumento es antecesor inmediato al que se considera primer estereotipo. Se trata de un relato donde un espectro en forma de duende sale y bebe la sangre de un amigo, el cual palidece y se debilita. Su esposa lo ve morir y en ese momento puede ver al cadavérico duende con una lámpara. Los pobladores del lugar atraviesan ambos cadáveres con una lanza porque el muerto le había dicho a su esposa que regresaría por ella muy a su pesar. Cuando se descubre el cadáver del primer "vampiro" se descubre fresco y lozano. El autor comenta a manera de introducción al poema, las numerosas explicaciones a estos fenómenos en historias de Hungría, evocando, sin mencionarlo, el caso en la tradición oral de Arnot Paole. El autor menciona la creencia que los demonios se apoderan de cadáveres. El fragmento más interesante del poema es el siguiente:

Por la noche, cuando, envueltos en profundo sueño todos los mortales compartimos un suave reposo, mi alma mantiene espantosas vigilancias más intensas de lo que el infierno apenas sabe. Desde la tenebrosa mansión de la tumba desde las profundas regiones de los muertos el fantasma de Segismundo vaga y me persigue horriblemente en mi cama. Allí, vestido de forma infernal (de una manera que yo no entiendo) el duende yace cerca de mí y bebe mi sangre vital. Chupa de mis venas la vida que fluye y drena la fuente de mi corazón.

¡Oh Gertrudis, Gertrudis! ¡Mi querida esposa! Indecible es mi dolor. Cuando está saciado, el horrendo duende con el banquete de la sangre amamantada se retira a su sepulcro hasta que la noche lo invita a venir una vez más28 (Stagg, 1810: 265).

En 1813 en la obra "The Giaour" el narrador menciona la posibilidad de convertirse en "vampiro", un cadáver que saldrá de su tumba y se alimentará de la sangre de sus seres queridos; es de notar que a diferencia de todos los relatos literarios anteriores se presentan sentimientos en el monstruo:

Pero antes, sobre la tierra, como "Vampire" enviado, tu cadáver del sepulcro será exiliado;

entonces, lívido, vagarás por el que fuera tu hogar, y la sangre de los tuyos has de arrancar;

allí, de tu hija, hermana y esposa,

a media noche, la fuente de la vida secarás;

Aunque abomines aquel banquete, debes, forzosamente, nutrir tu lívido cadáver andante,

tus víctimas, antes de expirar, en el demonio a su señor verán; maldiciéndote, maldiciéndose,

tus flores marchitándose están en el tallo. Pero una que por tu crimen debe caer,

la más joven, entre todas, la más amada, llamándote padre, te bendecirá:

¡esta palabra envolverá en llamas tu corazón!

Pero debes concluir tu obra y observar en sus mejillas el último color; de sus ojos el destello final,

y su vidriosa mirada debes ver helarse sobre el azul sin vida; con impías manos desharás luego las trenzas de su dorado cabello,

que fueron bucles por ti acariciados

y con promesas de tierno amor despeinados;

¡pero ahora tú lo arrebatas, monumento a tu agonía!

Con tu propia y mejor sangre chorrearán tus rechinantes dientes y macilentos labios; luego, a tu lóbrega tumba caminarás;

ve, y con ghouls y afrits29 delira,

hasta que de horror estremecidos, huyan

de un espectro más abominable que ellos30 (Byron, 1813: 42-43).

En 1816 se publica "Christabel", relato que guarda similitud con las verdaderas vampiresas posteriores, pero en este caso se trata de un demonio o hechicera que seduce a una joven (Coleridge, 2017). En 1819 se publica "The Vampyre" de Polidori el primer estereotipo de vampiro. Estereotipo identificado como aquel muerto que obtiene la sangre no por un demonio o su espectro, sino directamente, cuerpo a cuerpo. El "vampiro" en este relato es una copia de un aristócrata inglés libertino mezclado con los relatos de vampiros. Es rico, hipnotiza con facilidad por medio de su palabra, vive de día y de noche, no vive en una tumba, chupa la sangre dejando marcas en el cuello y es ampliamente exitoso con las damas. Es de notar las metáforas que hace el autor entre galantería y vampirismo. Obtiene la sangre que succiona de personas vivas y la ingresa a su propio cuerpo directamente. En una pericopa donde se observa a una víctima del vampiro, se menciona:

No había el menor color en sus mejillas, ni siquiera en sus labios, y en su semblante se veía una inmovilidad que resultaba casi tan atrayente como la vida que antes lo animara. En el cuello y en el pecho había sangre, en la garganta las señales de los colmillos que se habían hincado en las venas.

-¡Un "Vampire"! ¡Un "Vampire"! -gritaron los componentes de la partida ante aquel espectáculo31 (Polidori, 1819: 48).

En 1823 se publica la obra alemana "Lab die toten ruhn" (Deja a los muertos en paz). Se describe a una vampiresa creada por un hechicero a petición de su esposo que quería a su esposa de vuelta a la vida. La "Vampiresa" se alimenta de personas jóvenes, dejando el castillo de su esposo casi desierto. Es posible que el autor recibió influencia de los relatos sobre la noble húngara del siglo XVI Erzsébet Báthory, Erzsébet asesinaba a doncellas y se bañaba con su sangre, en la creencia que se mantendría joven con tales prácticas (Miller, 1999). No está claro si vive solo de noche, pero la vampiresa evita los rayos del sol. Al final el esposo con ayuda del hechicero la ejecuta clavándole una estaca. En el fragmento más interesante se des cribe la succión de sangre de la siguiente manera:

Esa misma tarde, Walter regresó al castillo. El mágico perfume de Brunilda no surtió efecto alguno sobre el hombre y por primera vez en muchos meses se durmió de sueño natural. Comenzó a sentir un agudo dolor en el pecho, abrió los ojos y vio la imagen más horrible y aterradora de su vida: los labios de Brunilda succionando la sangre caliente que salía de su pecho. Gritó con horror y Brunilda se apartó con la sangre escurriéndole por la boca32 (Raupach, 1823: 56).

En 1839 se escribe la familia de "Vurdalak"33, aunque publicada hasta 1884 del francés al ruso. El cuento retorna ligeramente a los casos históricos, pero corporeizando a los "vampiros". A diferencia de los personajes de Polidori o de Raupach, no se trata de vampiros aristócratas sino de campesinos. En un fragmento se menciona la lucha con una vampiresa:

Y, enlazándome con sus brazos, intentaba hacerme caer de espaldas y morderme el cuello. Se entabló entre nosotros una lucha terrible. Durante largo rato me defendía con dificultad, pero, por fin, juntando todas mis fuerzas, agarré a Zdenka con una mano por la cintura y por las trenzas con la otra y, afianzándome en los estribos, la arrojé al suelo34 (Tolstoi, 1884: 38).

En 1847 se publica "Varney the vampire", el protagonista, un noble y "vampiro", ha sido asesinado varias veces. Tiene dos colmillos, deja dos heridas en el cuello de sus víctimas, entra por la ventana a las habitaciones de las doncellas. En estas dos acciones se puede observar el influjo de Polidori y Raupach. Tiene amplios poderes hipnóticos, una fuerza sobrehumana, vive de día y de noche, no le teme a las cruces ni al ajo, come y bebe viandas humanas como camuflaje. Es conocedor de su condición de "vampiro" y sufre por ello, es capaz de guardar rencor y buscar venganza. En este último punto es posible rastrear la influencia de Byron. Un personaje que vive atormentado y que al final se suicida arrojándose al cráter de un volcán (Prest, 2014).

En 1853 se publica "The Mysterious Stranger", relato donde se presenta a un vampiro como un antiguo noble, el caballero rumano Klatka y al mo mento del relato llamado caballero Azzo. A diferencia del relato de Polidori, este "vampiro" vive en las ruinas de su castillo, tiene un traje de noble pero corroído, es frío con odio al género humano y disfruta el ser vampiro. Es capaz de dominar a los lobos con su mirada y entrar por una ventana a semejanza de Varney, pero con la diferencia que entra en forma de neblina. Sólo tiene actividad de noche y durante el día vive en un ataúd en las ruinas. Estando vivo se le conocía por su fuerza sobrehumana. En un fragmento muy interesante se describe el ataque a una doncella:

Entonces soñé, pero tan claramente como si había estado completamente despierta, que una especie de niebla llenaba la habitación, y saliendo de ella dio un paso el caballero Azzo. Él me miró por un tiempo, y luego, apoyándose lentamente sobre una rodilla, imprimió un beso en mi garganta. Largamente sus labios descansaron allí; y sentí un ligero dolor que siempre iba en aumento, hasta que no pude soportarlo más. Con toda mi fuerza traté de forzar la visión de mí, pero tuve éxito solo después de una larga lucha. Sin duda, pronuncié un grito, por eso me desperté de mi trance35 (Anonymous, 1853: 17).

En 1872 hace su aparición la obra "Carmilla", en la que se describe a una "vampiresa" que durante las noches duerme en su tumba a semejanza de Azzo. La "vampiresa" ha vivido por siglos a semejanza de Varney, hipnotiza fácilmente aunque no tiene fuerza sobre humana, es capaz de seducir fácilmente a doncellas, en clara influencia con Christabel. Al final como en otros relatos la asesinan clavándole una estaca, como lo describe el siguiente fragmento:

Al día siguiente, tuvieron lugar en la capilla de Karstein, con las formalidades de rigor, los actos previstos. Se abrió la tumba de la condesa de Karstein. El general y mi padre reconocieron en ella a la bellísima y pérfida invitada. A pesar de que llevaba enterrada más de ciento cincuenta años, sus facciones estaban llenas de vida. Tenía los ojos completamente abiertos. El cadáver no parecía haber sufrido el proceso de descomposición. Los dos médicos que asistían a la ceremonia atestiguaron el hecho prodigioso de que el cadáver respiraba, aunque muy débilmente, y que era posible captar los leves latidos de su corazón. Los miembros conservaban su flexibilidad y la carne era elástica. El féretro de plomo estaba lleno de sangre, que empapaba al cadáver. Se trataba de un caso irrefutable de vampirismo. De acuerdo con las antiguas prácticas, alzaron el cadáver y atravesaron su pecho con una estaca. Luego le cortaron la cabeza, y del cuello seccionado brotó un chorro de sangre. A continuación colocaron el cuerpo y la cabeza sobre un montón de leña y le prendieron fuego, hasta que no quedó más que un montón de cenizas. Las cenizas fueron dispersadas a los cuatro vientos, y a partir de entonces la región quedó libre de "Vampires"36 (Le Fanu, 1872: 258-260).

En 1897 se publica "Dracula", "vampiro" muy elaborado que mezcla elementos de los relatos literarios anteriores y ciertas bases en los informes del siglo XVIII. Falsamente relacionado con Vlad Drãculea, noble transilvano del siglo XV famoso por empalar por miles a sus enemigos turcos, con el cual solo tiene de semejante el ser noble y el nombre (Miller, 1999). Tiene fuerza sobrehumana, domina los elementos, domina a los lobos, vive de noche, le teme a los objetos sagrados, se le mata con una estaca, hipnotiza con facilidad. Se mete a las habitaciones en forma de neblina, en claro intento de explicar el cómo llegaba el vampiro de la tumba a la víctima a partir de lo mencionado en el informe Visum et Repertum y la obra "The Mysterious Stranger". Es la primera vez que se relaciona al vampiro con los murciélagos, en su similitud con algunas especies que se alimentan de san gre en América (Greenhall, Joermann, & Schmidt, 1983). El relato gira en torno a la creencia sobre vampiros que menciona el fragmento siguiente:

Existen seres llamados "Vampires"; todos nosotros tenemos pruebas de su existencia. Incluso en el caso de que no dispusiéramos de nues tras desafortunadas experiencias, las enseñanzas y los registros de la antigüedad proporcionan pruebas suficientes para las personas cuerdas. Admito que, al principio, yo mismo era escéptico al respecto. Si no me hubiera preparado durante muchos años para que mi mente permaneciera clara, no lo habría podido creer en tanto los hechos me demostraran que era cierto, con pruebas fehacientes e irrefutables. Si, ¡ay!, hubiera sabido antes lo que sé ahora e incluso lo que adivino, hubiéramos podido quizá salvar una vida que nos era tan preciosa a todos cuantos la amábamos. Pero eso ya no tiene remedio, y debemos conti nuar trabajando, de tal modo que otras pobres almas no perezcan, en tanto nos sea posible salvarlas. El nosferatu37 no muere como las abejas cuando han picado, dejando su aguijón. Es mucho más fuerte y, debido a ello, tiene mucho más poder para hacer el mal. Ese "Vampire" que se encuentra entre nosotros es tan fuerte personalmente como veinte hombres; tiene una inteligencia más aguda que la de los mortales, puesto que ha ido creciendo a través de los tiempos; posee todavía la ayuda de la nigromancia, que es, como lo implica su etimología, la adivinación por la muerte, y todos los muertos que fallecen a causa suya están a sus órdenes; es rudo y más que rudo; puede, sin limitaciones, aparecer y desaparecer a voluntad cuando y donde lo desee y en cualquiera de las formas que le son propias; puede, dentro de sus límites, dirigir a los ele mentos; la tormenta, la niebla, los truenos; puede dar órdenes a los animales dañinos, a las ratas, los búhos y los murciélagos... A las polillas, a los zorros y a los lobos; puede crecer y disminuir de tamaño; y puede a veces hacerse invisible. Así pues, ¿cómo vamos a llevar a cabo nuestro ataque para destruirlo?

¿Cómo podremos encontrar el lugar en que se oculta y, después de haberlo hallado, destruirlo? Amigos míos, es una gran labor. Vamos a emprender una tarea terrible, y puede haber suficiente para hacer que los valientes se estremezcan. Puesto que si fracasamos en nuestra lucha, él tendrá que vencernos necesariamente y, ¿dónde terminaremos nosotros en ese caso? La vida no es nada; no le doy importancia. Pero, fracasar en este caso no significa solamente vida o muerte. Es que nos volveríamos como él; que en adelante seríamos seres nefandos de la noche, como él... Seres sin corazón ni conciencia, que se dedican a la rapiña de los cuerpos y almas de quienes más aman. Para nosotros, las puertas del cielo permanecerán cerradas para siempre, porque, ¿quién podrá abrírnoslas? Continuaremos existiendo, despreciados por todos, como una mancha ante el resplandor de Dios; como una flecha en el costado de quien murió por nosotros. Pero, estamos frente a frente con el deber y, en ese caso, ¿podemos retroceder? En lo que a mí respecta, digo que no; pero yo soy viejo, y la vida, con su brillo, sus lugares agradables, el canto de los pájaros, su música y su amor, ha quedado muy atrás. Todos los demás son jóvenes. Algunos de ustedes han conocido el dolor, pero les esperan todavía días muy dichosos. ¿Qué dicen ustedes?38 (Stoker, 1897: 260-261).

Por esta época se reportan creencias en el este de Europa sobre la superstición de que cuando una persona se pone muy pálida y débil un "vampiro" la ataca de noche, esto muestra que de los relatos orales sobre Arnot Paole, se ha pasado enteramente al folclor:

En Herzegovina se dice que un "Vampire" es el alma de un muerto, que deja su tumba durante la noche para chupar la sangre de su víctima viva. Me dijeron muy seriamente que cuando uno de estos monstruos fue exhumado cerca de Belgrado mostraba todos los signos de estar vivo, y que dormía y respiraba tan tranquilamente como antes de morir, ¡un siglo antes! Esto ocurrió hace treinta años, y según la costumbre el cadáver fue decapitado, y con una estaca se atravesó el cuerpo, que por último fue quemado - la tumba fue purificada con agua y vinagre. Me señalaron a un individuo flaco, cadavérico, que frecuentaba el Café de hotel en Mostar, como una víctima de las visitas nocturnas de un "Vampire", por lo que él mismo se convertiría en uno al morir. Mi informante era un comandante de cabellos grises, que se ofendió profundamente cuando le sugerí que la indigestión y otras dolencias similares provocaban una palidez antinatural. Pero el comandante era húngaro, y allí esta superstición está casi tan arraigada como en la Rusia Blanca, Polonia, Hungría y Serbia, por lo que la sugerencia fue recibida con un silencioso desdén39 (De Windt, 1907: 88-89).

En 1928 se publica "The Vampire: his kith and kin" (Summers, 1960) y posteriormente The vampire in Europe (Summers, 1962). En la obra se consideran vampiros a lamias, striges, brujas, brucolacos, redivivos, etc. Aunque defiende su postura está demostrado que son monstruos de la fantasía diferentes al vampiro, como ya lo demostrara en su momento Calmet. Durante la segunda mitad del siglo XX existió una diversificación de lo relacionado a "vampiros". Series de televisión (Morowitz, 2007), películas, novelas, historietas, caricaturas, juegos, etc. No obstante las variantes del estereotipo están relacionadas con lo plasmado en los "vampiros" literarios. Entre las obras más notables de impacto mundial destaca la novela de 1976 Interview with the vampire en la que el protagonista Louis, ampliamente relacionado con el estereotipo de Drácula, no encuentra el sentido a su vida convertido en "vampiro". Es un "vampiro" que sólo puede ser destruido con la luz del sol y con fuego, con gran fuerza, Louis vive atormentado y en un principio decide sólo alimentarse de sangre de animales pero no lo logra. El personaje no encuentra sentido a la inmortalidad y a su dolor, por lo que es una de las primeras obras en humanizar a estos monstruos (Rice, 1990a). En 1988 su autora reivindica a sus personajes y escribe The Queen of the damned, en la que junto con darles mayores sentimientos positivos a sus vampiros, describe el origen de sus personajes a partir del interés de un espíritu llamado Amel 6000 años atrás por poseer un cuerpo:

Y con la unión con el cuerpo de una reina se creó el primer vampiro: -No tenemos nombre para lo que sois -dijo-. No tenemos ninguna referencia de que cosa semejante haya ocurrido nunca en el mundo. Pero lo que ocurrió está muy claro.

-Clavó los ojos en la Reina-. Mientras contemplabais la muerte, vuestra alma intentó escapar rápidamente del sufrimiento, como suelen hacer las almas. Pero cuando empezó a ascender, el espíritu Amel la capturó, ese ser que es invisible como el alma. Si los acontecimientos hubiesen seguido su curso normal, fácilmente podríais haber vencido a este ente terrestre y haberos ido a reinos que desconocemos. » Pero el espíritu Amel había puesto en marcha, mucho tiempo atrás, un gran cambio en sí mismo; un cambio que lo transformó por completo. Este espíritu había probado la sangre de los humanos, de los humanos que había picado o fustigado, como vos misma pudisteis ver. Vuestro cuerpo allí tendido y lleno de sangre aún tenía vida, a pesar de sus múltiples heridas. » Así pues, el espíritu, sediento, se zambulló en vuestro cuerpo, con su invisible forma, entretejida aún con vuestra alma (Rice, 1990b:339-340).

Ante la semejanza de los vampiros con superhéroes en otros medios, debido a sus poderes y fuerza, en las versiones de nuestro siglo los vampiros, bajo el estereotipo de Drácula, puede sentir amor (Meyer, 2007), unión, venganza, ser superhéroes defendiendo a los seres humanos y combatir por ideales políticos (Hoglund, 2013) y humanitarios (Louis, 2017).

En una de las historias más famosas de nuestro siglo, un personaje de la obra menciona lo siguiente sobre algunos vampiros que no sólo se alimentan de sangre de animales para evitar dañar a los humanos, prefiriendo convivir pacíficamente con ellos incluso protegiéndolos de otros vampiros que intenten dañarlos:

Nunca se sabe cuándo van a tener demasiada sed como para soportarla. -¿A qué te refieres con eso de «civilizados»? -Sostienen que no cazan hombres. Supuestamente son capaces de sustituir a los animales como presas en lugar de hombres. Intenté conferir a mi voz un tono lo más casual posible. -¿Y cómo encajan los Cullen en todo esto? ¿Se parecen a los fríos que conoció tu tatarabuelo? -No -hizo una pausa dramática-. Son los mismos. Debió de creer que la expresión de mi rostro estaba provocada por el pánico causado por su historia. Sonrió complacido y continuó:

-Ahora son más, otro macho y una hembra nueva, pero el resto son los mismos. La tribu ya conocía a su líder, Carlisle, en tiempos de mi antepasado. Iba y venía por estas tierras incluso antes de que llegara tu gente. Reprimió una sonrisa. -¿Y qué son? ¿Qué son los fríos? Sonrió sombríamente. -Bebedores de sangre -replicó con voz estremecedora-. Tu gente los llama vampiros (Meyer, 2006: 129-130).

Como mencionamos en la segunda sección el surgimiento del arquetipo surgió como una creencia por la falta de conocimiento sobre ciertos cadáveres extraños. Es altamente probable que enfermedades como el ántrax y la parálisis del sueño40 estuvieran involucradas (Gordon, 2015). Otras explicaciones contemporáneas el fenómeno no son posibles, ya que explican no a los arquetipos sino a los estereotipos que se presentaron en el siglo XX (Da Costa Santos, Lucinda, Da Costa Santos, & Silva, 2013). De esta manera explicaciones como la rabia41, la pellagra42, la porfiria43 o el vampirismo clínico44 (Jaffe & DiCataldo, 1994) son espurios (Jaffe & DiCataldo, 1994), ya que como hemos descrito los "vampiros" surgen a partir de informes tales como el de Des Noyers y el de Glaser, donde no hay rastro para tales explicaciones. Actualmente fuera del campo de la literatura, el cine, historietas y juegos existe todo un folclor sobre vampiros en Europa del este (Gordana, 2004), cuna de esta creencia, creyendo en sus dos variantes, por un lado espíritus que chupan la sangre o asustan a los vivos o bien "vampiros" corporales, todo en base al lejano recuerdo oral del caso de Arnot Paole (Gordana, 2004).

Junto con este folclor en Europa del Este está también en el folclor en otros lugares del mundo. Por ejemplo en Nueva Inglaterra, en base a casos donde se creía que afectados por la tuberculosis eran vampiros, se tiene una creencia actual muy arraigada en ellos (Sledzik & Bellantoni, 1994). Ante el gusto que despiertan los vampiros, existen clanes en ciudades de países como los Estados Unidos donde sus miembros se consideran vampiros, en etapas desde el vampiro psíquico hasta los que succionan la sangre de otros. Estos últimos solo la obtienen de un donante voluntario y con una estricta ética. Su vestimenta, maquillaje y conducta son toda una forma de vida (Browning, 2015). Estos clanes se desarrollaron en base al influjo de la serie televisiva "Sombras Tenebrosas", una adaptación de "Varney the vampire" y de las obras de Anne Rice.

Como fue posible apreciar en este recorrido, la succión de sangre sin duda ha despertado un gran interés. Es muy notorio que numerosas variantes del estereotipo, como Dracula, mencionen la succión de sangre a personas jóvenes en especial doncellas, por influjo del folclor sobre Erzsé-bet Báthory. Posiblemente el hábito de succionar sangre joven se base en la creencia de mantener el cadáver del vampiro lozano y en el mejor de los casos rejuvenecer. Curiosamente hoy en día existen productos contra las arrugas en base a plasma humano y es teóricamente posible un tratamiento de cambio de sangre a personas mayores con sangre joven. En animales de laboratorio un cambio de sangre ha generado un "rejuvenecimiento" y se aplica de forma de prueba en algunos laboratorios. Quizás al final de todo los "vampiros" seguirán evolucionando (Oakley, 2017).

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1Concepto original de la palabra vampiro.

2Percepción moderna al evocar la palabra vampiro.

3Del hebreo W "laila" "noche".

4Del griego axpiÇ (stríx), "búho".

5Relacionado con la palabra en ingles antiguo dréag (aparición).

6Palabras en latín, significan "Martillo contra las brujas".

7Palabra en latín procedente del griego, significa "pelo de lobo".

8En latín procedente del griego, significa "tambor".

9En este fragmento y el resto citados en este trabajo se colocan entre comillas y sin traducir los cognados de vampiro.

10Traducción del original en francés.

11Del griego ajioxpéjieiv ("apotrépein" = "alejarse"), acciones tendientes a alejar el mal.

12Entendida como afinidad o atracción inexplicable.

13Traducción del original en francés.

14Traducción del original en francés.

15Palabras en latín, indican magia aplicada a cadáveres.

16Muerto que regresa a la vida en ciertos periodos del día.

17Palabras latinas que significan "médico y científico".

18Palabras en latín que significan "Colegio de Médicos".

19Traducción del original en alemán.

20Palabras en latín traducidas como "Visto y descubierto".

21Líder de aldea, pronunciación al alemán de alguna palabra en serbio.

22Palabra serbia que significa guerrillero y campesino que se establecían en los límites del Sacro Imperio.

23Traducción del original en alemán.

24Traducción del original en francés.

25Traducción del original en inglés.

26Uno de los primeros del término como metáfora literaria.

27Traducción del original en alemán.

28Traducción del original en inglés.

29Palabras mencionadas en varios relatos de Las mil y una noches que se identifican con monstruos caníbales y genios, aunque las traducciones al español los mencionan como vampiros, en ningún relato beben sangre.

30Traducción del original en inglés.

31Traducción del original en inglés.

32Traducción del original en alemán.

33Cognado de brucolaco.

34Traducción del original en ruso.

35Traducción del original en inglés.

36Traducción del original en inglés.

37Del griego voaopòpoç (nosophoros) "portador de enfermedad".

38Traducción del original en inglés.

39Traducción del original en inglés.

40Dificultad de despertar de un sueño, con sentimiento angustiante de inmovilidad y sofocación, provocado en muchos casos por estrés.

41Enfermedad muy conocida, no se aplica al arquetipo de vampiro ya que no se reportan ataques por cánidos, fotofobia ni otros síntomas de esta enfermedad.

42Enfermedad provocada por deficiencia de vitamina B, los enfermos presentan fotofobia y manchas en la piel, no se describen estos síntomas en el arquetipo de vampiro.

43Enfermedad causada por afectación de la hemoglobina, causa úlceras en la piel, fotofobia y otros síntomas no presentes en el arquetipo de vampiro.

44Enfermedad mental extremadamente rara cuyo principal síntoma es la excitación sexual de una persona al consumir sangre propia o de otros, no se presentan reportes en los casos que hacer referencia al arquetipo de vampiro.

Recibido: 16 de Abril de 2018; Aprobado: 22 de Octubre de 2018

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