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Acta literaria
versión On-line ISSN 0717-6848
Acta lit. n.27 Concepción 2002
http://dx.doi.org/10.4067/S0717-68482002002700004
Lingüística en el poema:
Una visión borgeana del lenguaje
Universidad de Concepción, Chile
1. En un trabajo orientador acerca de las corrientes que buscan ampliar el campo de interés de los estudios del lenguaje, Ambrosio Rabanales (1979: 244) propone llamar "literolingüística" a aquella interdisciplina
2. La poesía es, antes que nada, arte; es, insistamos, arte de lenguaje, o sea, el poema se hace con palabras. Nuestra tradición académica ha tenido dos maneras de acercarse al hecho poético: una es entendiéndolo en el marco de cierta tradición expresiva (lo que llamamos la "historia literaria"), y la otra es tratando de desentrañar, a partir de su constitución textual, su sentido y su funcionamiento, lo que se ha llamado "análisis retórico", o "estructural", o "estilístico", o "poético" propiamente dicho. Esta última aproximación unificadora es la propuesta hace ya cuatro décadas por Roman Jakobson (1960). Mi interés, sin embargo, va por un carril algo diferente. Mi propósito es intentar un análisis de lingüista del texto en cuestión, pero no en el sentido de explicitar su estructura fonética, gramatical o semántica, o su especificidad "poética", sino una búsqueda un tanto más sutil y, por cierto, más arriesgada. Basado en el postulado de que el lenguaje es, quizás todavía antes que un sistema de comunicación, un sistema de articulación de la experiencia humana, quiero indagar lo que hay en el poema de acto de conocimiento. Concretamente, existen ciertos poemas cuyo tema es el lenguaje mismo. Considerando que el poema es una manifestación culturalmente privilegiada del lenguaje, es por lo menos razonable plantear que la potencialidad cognitiva de éste se vea exaltada en aquél. Quiero decir que un poema acerca del lenguaje puede ser particularmente relevante para el lingüista, quien halla en el poeta una especie de colega de lucidez y capacidad explicatoria sorprendente. Esto es lo que he llamado "lingüística en el poema", al examinar un poema de Jorge Guillén, titulado precisamente "Los nombres", que, al centrarse en el acto lingüístico básico, como es el proceso de designación, es un verdadero texto de teoría lingüística sin dejar de ser un poema, poniendo así de manifiesto que la poesía puede constituirse sin duda en un potente y delicado método de investigación (Gallardo, 1991).
3. En el presente trabajo, pues, abordo la obra poética, más precisamente un poema, de Jorge Luis Borges como un texto cuyo tema es el lenguaje. Mi interés es mostrar cómo en ese poema late una visión del lenguaje en toda su complejidad de mecanismo de articulación de la experiencia humana, de sistema comunicativo asentado en una tradición cultural específica, generador de redes de interacción y de identidad. No pretendo no podría hacerlo ser un académico especialista en la obra de Borges. Soy un mero lingüista que halla en la poesía de Borges un valiosísimo conjunto de intuiciones y observaciones acerca del sentido y funcionamiento del lenguaje en la compleja red de interacciones que es la cultura humana.
Jorge Luis Borges es un poeta de la cultura; más específicamente un poeta de la literatura. Su gran tema son los hechos humanos, señalados o nimios, tocados por la actividad literaria. Su mismo sistema de vivencias personales se articula en poema sólo al insertarse en una tradición expresiva. Tal parece ser el criterio básico de realidad de la literatura borgeana. Así lo expresó muchas veces, como en el notable poema cuyo título es, significativamente, "Un lector" y donde, entre otras cosas, su propia identidad se engasta en su condición lectora:
a mí me enorgullecen las que he leído.
No habré sido un filólogo,
no habré inquirido las declinaciones, los modos, la
00000000000000 laboriosa mutación de las letras,
la de que se endurece en te,
la equivalencia de la ge y de la ka.
Pero a lo largo de todos los años he profesado
la pasión del lenguaje.
Mis noches están llenas de Virgilio;
haber salido y haber olvidado el latín
es una posesión, porque el olvido
es una de las formas de la memoria
0000000000 (Elogio de la sombra, 1969)
Borges dibujó uno de los paradigmas de la literatura argentina: una literatura construida (como la nación misma) en el cruce de la cultura europea con la inflexión rioplatense del castellano en el escenario de un país marginal.
Borges se asoma, así, a la cultura universal, y se apropia de ella, desde la tradición cifrada en lengua castellana. Más de una vez el escritor ha expresado esta visión en su obra ensayística más intelectualizada, a menudo polemizante (Gallardo 1968), pero también, para lo que aquí interesa, en su producción propiamente poética. Así leemos en su exaltación "Al idioma alemán":
El bronce de Francisco de Quevedo,
Pero en la lenta noche caminada
Me exaltan otras músicas más íntimas.
000000000 (El oro de los tigres, 1972)
más allá de la pompa y la ceniza de los aniversarios,
más allá de la aberración del gramático
que ve en la historia del hidalgo
que soñaba con ser don Quijote y al fin lo fue,
no una amistad y una alegría
sino un herbario de arcaísmos y un refranero,
estás, España silenciosa, en nosotros
000000000 (El otro, el mismo, 1964)
Una primera forma de aproximación al lenguaje que hallamos en Borges está, comprensiblemente, emparentada con la vieja filología, que parte de los textos, sobre todo literarios, para alcanzar una comprensión del hecho lingüístico. Más que el conocimiento de lingüistas, los textos borgeanos, tanto ensayísticos como narrativos y aun poéticos, trasuntan lecturas de filósofos antiguos y modernos y de los viejos indoeuropeístas. Los grandes temas de esta vertiente se hacen eco de antiguas disquisiciones sobre la relación del lenguaje con el conocer (aristotélicos versus platónicos) y sobre el lugar del lenguaje en el ámbito de la dimensión semiológica de la cultura (ver Muñoz Millanes, 1977, para una sistematización de este aspecto de la visión borgeana del lenguaje).
Una incisiva visión de esta inquietud entroncada con las antiguas disquisiciones de los filósofos del lenguaje (y aun con algunas inquietudes de la semiología) la hallamos encarnada en el conocido soneto a Johannes Brahms:
que has prodigado a la plural memoria
del porvenir, quise cantar la gloria
que hacia el azul erigen tus violines.
He desistido ahora, para honrarte
no basta esa miseria que la gente
suele apodar con vacuidad el arte.
Soy un cobarde. Soy un triste. Nada
podrá justificar esa osadía
de cantar la magnífica alegría
fuego y cristal de tu alma enamorada.
Mi servidumbre es la palabra impura,
vástago de un concepto y de un sonido;
ni símbolo, ni espejo, ni gemido,
tuyo es el río que huye y que perdura.
000000000 (La moneda de hierro, 1976)
5. En los poemas más entrañables de Borges centrados en el lenguaje, o mejor dicho en la lengua castellana, hallamos esta clara conciencia de que los seres humanos incorporamos y luego articulamos y expresamos las experiencias vitales mediante la lengua y de que esta articulación sólo es posible si se engrana en una tradición cultural. Así se entiende en el poema que motiva el presente trabajo, y a partir del cual trataremos de sistematizar la penetrante y diáfana comprensión borgeana del lenguaje: "La luna" (ver Apéndice).
El tema de "La luna" es el lenguaje en su dimensión cultural, específicamente histórica, como generador de identidad. El poema mismo, y esto es también crucial, se instituye, en su organización textual, en una metáfora del lenguaje. De ahí su doble interés para el lingüista.
El asunto mismo del poema, la luna, ya lo inserta en una larga tradición cultural, específicamente poética, de la literatura. El misterio luminoso de nuestro satélite ha concitado el interés de los poetas desde el origen mismo de la poesía. Borges quiere partir de este tópico como un poeta más, pero desde el comienzo lo centra en el sentido totalizador de su poema: en la luna se cifra la grandeza y la limitación del lenguaje humano. Un poeta primigenio concibe el proyecto "desmesurado" de dar cuenta en su texto de todo lo existente. Cuando parecía haber terminado, se da cuenta de una omisión:
tiempo en que sucedieron tantas cosas
reales, imaginarias y dudosas,
un hombre concibió el desmesurado
proyecto de cifrar el universo
en un libro y con ímpetu infinito
erigió el alto y arduo manuscrito
y limó y declamó el último verso.
Gracias iba a rendir a la fortuna
cuando al alzar los ojos vio un bruñido
disco en el aire y comprendió, aturdido,
que se había olvidado de la luna.
ley de toda palabra sobre el numen.
No lo sabrá eludir este resumen
de mi largo comercio con la luna.
si en el cielo anterior a la doctrina
del griego, o en la tarde que declina
sobre el patio del pozo y de la higuera.
Según se sabe, esta mudable vida
puede, entre tantas cosas, ser muy bella,
y hubo así alguna tarde en que con ella
te miramos, oh luna, compartida.
recordar las del verso: la hechizada
dragon moon que da horror a la balada
y la luna sangrienta de Quevedo.
quiso que yo también fuera poeta,
me impuse, como todos, la secreta
obligación de definir la luna.
Con una suerte de estudiosa pena
agotaba modestas variaciones
bajo el vivo temor de que Lugones
ya hubiera usado el ámbar o la arena.
de las lunas de la mitología
allí estaba, a la vuelta de la esquina,
la luna celestial de cada día.
hay para recordarla o figurarla,
el secreto, a mi ver, está en usarla
con humildad, es la palabra luna.
aparición con una imagen vana;
la veo indescifrable y cotidiana
y más allá de mi literatura.
Sé que la luna, o la palabra luna,
es una letra que fue creada para
la compleja escritura de esa rara
cosa que somos, numerosa y una.
da el hado o el azar para que un día
de exaltación gloriosa y de agonía
pueda escribir su verdadero nombre.
Nota final. Una versión inicial de este trabajo se leyó en el XI Congreso Internacional de Estudios Literarios de la Sociedad Chilena de Estudios Literarios, Pucón, noviembre de 2000.
The heuristic potential of poetry is approached through a reading of Jorge Luis Borges' text "La luna" ["The moon"]. In this poem, Borges offers a very insightful, albeit implicit, view of language as a communicative and cultural system.
REFERENCIAS
Barrenechea, Ana María. 1977. "Borges y los símbolos", en Revista Iberoamericana 100-101: 601-608.
Gallardo, Andrés. 1968. "Jorge Luis Borges, escritor sudamericano", en Anales de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación (Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago): 240-251.
_____. 1991. "Lingüística en el poema", en Acta Literaria 16: 105-113.
Jakobson, Roman. 1960. "Linguistics and poetics", en Thomas A. Sebeok, Ed., Style in language, Cambridge, Massachusetts, The M.I.t. Press.
Muñoz Millanes, José. 1977. "Borges y la 'palabra' del universo", en Revista Iberoamericana 100-101: 615-625.
Rabanales, Ambrosio. 1979. "Las interdisciplinas lingüísticas", en Boletín de Filología XXX: 241-252.
Sarlo, Beatriz. 1995. Borges, un escritor en las orillas. Buenos Aires, Ariel.
Watkins, Culvert. 1976. "The Indo-European origin of English", en The American Heritage dictionary of the English language. Boston, etc., Houghton Mifflin Co., pp. XIX-XX.
Texto del poema "La luna", de El Hacedor, 1960.
(Este texto borgeano, al igual que todos los citados en el presente trabajo, se toma de Jorge Luis Borges: Obra poética 1923-1985. Buenos Aires, Emecé Editores, 1989 (20a).
LA LUNA
Cuenta la historia que en aquel pasado proyecto de cifrar el universo Gracias iba a rendir a la fortuna La historia que he narrado aunque fingida, Siempre se pierde lo esencial. Es una No sé dónde la vi por vez primera, Según se sabe, esta mudable vida Más que las lunas de las noches puedo recordar las del verso: la hechizada De otra luna de sangre y de escarlata Pitágoras con sangre (narra una De hierro hay una selva donde mora (Esto el norte profético lo sabe Cuando, en Ginebra o Zurich, la fortuna Con una suerte de estudiosa pena Pensaba que el poeta es aquel hombre que, como el rojo Adán del Paraíso, Ariosto me enseñó que en la dudosa De la Diana triforme Apolodoro Y, mientras yo sondeaba aquella mina Sé que entre todas las palabras, una Yo no me atrevo a macular su pura Sé que la luna o la palabra luna Es uno de los símbolos que al hombre |